Senado de EEUU
Se estanca, por segunda vez, reforma migratoria
   

07 de abril de 2006

Washington - El debate sobre la reforma migratoria en el Senado de EEUU entró en un punto muerto hoy por segunda vez en dos días, aunque tanto demócratas como republicanos aseguraron que la lucha "no ha acabado".

Los Senadores Bill Frist, Chuck Hagel, Arlen Specter, and Harry Reid and Mel Martinez, en conferencia de prensa.

Los republicanos presentaron el jueves pasado un nuevo plan migratorio que, ante la falta de suficientes votos que lo respalden, tendrá que esperar hasta después del receso de dos semanas por las la Semana Santa, según ha reconocido el líder de la mayoría en la Cámara Alta, el republicano Bill Frist.

En el pleno del Senado, los legisladores votaron en contra de poner fin al debate sobre la propuesta presentada por los republicanos Chuck Hagel y Mel Martínez, lo que elimina la posibilidad de que el Senado se pronuncie sobre ella antes del receso legislativo.

Ese escenario fue una repetición de lo ocurrido el jueves, cuando los demócratas sólo lograron 39 de los 60 votos mínimos necesarios para proceder al voto definitivo de otro proyecto de ley, que patrocinada el republicano Arlen Specter.

Los principales líderes demócratas y republicanos del Senado indicaron durante una rueda de prensa que continuarán con su presión para una reforma migratoria sea aprobada.

"Estamos aquí para decir que esta lucha no ha terminado. Nos vamos a un receso (legislativo de dos semanas) pero seguiremos presentándola y presentándola hasta lograr su aprobación", dijo el senador republicano John McCain, flanqueado por colegas de ambos partidos.

"Creemos que tenemos los votos y tenemos los votos para bloquear cualquier enmienda" que descarrile el proceso, agregó el senador de Arizona.

Por su parte, el senador demócrata Edward Kennedy enfatizó, al igual que en otros asuntos polémicos ante el Congreso, que "la única forma" en que se han logrado hemos "progresos" al respecto es cuando ambos partidos han trabajo "juntos".

"Entendemos que es un asunto complejo y difícil, entendemos que hay una gran carga emocional al abordar el asunto de la inmigración...y que siempre hay una oportunidad de tratar de descarrilar una respuesta significativa y de amplio alcance", manifestó Kennedy, uno de los promotores de la reforma migratoria.

La propuesta Hagel-Martínez divide a los inmigrantes ilegales en tres categorías: los que están desde hace más de cinco años en el país, los que llevan entre dos y cinco años, y los que llegaron hace menos de dos años.

La medida que finalmente apruebe el Senado para decidir la suerte de cerca de 12 millones de inmigrantes indocumentados tendrá que ser armonizada con la que aprobó la Cámara de Representantes el pasado 16 de diciembre. EFE

 
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