El
porcentaje, equivalente a 38 millones de personas, se situará
por encima del objetivo del 5,7 por ciento establecido en el programa
del Milenio de Naciones Unidas.
Esa
iniciativa de la ONU, que suscribieron 189 países en el
año 2000, nació con la intención de reducir
a la mitad la pobreza extrema en el 2015 frente a los niveles
de 1990, y persigue también otros objetivos como la educación
primaria universal y la reducción de la mortalidad infantil.
Según
"Global Monitoring Report 2006", el informe anual del
Banco Mundial (BM) publicado hoy en el que se evalúa el
progreso en la consecución de los Objetivos del Milenio
en el mundo, la reducción de la pobreza en América
Latina ha sido de menos del uno por ciento entre los años
2002 y 2005.
La
situación es especialmente difícil para los países
con menores ingresos, como Bolivia, Honduras y Nicaragua, que
crecen por debajo de la media y tendrán más problemas
para eliminar la lacra de la pobreza extrema.
Latinoamérica
se queda así rezagada frente a otras partes del mundo,
que han superado ya el objetivo de reducción de la pobreza.
En
esa situación está la región del este asiático
y el Pacífico, que ha reducido la pobreza extrema -el número
de personas que vive con menos de un dólar por día-
desde el 29,5 por ciento en 1990, al 11,6 por ciento en el 2002,
y espera que la cifra baje hasta el 0,7 por ciento para el 2015.
Pero
no todo son malas noticias: Latinoamérica va camino de
cumplir algunos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (MDG,
por sus siglas en inglés) como la educación básica
universal, la reducción de la mortalidad infantil en dos
terceras partes para el 2015 y la igualdad de género en
la educación primaria y secundaria, es decir el acceso
a la educación del mismo número de niños
y niñas.
El
análisis del Banco cita, como un ejemplo de las mayores
oportunidades de la mujer, el caso de Argentina, donde el empleo
femenino en sectores no agrícolas alcanzó el 48
por ciento en el 2003 (último año para el que hay
cifras disponibles), frente al 36 por ciento de 1990.
Perú,
por su parte, ha reducido la mortalidad infantil desde los 80
niños fallecidos antes de los cinco años por cada
1.000 nacimientos de 1990, hasta 29 muertes por cada 1.000 en
el 2004.
Ningún
país de Latinoamérica ha logrado reducir el índice
de nuevos casos de sida, aunque el BM apunta que la epidemia en
Haití, una de las más antiguas, parece haber alcanzado
un punto de inflexión.
Asimismo,
la cifra de personas infectadas con el virus que recibe tratamiento
con antirretrovirales, los medicamentos usados para eliminar o
inhibir la multiplicación del VIH, supera ahora el 80 por
ciento en Argentina, Brasil, Chile y Cuba.
Esos
tratamientos evitaron, según el BM, entre 250.000 y 300.000
muertes en el 2005.
América
Latina es, además, una de las dos únicas regiones
-junto con el Este de Asia que alcanzará los niveles de
potabilización de agua y alcantarillado establecidos por
la ONU.
Por
lo demás, el informe divulgado hoy insiste en que el conseguir
los objetivos del Milenio no depende tan solo de unas mayores
tasas de crecimiento, sino de un cóctel que incluye también
reformas comerciales y buenas prácticas de gobierno.
El
buen gobierno, dice el BM, requiere reglas claras, información
transparente para evaluar los resultados e incentivos y leyes
que premien los éxitos y penalicen los fracasos.
"Este
informe muestra que la corrupción es el resultado del mal
gobierno", dijo Paul Wolfowitz, presidente del Banco Mundial
en un comunicado.
Africa
sigue siendo la región más azotada por la pobreza,
ya que un 44 de sus habitantes vive con menos de un dólar
al día. EFE