La
Administración del presidente Vicente Fox "expresa
su preocupación porque, como parte de la implementación
de algunas disposiciones de la ley, se incurre en actos de discriminación
contra los mexicanos en Georgia", dijo el portavoz del mandatario,
Rubén Aguilar.
Añadió
que el Gobierno de México considera que "medidas parciales,
como las que implica esta norma, son insuficientes para resolver
de manera integral el complejo fenómeno migratorio entre
los dos países".
El
gobernador de Georgia, Sonny Perdue, refrendó ayer con
su firma la Ley de Seguridad e Inmigración (SB 529) de
ese estado que impone penas más severas para los inmigrantes
indocumentados y nuevas exigencias a los empleadores.
La
ley no anulará el derecho de cualquier persona a atención
médica de emergencia o el de los niños a recibir
educación pública, independientemente de su situación
migratoria, pero sí requiere que se verifique el estatus
migratorio para solicitar otros beneficios.
Asimismo, la ley exige a los empleadores que comprueben si sus
trabajadores residen legalmente en el país, aunque esta
cláusula entrará en vigor en 2009.
El
portavoz de Fox dijo en una conferencia de prensa que la Secretaría
de Relaciones Exteriores (SRE) y los consulados mexicanos en EEUU
"estarán muy pendientes del desarrollo de la aplicación"
de la ley promulgada por Perdue.
Aguilar
indicó que los dos países están interesados
en "establecer medidas que garanticen un flujo migratorio
legal, seguro ordenado y respetuoso de los derechos humanos".
El
funcionario indicó que el Gobierno mexicano seguirá
"proporcionando información a las autoridades estadounidenses"
para buscar que el Congreso Federal apruebe una reforma "integral".
Aguilar
destacó que mientras Perdue firmaba la norma en Georgia,
la gobernadora del fronterizo estado de Arizona, Janet Napolitano,
"vetaba una iniciativa de ley que iba en contra de inmigrantes".
"Esto
sólo revela la complejidad de un problema de que atañe
a los dos países, y que sólo habrá de ser
resuelto en la medida en que se contemple integralmente el fenómeno",
señaló.
Añadió
que el Gobierno mexicano es respetuoso de las decisiones autónomas
de las autoridades estadounidenses y se manifestó "optimista"
que el Senado de ese país, que el 27 de abril reiniciará
la discusión de la reforma migratoria, apruebe finalmente
una medida que satisfaga las aspiraciones de México.
El
funcionario dijo también que los diplomáticos mexicanos
en Estados Unidos no tomarán parte del "boicot comercial"
anunciado por los inmigrantes para exigir una reforma migratoria
"justa e integral" y que el Gobierno de Fox "respeta
las decisiones de la sociedad civil".
La
participación de los diplomáticos en esa jornada
representaría "una violación a la soberanía
de EEUU" y una "actitud injerencista por parte de México,
que no queremos que nadie tenga con nosotros", enfatizó
Aguilar. EFE