El
barril de Brent para entrega en el mes de junio llegó a
tocar esta mañana los 72,20 dólares, una cifra sin
precedentes desde que el International Petroleum Exchange (IPE),
llamado ahora Intercontinental Exchange Futures (ICE), empezó
a funcionar en 1988.
Tras
marcar ese máximo histórico, el precio del crudo
del mar del Norte, que ha batido más de cinco récord
consecutivos en los últimos días, se moderó
y cotizó por debajo de los 72 dólares.
En
Nueva York, el petróleo de Texas siguió la senda
del Brent y este lunes concluyó la jornada con un precio
de 70,40 dólares por barril, a sólo 45 centavos
del récord de 70,85 dólares contabilizado en la
sesión del 30 de agosto pasado, cuando el huracán
"Katrina" causó graves daños en el golfo
de México.
Normalmente,
el Brent suele ser más barato que el petróleo tejano,
si bien la crisis iraní ha invertido esa situación
debido a que Europa importa petróleo de ese país
y Estados Unidos no.
Según
los expertos, este repunte del "oro negro" se debe,
sobre todo, a la tensión internacional provocada por el
controvertido programa nuclear de Irán y las noticias publicadas
recientemente sobre la posibilidad de un ataque militar de EEUU
contra ese país.
Motivos
del alza
"La principal causa de estos altos precios es la geopolítica
por lo que está pasando en Oriente Próximo: Irán
y la cuestión nuclear, lo que está ocurriendo en
Palestina con la tensión del nuevo Gobierno (de Hamas),
la decepción en Irak por el estancamiento para formar un
Gobierno...", comentó a EFE Mohammed Ali Zeimi, analista
del Centro de Estudios de Energía Global, con sede en Londres.
En opinión de Zeimi, Irán es el cuarto productor
mundial de petróleo con una producción de "2,5
millones de barriles diarios", de ahí que los mercados
teman que un agravamiento de la crisis iraní pueda perjudicar
gravemente a las exportaciones de ese país.
"Si el suministro de Irán se reduce o se corta",
ese hecho "llevaría el caos al mercado", explicó
el experto, para quien el futuro del crudo dependerá de
la gravedad del contencioso iraní: "Cuanto más
grave sea la crisis -dijo-, más alto será el precio".
Preguntado sobre si la Organización de Países Exportadores
de Petróleo (OPEP), de la que Irán es miembro, puede
hacer mucho para contener el encarecimiento del crudo, el analista
respondió que "no", pues "cuando se trata
de geopolítica, no tiene control sobre eso".
Sin visos de ceder a la presión internacional, el presidente
de Irán, Mahmud Ahmadineyad, anunció la semana pasada
que su país ha conseguido completar el ciclo de producción
de combustible nuclear, primer paso en el proceso de enriquecimiento
de uranio.
Este lunes, la Administración estadounidense reiteró
su preocupación por las afirmaciones de Ahmadineyad.
Estados Unidos, que mantendrá hoy contactos con otras potencias
para estudiar la posibilidad de imponer sanciones a Teherán,
es partidario de que el Consejo de Seguridad de la ONU aplique
severas medidas diplomáticas contra el régimen de
los ayatolás, como la congelación de activos o la
restricción de visados.
Aunque el Ejecutivo de Teherán insiste en que su programa
nuclear sólo persigue fines civiles, como la generación
de energía eléctrica, EEUU y la Unión Europea
consideran que Irán pretende construir armas atómicas.
Por otro lado, los mercados también andan inquietos por
la situación en Nigeria, quinto productor de la OPEP, donde
parte de la producción está paralizada por los bloqueos
de grupos rebeldes.
Otro factor preocupante es la amenaza hecha el pasado día
15 por el Gobierno de Chad de interrumpir el suministro de sus
160.000 barriles diarios si no se liberan los fondos que le concedió
el Banco Mundial(BM) para construir un oleoducto.
Y por si fuera poco, no cesa la situación de guerra civil
de hecho que vive Irak, tercer productor mundial del crudo, tras
la invasión militar liderada por Estados Unidos en 2003.
EFE