Tegucigalpa
- Al vencerse hoy el plazo de reinscripción al Estatus
de Protección temporal (TPS), unos 55 mil compatriotas
que residen en Estados Unidos habían presentado sus documentos
de reinscripción a ese programa migratorio, informó
el secretario de Relaciones Exteriores, Milton Jiménez
Puerto.
Jiménez
Puerto expresó su confianza de que en lo que resta del
día para que venza el plazo concedido por las autoridades
migratorias norteamericanas, miles de hondureños más
acudan a la oficina de Migración de EE UU a presentar
sus documentos para evitar quedar expuestos a la deportación.
Este
1 de junio vence oficialmente el término concedido por
el Servicio de Inmigración de EE UU para que los hondureños
y nicaragüenses, amparados en ese programa migratorio,
acudan a solicitar su reinscripción, lo que les permitirá
residir y laborar legalmente un año más en tierras
estadounidenses.
Según
cifras de la Cancillería, el 2005 se reinscribieron al
TPS más de 85 mil hondureños, pero este año
esa cifra se estima que será mucho menor, debido a que
muchos compatriotas ya lograron regularizar su situación
migratoria en aquel país y otros han preferido retornar
al suelo patrio.
El
canciller dijo que en los últimos meses se realizó
una intensa campaña a través de los medios de
comunicación, los consulados y las organizaciones de
hondureños en EE UU para motivar a los miles de compatriotas
que residen en los diferentes estados de la unión americana
a acudir a hacer sus trámites de reinscripción.
Dijo
que por ahora no tiene las cifras oficiales de los hondureños
reinscritos porque las mismas se proporcionan dos semanas después
de culminado el proceso, pero, según los registros extraoficiales
manejados por el gobierno hondureño, se estima que hasta
ayer se habían reinscrito unos 55 mil compatriotas.
“Por
ahora la información que manejamos anda arriba de los
55 mil compatriotas y esperamos que al final de todos el proceso
y al final de este día, particularmente, tengamos inscritos
más del 90 por ciento de hondureños y hondureñas
que gozan de ese derecho”, anotó.
El
jefe de la diplomacia hondureña agregó que muchos
de los connacionales que estaban amparados bajo el TPS han contraído
matrimonio con ciudadanos estadounidenses y otros han cumplido
con algunos requisitos legales que les permite gozar de la residencia
legal y permanente en EE UU.
El
TPS es una figura migratoria aprobada por la administración
del ex presidente Bill Clinton para ayudar los ciudadanos de
los países centroamericanos que fueron afectados por
el huracán Mitch en 1998. Desde 1999 a la fecha, ese
beneficio ha sido ampliado en seis oportunidades por las autoridades
estadounidenses.
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Jiménez
Puerto indicó que, quizás, esta sea la última
vez que EE UU amplia el TPS a favor de los hondureños
indocumentados, pero en el futuro abre las puertas para
poder optar a la residencia permanente, considerando la
conducta de respeto a la ley que han mostrado nuestros
compatriotas a lo largo de estos años.
“El
hecho de haber observado esa conducta de cumplimiento
a la ley, les da mayores posibilidades en este proceso
de reforma migratoria que se esta viviendo en Estados
Unidos, de obtener en un plazo corto su permiso de residencia
legal en esa nación”, aseveró el funcionario.
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Miles
quedan fuera
Jorge Medina, presidente de la Asociación Hondureños
Unidos, dijo que la campaña realizada por el gobierno
hondureño fue muy positiva, pero lamentó que miles
de compatriotas se quedaron al margen de gozar nuevamente de
este beneficio a raíz de que cometieron diversas faltas
penadas por las leyes estadounidenses.
“Mucha
gente ha cometido felonías, entre ellas violencia doméstica,
que es castigada fuertemente, ha habido personas que han encarceladas
por drogas o por conducir bajo los efectos del alcohol. Todas
estas felonías han hecho que mucha gente no haya calificado
al TPS”, apuntó.
Otras
de las razones, es que mucha gente tuvo que cambiar de dirección
y no recibieron las cartas de notificación del Servicio
de Inmigración y otros por falta de recursos económicos
para realizar los trámites, ya que hay casos de familias
que tenían que pagar hasta 1,500 dólares y nos
los tenían a mano.
“Nosotros
tenemos aquí en Charlote, Carolina del Norte, un registro
de centenares de hondureños que no pudieron reinscribirse
porque sus casos fueron cerrados y es muy difícil abrirlos
por esas felonías”, aseveró Medina.