Miles de hondureños participan en misas de Domingo de Ramos
   
09 de abril de 2006
Por Orfa Mejía
Redacción Proceso Digital


Tegucigalpa - Miles de hondureños participaron hoy en las misas de Domingo de Ramos, que marcan el inicio de las celebraciones religiosas de la Semana Santa en Honduras.

Los feligreses llegaron a las iglesias portando los tradicionales ramos de palma, para su bendición, que campesinos vendieron desde el viernes pasado en las inmediaciones de la catedral de Tegucigalpa y de otros templos en la capital hondureña y del resto del país.

En la misa celebrada en la catedral de Tegucigalpa, el cardenal hondureño, Oscar Andrés Rodríguez, hizo referencia a los principales problemas que abaten al país, como el de la violencia y la destrucción de los bosques.

Llamó a la reflexión "a todos aquellos que se creen que pueden quitarle la vida a otros" y dijo que insultan a Jesús "los ladrones, que llegan, incluso, a profanar los lugares sagrados, que se han robado imágenes preciosas por unos lempiras, por unos dólares".

"Vuelven a sacrificar a Cristo todos aquellos que explotan a los niños, a las mujeres, los que no cumplen sus obligaciones sociales", agregó.

Cuestionó "a los que saquean el bosque, los que están incendiando el futuro de Honduras y que deberían estar en la cárcel".

En su homilía, Rodríguez criticó también a los blasfemos que hacen películas, novelas y libros en contra de Jesús.

Refirió que "por unas caricaturas que se hicieron en unos periódicos de Europa contra Mahoma, el profeta del Islám, hubo reacciones desproporcionadas y terribles, contra el Señor Jesús los blasfemos hacen películas, novelas, libros y nadie mueve un dedo".

A todas esas personas les llamó a volver los ojos a Dios en esta Semana Santa "porque nos da a todos oportunidad de convertirnos, de acercarnos a él, de arrepentirnos".

Las actividades religiosas de hoy contrataron con la movilización de miles de personas hacia diferentes sitios del interior del país, en el inicio de la semana de vacaciones que el Gobierno autorizó a sus empleados a nivel nacional.

La movilización es seguida de cerca por al menos 15.000 personas, entre ellos policías, militares y miembros de organismos de socorro, que forman parte de la operación "Verano Seguro 2006".