Los
periodistas formaron parte del primer curso "Corresponsal
en Zona de Conflicto", que la Policía Nacional (PN)
de Panamá impartió esta semana en el Centro de Capacitación
y Especialización Policial (CECAPOL) para compartir sus
procedimientos en llamadas áreas "rojas".
Los profesionales de la información, ocho de ellos mujeres,
armados sólo con sus cámaras, libretas y mochilas,
soportaron el "ataque sorpresa" con la misma "sangre
fría" y espíritu de cuerpo de las tropas elite
que Panamá tiene preparadas para defender las fronteras,
según sus instructores, encabezados por el teniente Eduardo
Arauz.
La primera experiencia de formación y convivencia entre
policías y periodistas era "impensable" hace
15 años, según reconoció el propio subdirector
de la PN, comisionado Emanuel Landau, quien otorgó los
certificados de aprobación el viernes.
Primeros auxilios básicos, saber desplazarse en la escena
del crimen sin contaminar los indicios, ni interferir con la autoridad,
fueron el "calentamiento" inicial del curso acelerado,
no exento de preguntas inquisitivas de los informadores, que comparaban
los datos con lo que a veces ven hacer en la calle a los agentes
del orden.
Pero todos coincidieron en que la jornada más intensa fue
la de operaciones rurales, encabezada por el teniente Arauz, instructor
de la Dirección Nacional de Fronteras, quien tuvo la paciencia
de compartir sus conocimientos sobre la confección de nudos
para evacuaciones, descenso vertical y unir cabos sueltos.
Conocer las plantas comestibles y venenosas, cómo impermeabilizar
la mochila, los tipos de arrastre en caso de evacuación,
evacuar a un colega herido o subir y bajar de un camión
porta-tropa, fueron otros de los ejercicios del curso.
La agotadora jornada del miércoles pasado fue coronada
por la marcha nocturna a los terrenos de la selva junto a la antigua
base aérea estadounidense de Howard, donde los informadores
fueron "emboscados", lloraron por el gas lacrimógeno
y después de una marcha recibieron el aprobado de sus instructores.
"La
verdad es que cuando llegué yo sentía que los policías
eran una m..., pero ahora he cambiado, porque he conocido todo
lo que se sacrifican por cumplir su deber", comentó
espontáneamente a ACAN-EFE una de las jóvenes participantes.
En la víspera, dos sargentos del Grupo de Acción
Policial (GAP), Carlos Loo y Gabriel Murillo, instruyeron sobre
los diversos tipos de armas que usa la policía para intervenir
en operaciones urbanas anti-secuestro y exhibieron películas
sobre casos reales.
Esta unidad, junto con el Grupo de Operaciones Especiales (GOE),
de operaciones rurales, forman la Unidad de Fuerzas Especiales,
que ha recibido entrenamiento en Colombia, Chile, EEUU, España,
Ecuador, Israel, Puerto Rico, Perú y Taiwán, entre
otros países.
Esta tropa de comandos es la primera línea de fuego en
caso de incidentes como las incursiones de guerrilleros o paramilitares
en la frontera con Colombia, la defensa de puntos estratégicos
en el Canal de Panamá o contra terrorismo.
Disparar una pistola Glock 17 y un fusil AK-47 fue otra experiencia
impactante para la mayoría de los periodistas, quienes
no dudaron en llevarse la silueta en la que impactaron sus tiros,
o un par de casquillos como recuerdo.
El sargento de la Unidad de Reconocimiento Tomás Reyes,
"Perro", se lució con su explicación sobre
operaciones nocturnas y las anécdotas de las persecuciones
contra guerrilleros y paramilitares en la selva de Darién.
El mayor Jorge Escobar, jefe del CECAPOL, explicó el fundamento
doctrinal que está desarrollando en los últimos
años la PN y el mando coordinado que se ha establecido
entre todos los componentes de la Fuerza Pública para fortalecer
su servicio en la sociedad, capacitando a todos sus efectivos.
Este cambio, iniciado en 2004, pasa por haber implantado 17 programas
educativos universitarios con reconocimiento internacional, que
tiene entre sus metas que en tres años todos los oficiales
posean estudios de maestría y los subalternos al menos
secundaria completa. EFE