Planifican boda para princesa que desató la masacre real en Nepal
   
16 de abril de 2006

Nueva Delhi - La princesa Devyani Rana, la mujer que supuestamente propició sin quererlo la masacre de nueve miembros de la familia real de Nepal en 2001, tiene planes para casarse próximamente en la India.

El novio elegido es Ashwarya Singh, nieto del ministro indio de Desarrollo y Recursos Humanos, Arjun Singh, por lo que la boda será "uno de los grandes eventos del calendario social de Delhi", según asegura hoy el diario "The Times of India".

Devyani Rana


La madre de la posible novia, Bina Singh, de origen indio, señaló a ese periódico: "no voy a hacer ningún comentario hasta que todo esté formalizado", pero fuentes próximas a la familia dan por hecho el futuro enlace.

El nombre de Devyani Rana saltó tristemente a la fama después de que el 1 de junio de 2001 nueve miembros de la familia real de Nepal, incluidos el rey Birendra, la reina Aishwarya y el príncipe heredero Dipendra, muriesen a balazos en una celebración familiar.

La versión oficial apunta a que el magnicida fue Dipendra, quien, borracho y drogado, habría matado a casi toda su familia por el rechazo a que se casase con Devyani, la mujer a la que amaba desde hacía años, antes de acabar con su propia vida con un disparo en la cabeza.

La reina Aishwarya encabezaba esa oposición debido al estilo liberal de vida de Devyani y, sobre todo, a que pertenecía a una rama del clan Rana enfrentado secularmente con la familia real nepalí Sha.

Nada más producirse el asesinato en masa, la princesa Devyani, que desciende de la familia real de Gwalior, una de las más ricas de la India, se marchó apresuradamente de Nepal para no volver más y desde entonces reside en la casa familiar de Nueva Delhi.

El asesinato de gran parte de la familia real nepalí ha dado lugar a numerosas conjeturas y son muchos en Nepal los que creen que el responsable fue el actual rey Gyanendra, hermano menor del monarca asesinado y quien nunca ha sido querido por su pueblo.

Casualmente, Gyanendra no había asistido a la fiesta familiar donde ocurrió la masacre por encontrarse en Pokhara, a unos 300 kilómetros de distancia, pero su esposa y su hijo, el odiado príncipe Paras, que sí estaban allí, resultaron ilesos. EFE