El periodista enemigo
de la Casa Blanca
   

10 de abril de 2006

El conocido periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh, que ha destapado entre otras cosas las torturas de la cárcel de Abu Ghraib, ha publicado en The New Yorker un largo artículo sobre las intenciones del gobierno de Bush de bombardear Irán a toda costa. El azote de los desmanes gubernamentales, revela que Bush ya ha iniciado investigaciones sobre el terreno para localizar objetivos iraníes y está intensificando las actividades clandestinas en el país.


Hersh es conocido en EEUU por su faceta de periodista de investigación, y sobre todo por sacar a la luz varios escándalos como el de My Lai en Vietnam, donde murieron cientos de civiles a manos del ejército estadounidense (por el que ganó el premio Pulitzer en 1970), los pinchazos telefónicos de Henry Kissinger, y también los esfuerzos de la CIA para derrocar al presidente chileno Salvador Allende, entre otros muchos.

Seymour Hersh lleva publicando en el New Yorker desde 1971, y es en este periódico donde también destapó uno de los escándolos recientes que más conmovieron a la opinión pública, las torturas de Abu Ghraib, que luego convertiría en un libro, “Chain of command; the road from 9/11 to Abu Ghraib”, con todos los artículos que escribió al respecto. Hersh, casado y con tres hijos, siempre ha mantenido muy buenas relaciones con altos mandos militares.

En su último artículo, titulado “Los planes iraníes. ¿Iría el presidente Bush a la guerra para evitar que Teherán obtenga la bomba?”, Hersh habla con diferentes altos mandos del gobierno estadounidense y también con políticos europeos, como un ex oficial de defensa, que le aseguró que:

Una de las primeras proposiciones para Irán era la de bombardear sistemáticamente el país para humillar su liderazgo religioso y que diese como resultado un levantamiento de los iraníes contra el gobierno. ¿Qué estaba fumando?

Visión mesiánica
Como asegura Seymour Hersh, el presidente lleva un tiempo haciendo reuniones sobre este tema con diferentes miembros del Senado, aunque como apunta un miembro del Comité de Asignación de la Casa Blanca, los senadores han sido seleccionados previamente, y son los mismos que lideraron el ataque a Iraq. No hay presión por parte del Congreso, según declaró otro representante de la Casa Blanca, “sólo del tipo que lo está llevando a cabo, con una visión mesiánica del asunto”

Lo inquietante, es que como dice el autor del artículo, es que ya hay misiones para intimidar a Irán, como volar con supuestas bombas nucleares sobre el mar árabe que además de intentar ser métodos disuasorios, también servirían para ir perfilando un plan de ataque. El Coronel Sam Gardiner, antiguo analista militar, asegura que para bombardear irán haría falta q lo hiciesen simultáneamente en más de 400 sitios:

Irán tiene probablemente dos plantas de producción química. Golpearíamos ahí. Lanzaríamos los misiles de alcance medio, que hace poco han sido desplazados más cerca de Iraq. Hay catorce campos de aviación con aviones guarecidos… Querríamos deshacernos de esa amenaza, y golpear los sitios que podrían ser usados para atacar el transporte del Golfo, aunque puede que muchas localizaciones sean difíciles de alcanzar incluso con armas pesadas. Entonces EEUU tendría que utilizar unidades de Operaciones Especiales.

En lo que se refiere a las instalaciones bajo tierra, el ex oficial de defensa afirma que se podría poner veneno en los ventiladores, sobre todo en la planta centrífuga de Natanz, pero lo malo es q “hay un montón q son falsos y la inteligencia allí no funciona bien, por lo que la mejor opción es bombardearlos”. El ex oficial también revela a Hersh que la atención al programa nuclear ha abierto brechas en la oficina del Jefe Adjunto de Personal al intentaron eliminar el plan nuclear de las posibles soluciones, pero se encontraron con una negativa frontal que venía directamente desde arriba.

El Consejero del Pentágono en la Guerra al Terror, confirmó al periodista que desde el gobierno estaban considerando seriamente la opción nuclear, aunque fuese con la mayoría de los Jefes Adjuntos están en contra de utilizar esa opción; la cosa cambiaría, en opinión del consejero, si la mayoría de los oficiales del Pentágono también estuviesen en contra, con lo que probablemente no se llevaría a cabo.

Reacción en cadena
Según el Consejero del Pentágono, atacar Irán supondría una reacción en cadena y algo que no gustaría demasiado al resto de la población musulmana del mundo; algo que no parece molestar demasiado al gobierno estadounidense, que como afirma el Consejero, ya tiene tropas en Irán estudiando el terreno, “que están llegando a acuerdos con tribus locales para que les guíen y también causar tensión étnica”.

Otro de los factores que plantea Seymour Hersh como origen de la decisión del gobierno, es la profunda desconfianza de Bush con Ahmadineyad, que ha hecho más fuerte su determinación de bombardearlo. El actual presidente de Irán, también activa las sospechas de Bush por haber pertenecido a la Guardia Revolucionaria vinculada a Hezbolláh, aunque en un comunicado reciente, Bush ha afirmado que no existe ninguna intención por parte de EEUU de bombardear Irán. Robert Bauer, encargado de la CIA en oriente medio está convencido de que los iraníes están preparando la bomba nuclear y que son capaces de lanzarla a Israel.

Para un diplomático europeo, entrevistado por Hersh, la decisión última en cuanto al programa nuclear, no sería de Ahmadineyad, sino del Ayatolá Jomeini, máxima instancia religiosa en Irán. “Los Guardias Revolucionarios son los que defienden el programa, pero quien tiene la última palabra es Jomeini”, como declaró el diplomático.

El consejero del pentágono dice que no cree q irán frene su programa nuclear y que está convencido de que “algo malo va a pasar”:

Dios puede sonreirnos, pero yo no lo creo. La idea de fondo es que Irán no puede convertirse en un estado nuclear. El problema es que los iraníes se han dado cuenta de que sólo siendo una potencia nuclear pueden defenderse de los Estados Unidos. Algo malo va a pasar.

El canario paquistaní
Meir Dagan, el cabeza del Mossad, la inteligencia israelí, dice que Irán está como mucho a dos años de conseguir uranio enriquecido, aunque los norteamericanos no están tan seguros, ya que A.Q.Khan, el padre del programa nuclear pakistaní, ha dicho a los neoconservadores todo lo que ellos quieren oir, ya que él estuvo al menos en una ocasión en Teherán, en los 80, según comentó al periodista un antiguo oficial de inteligencia israelí.

Hersh dice también que la credibilidad del gobierno en cuanto a la supuesta acción iraní del programa nuclear no civil, es que también afirmó que tenía pruebas de que Iraq guardaba armas de destrucción masiva. Joseph Cincirione, del Centro Carnegie para la Seguridad y la Paz Internacional dice que ve paralelismos entre las dos actuaciones:

El vice presindente de los Estados Unidos, da un discurso importante enfocado en la amenaza que supone un país petrolífero en Oriente Medio. El Secretario de Estado le dice al Congreso que la misma nación es nuestro mayor amenaza global. El Secretario de Defensa llama a esa nación, principal sustentadora del terrorismo mundial.

El gobierno también se basa en la información interceptada de un portátil a un agente iraní, en el q se aprecian los esbozos para fabricar varias armas nucleares y una pequeña instalación para enriquecer uranio. Un oficial de inteligencia europeo afirma que hay dudas por su parte de que el material fuese realmente verdadero, ya que los bocetos no parecían verdaderamente serios.

La Agencia de Energía Atómica Internacional cree que Irán tiene la intención de hacer un arma nuclear, pero que hasta el momento “nadie ha presentado ni un solo documento que confirme que Irán tiene un programa nuclear paralelo” y que como mucho están a cinco años de hacerlo. Pero también dice que si EEUU hace cualquier tipo de ofensiva militar, entonces se convertirá en una especie de orgullo nacional iraní, el hacer una bomba nuclear. En Viena, en la reunión que tuvo el director general de la Agencia de Energía Atómica Internacional, Mohamed el Baradei y el Subsecretario de Estado para el control de Armas Robert Joseph, terminó con Joseph, según informó un diplomático a Hersh, diciendo:

No podemos tener una sóla planta centrifugadora en Irán. Es una amenaza directa a la seguridad nacional y la de nuestros aliados, y no lo toleraremos. Queremos que nos aseguréis que no diréis públicamente nada que socave nuestra decisión.

El diplomático dijo q no era necesario que Joseph fuese tan tajante, ya que la Agencia piensa también ser dura con Irán, ya que casi todos sus miembros creen que los líderes iraníes están “completamente locos”. El problema es que los líderes iraníes también buscan una confrontación directa con EEUU.

Reticencias desde la ONU
Para Hersh, el problema principal está ahora frente a Naciones Unidas, con China y Rusia reticentes a poner sanciones a Irán. Un ex oficial de la Agencia le aseguró que aunque Irán quisiera parar, EEUU ya no se lo permitiría, ya que no creería que Irán ha dejado el programa y según él, “es un callejón sin salida posible”.

Hersh también dice que los europeos están sorprendidos con la creencia de Bush y Cheney de que una campaña de bombardeo es necesaria, y sobre todo un cambio de régimen, tal y como le comentó un consejero de la diplomacia europea. También le dijo que los británicos no estaban contentos con los planes de Bush, de los que ya estaban enterados desde hace tiempo, y que creen que será difícil alinear a los europeos con esa idea. El diplomático también afirmó estar convencido de que Irán se está echando un farol y seguirá pareciendo muy seguro de sí mismo; si ve que las cosas comienzan a ponerse feas, simplemente se echará atrás.

Para el ganador del Pulitzer, muchos oficiales europeos se muestran escépticos sobre el valor de un bombardeo americano; según un oficial de inteligencia europeo, “no haría otra cosa que beneficiar al régimen iraní”. Además otra pieza clave en todo esto es Israel, que ha sido un factor decisivo también en el actual plan de acción. Bush dejó claro que tomaría acciones militares para proteger a su aliado israelí, en el caso de que creyese que es amenazado.

En cuanto al posible bloqueo de los más de los cuatrocientos millones de barriles de petróleo que Irán produce al día, EEUU se muestra confiado, ya que como le dijo a Hersh un oficial de defensa retirado, “hay reservas estratégicas que pueden suministrar a los Estados Unidos durante 60 días”.

Hezbolláh tampoco se quedaría sentada, como apunta el veterano periodista, sino que desde el sur de Líbano, también comenzaría a atacar posiciones israelíes, aunque el Consejero del Gobierno asegura que desde Israel y el propio Líbano se encargarían de “borrarlos del mapa”.

Un diplomático de alto rango, avisa de que si Irán es atacado, esto podría convertir a Ahmadineyad en otro Sadam Husein;

Hay gente en Washington que estarían muy descontentos si se encuentrase una solución. Todavía apuestan por el aislamiento y el cambio de régimen. La ventana de la oportunidad es ahora.

Tomado de periodistadigital.com