25 de abril de 2006 
  • Comunidades migrantes y fronterizas denuncian la intimidación y la violencia de las recientes redadas

Especial para Proceso Digital

Arizona - El sueño americano se ha vuelto más que una pesadilla para los miles de hondureños y centroamericanos que viajan en busca de mejores horizontes a Estados Unidos, ya que las redadas policiales han arreciado en los últimos días en Estados Unidos para detener el creciente flujo de indocumentados.

En días pasados el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), a través de su brazo ejecutivo como el ICE, realizó redadas anti-migrantes simultáneas en al menos seis estados de la unión americana y detuvo a cientos de indocumentados que inmediatamente fueron puestos en proceso de deportación.

En las redadas anti-inmigrantes, muchos supervisores y oficiales menores de varias empresas fueron también arrestados y les impusieron cargos criminales. Los agentes y oficiales de migración agresivamente prometieron más redadas y deportaciones en los próximos días.

Todo lo anterior se presentó como antesala propagandística del Secretario de Seguridad Nacional al anunciar el inicio del Programa Comprensivo de Aplicación de las Leyes de Inmigración en el Interior del país.

La Alianza de Comunidades Fronterizas por los Derechos Humanos y sus aliados en el interior del país ven con gran preocupación no sólo el impacto que este clima de hostigamiento trae hacia familias migrantes.

“Cuestionamos el motivo político del ejecutivo al ordenar la implementación de estos operativos justo cuando el país vive con gran intensidad el debate sobre la reforma migratoria”, señala la organización en un comunicado de prensa enviado a Proceso Digital.

Tan sólo hace un par de semanas cientos de miles de familias migrantes y sus aliados salieron pacíficamente a las calles de muchas ciudades del país pidiendo derechos, dignidad e integración y la respuesta a ello hoy ha sido la violencia, criminalización y deportación,” explicó Christian Ramírez del Comité de Amigos Americanos en San Diego, California.

A juicio de Ramírez estas agresiones contra inmigrantes reflejan la postura de un sector de la administración del presidente George Bush, que pretende usar la fuerza, la persecución y la criminalización para condicionar el debate sobre reforma migratoria que actualmente llevan a cabo en el congreso de los Estados Unidos.

Al mismo tiempo, la implementación de este programa por parte del Departamento de Seguridad Nacional intenta mandar un mensaje de desesperanza y temor que deja en entre dicho los derechos civiles y humanos para los trabajadores migrantes que viven nación,

“Es obvio que las autoridades migratorias y la actual administración rescataron de la historia el ‘programa de sanción de empleadores’ cuando la comunidad migrante empieza a reclamar sus derechos y un espacio digno en esta sociedad. Quieren una vez mas imponernos el miedo y la desesperación para que no reclamemos nada,” dijo Diana Mejía de Viento del Espíritu, una organización por los derechos humanos de Nueva Jersey y Nueva York.

Mejía que con esto quieren una vez mas imponer el miedo y la desesperación para que los migrantes no reclamen nada. “Quieren asustarnos para que no levantemos nuestras voces, como ya lo hemos empezado ha hacer. Ellos no lograran desanimarnos ni derrotar nuestra esperanza de una vida digna.”

Las organizaciones comunitarias y de derechos humanos que se congregan alrededor de la Alianza de Comunidades Fronterizas enfatizaron, hoy más que nunca, la necesidad de defender los derechos civiles consagrados por la Constitución de los Estados Unidos, para toda persona que radique en EE UU.

“Nosotros queremos mandar un mensaje de tranquilidad y de derechos a nuestra comunidad,” dijo Jennifer Allen, directora de la Red de Acción Fronteriza en Arizona.

“Si alguna persona se encuentra en medio de una redada, pues que permanezca tranquila y que no corra. Además, es relevante recordar en ese preciso momento que usted tiene los derechos a permanecer callado y no decir nada, de preguntar al agente de inmigración por qué lo está interrogando, de requerir ayuda legal de alguna agencia o abogado; de no firmar ningún papel si no entiende las consecuencias y de exigir una audiencia ante un juez. Todo eso lo permite y lo garantiza nuestra constitución,” agregó Allen.

Campaña para detener abusos
En las siguientes semanas, varias organizaciones fronterizas lanzaran una amplia campaña comunitaria para documentar abusos y violaciones a los derechos civiles y humanos.

Ante las circunstancias, se pondrá un especial énfasis en documentar agresiones a los migrantes en los lugares de trabajo y a las represalias contra estudiantes por participar en las recientes movilizaciones pro-migrantes.

“Seguimos pensando que la razón y la sensatez imperarán para que el Congreso y la actual administración se pongan de acuerdo en la necesidad de reformar integralmente las actuales leyes de migración”, señala la Alianza de Comunidades Fronterizas por los Derechos Humanos.

Dicha reforma-agregan-tiene que darle un lugar justo y digno a los millones de familias inmigrantes y desechar la tentación de algunos grupos de reprimir y criminalizar a esos trabajadores que sostienen un importante parte de la economía de los Estados Unidos.

De continuar el gobierno de este país con la represión y la persecución de migrantes como único camino para resolver el debate sobre el fenómeno migratorio, se perderían los valores de justicia, democracia y libertad” concluyo García.