Marchas inmigrantes
unieron a hispanos
   

20 de abril de 2006

Washington - Las marchas recientes de inmigrantes en EEUU ayudaron a crear un clima favorable para una reforma migratoria y a unificar a la comunidad hispana en el país, aunque algunas pudieron tener un efecto contrario, opinaron hoy encuestadores y expertos.

"Las marchas, que son pacíficas y positivas, tuvieron un efecto muy positivo, ciertamente atraparon la atención de muchos miembros" del Congreso, dijo Ed Goeas, director del Grupo Tarrance, una encuestadora vinculada al Partido Republicano.


Sin embargo, Goeas advirtió en una conferencia de que en particular "las marchas en las que hubo inmigrantes que agitaban banderas mexicanas, en lugar de agitar banderas estadounidenses como la gran mayoría, tuvieron algún impacto negativo" en la opinión pública.

"La gente quiere a los inmigrantes en este país porque desean ser estadounidenses, y creo que esa reafirmación de la bandera estadounidense es una parte muy positiva de eso", comentó.

Sobre la base de diversas encuestas, Goeas aseguró que la población "cree que hay un problema. Quiere asegurar la frontera, quiere acabar con la inmigración ilegal".

Pero, al mismo tiempo, "es muy razonable con los 11 o 12 millones" de inmigrantes indocumentados en EEUU y quiere aumentar la inmigración legal, manifestó Frank Sharry, director del Foro Nacional de Inmigración, indicó que existe "una convergencia notable de inmigrantes en las calles, banderas estadounidenses que dicen que quieren ser ciudadanos, con encuestas que revelan que el público está frustrado porque sus líderes no han logrado resolver este problema".

"La única pregunta es si nuestros líderes van a alcanzar una solución pedida por el público y los inmigrantes", señaló Sharry, cuya organización independiente promovió la conferencia sobre reforma migratoria y opinión pública.

"Es más fácil enfocar este debate en cuanto a que si eres más duro o eres blando, o si estás por más o por menos (inmigrantes), pero la respuesta es que tenemos que ser listos y justos, ser duros y abrirnos, y eso es difícil de tragar para los políticos", añadió el experto.

Sergio Bendixen, director de la encuestadora Bendixen y Asociados, sostuvo en base a estudios propios que "el mayor impacto de las manifestaciones ha sido unificar a la comunidad hispana en este tema".

"También pienso que tuvieron un impacto en el debate general, porque estas manifestaciones no son sólo de gente que estaba indocumentada o inmigrantes ilegales; muchos de ellos eran inmigrantes legales, muchos eran hispanos nacidos en EEUU", observó.

Según Bendixen, eso refutó el "argumento de miembros del Congreso, que dice que muchos inmigrantes legales tienen una opinión negativa de los ilegales".

A su juicio, las manifestaciones "muestran que básicamente todos los hispanos, y en ese aspecto todos los inmigrantes, están ofendidos por el tono y la sustancia del debate inmigratorio".

Bendixen afirmó que muchos de los inmigrantes indocumentados "arriesgaron sus vidas" para vivir en EEUU y "sería muy difícil para ellos aceptar cualquier programa que requiera que se vayan de regreso", aunque colaborarían con un proceso que garantice su legalización.

Tamar Jacoby, experta en inmigración del Instituto Manhattan, manifestó su asombro porque "el público está prestando atención de un modo totalmente novedoso" al debate migratorio.

Aseguró que en diferentes grupos de trabajo formados para comprender la opinión pública estadounidense sobre el tema se observa una evolución hacia posturas más "prácticas" respecto los inmigrantes indocumentados.

David Mermin, socio de Lake Research, una encuestadora vinculada al Partido Demócrata, advirtió de que los votantes estadounidenses van a ser muy resistentes" a cualquier acción del gobierno mexicano en materia migratoria que vean como una intromisión en los asuntos políticos de su país. EFE

 
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