"No
hay una garantía total de seguridad contra unos terroristas
decididos a actuar", admitió Insulza en un mensaje
que hizo llegar al Comité Interamericano contra el Terrorismo
(CICTE), que hoy puso fin en Bogotá a su sexto período
ordinario de sesiones.
El
secretario general de la Organización de los Estados Americanos
(OEA) observó que nada garantiza que en el hemisferio no
se presenten "ataques terroristas a gran escala" como
los de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
El
hecho de que no hayan sucedido no quiere decir que regiones como
América Latina y el Caribe tengan una "inmunidad única
y exclusiva en el mundo", agregó Insulza, quien por
problemas de conexión aérea no pudo viajar a la
capital colombiana para clausurar esta conferencia del CICTE,
que congregó desde el pasado miércoles a delegados
de los 34 países miembros de la OEA.
El
diplomático observó que sucesos terroristas "en
lugares remotos pueden tener efectos devastadores cerca de nosotros".
"Por
ejemplo, en los ataques del 11 de septiembre de 2001 murieron
más de 160 personas de América Latina y el Caribe",
precisó, y agregó que "también tuvieron
un efecto devastador sobre la industria del turismo en la región".
Sólo
República Dominicana informó de 450 millones de
pérdidas tras los atentados en Estados Unidos, que generaron
allí una crisis que se prolongó hasta diciembre
de 2002, subrayó.
"El
problema existe (...), y la cooperación y la colaboración
son esenciales" para afrontarlo, dijo Insulza, aunque consideró
que "la seguridad hemisférica ha cambiado radicalmente.
Nuestros países han empezado a trabajar colectivamente
para enfrentar las amenazas".
Sin
embargo, advirtió de que "la respuesta adecuada (contra
el terrorismo) exige la sabiduría, el compromiso y el esfuerzo
combinado de todos los gobiernos de la región".
En
las sesiones de Bogotá, prosiguió, los países
"también han acordado que un enfoque multidisciplinario
es absolutamente necesario", por cuanto los problemas son
hechos complejos y grandes que no pueden combatirse en "sólo
una dimensión".
"No
todos los actos criminales ni los grupos de delincuentes son terroristas
o 'narcoterroristas', pero no conozco a ningún grupo terrorista
en el hemisferio que no recurra a las actividades ilícitas
para sostenerse", dijo Insulza.
Las
actividades terroristas se relacionan con otros problemas, como
los del narcotráfico, el contrabando de armas y el tráfico
de personas, observó luego, y apuntó que de una
mayor comprensión de estos nexos depende una mejor defensa
contra todas estas amenazas.
En
este contexto, Insulza mostró el caso de Colombia como
el de un país que "ha aprendido duras lecciones con
el terrorismo, la forma como los grupos terroristas se sostienen
y acerca de los efectos corrosivos que los terroristas y sus seguidores
pueden tener contra la sociedad".
Según
él, estas sesiones del CICTE "han ayudado a iluminar
la naturaleza de la amenaza terrorista en las Américas
en relación con otras amenazas y las medidas prácticas
que podemos adoptar para mantenerlas".
La
conferencia terminó con la adopción de la "Declaración
de San Carlos sobre la cooperación hemisférica para
enfrentar el terrorismo de manera integral".
El
diplomático colombiano Alejandro Borda, quien asumió
la Presidencia del CICTE, destacó que en este encuentro
se avanzó en un programa continental sobre seguridad en
instalaciones turísticas y en el sector cibernético,
lo mismo que en los documentos de viaje.
Pero
también advirtió de que "debemos concentrar
todas nuestras energías para prevenir la apropiación
de materiales biológicos, químicos y nucleares por
parte de grupos terroristas".
El
CICTE celebrará su próximo período de sesiones
en Panamá, a comienzos de 2007. EFE