Honduras vive mundial
por TV, juegos de mesa y recuerdos de 1982

   
08 de junio de 2006

Tegucigalpa - Los hondureños vivirán el Mundial de Alemania 2006, que comienza mañana, pegados a una pantalla de televisión, jugando al fútbol en salones, canchas sintéticas o de tierra, y recordando la hazaña de su país en España'82.

Miles de hondureños disfrutarán de los partidos del mundial en hoteles, bares y restaurantes, en los que se han instalado aparatos de televisión con pantallas grandes y pequeñas para que nadie se pierda un juego.

En los almacenes de aparatos eléctricos, por su parte, los televisores están en "oferta", para que el aficionado que no pueda ver el mundial fuera de casa lo haga "en la tranquilidad de su hogar".

El mundial ha contagiado a muchos aficionados de Honduras, país que solamente ha participado en una ocasión en la máxima justa del fútbol, en España en 1982, con buen suceso.

Desde entonces, el sueño de los hondureños de ver la bandera de su país flamear en México'86, Italia'90, EEUU'94, Francia'98, Japón y Corea del Sur 02 y ahora Alemania'06 se ha quedado en eso, por la falta de organización en el fútbol del país centroamericano.

Desde el Mundial de España'82, Honduras ha desaprovechado la calidad de al menos tres generaciones de buenos jugadores, de los que muchos demostraron su clase en América, Europa y Asia.

Uno de esos futbolistas hondureños, que para el mundial de 2010 tendrá 31 años de edad, es el delantero David Suazo, quien desde hace seis temporadas juega con el Cagliari, de Italia.

Suazo, se convirtió este año en el máximo goleador en la historia del Cagliari.

Además, Suazo, quien estaría a un paso de ser fichado por el Milán, cerró como tercer goleador en el campeonato italiano y el primero en la lista de jugadores latinoamericanos batiendo porteros rivales.

Otro jugador hondureño que destaca en Italia es el defensa Edgar Alvarez, quien este año fue adquirido plenamente por el Roma.

El Mundial de Alemania también ha metido a muchos hondureños en el entretenimiento de llenar álbumes con cromos de los jugadores de las 32 selecciones participantes, mientras que en los barrios y colonias populares, canchas públicas y privadas, sintéticas o de tierra, y salones de hoteles, muchos juegan el fútbol a su manera.

En algunos hoteles y restaurantes han sido instaladas mesas de "futbolito" en las que pueden jugar uno, dos o tres integrantes por equipo.

En uno de los hoteles capitalinos, se jugará un "mundial", cuya inscripción tiene un coste de 100 lempiras (unos cinco dólares).

En las colonias marginales, muchos niños juegan en canchas de tierra, algunos con verdaderos balones de fútbol, mientras que otros, a causa de la pobreza, lo hacen con pelotas de plástico o de trapo, como se iniciaron algunas de las grandes estrellas de Brasil como Ronaldo.

Según algunos sondeos de opinión, entre los hondureños los favoritos a ganar el mundial son Brasil y Argentina, aunque algunos apuestan por los anfitriones alemanes, Francia, Italia e Inglaterra.

Honduras no pudo clasificarse para el Mundial de Alemania, a pesar de que en la primera fase de su eliminatoria tuvo como entrenador al serbio Bora Milutinovic, quien chocó con muchos adversarios, entre ellos dirigentes de la Federación Nacional Autónoma de Fútbol y un sector de la prensa.

Milutinovic terminó renunciando y en su lugar quedó el hondureño Raúl Martínez, quien fue despedido por malos resultados.

Al final, Honduras terminó su último partido, contra Costa Rica, dirigida por José de la Paz Herrera, el mismo técnico nacional que logró la hazaña de clasificar al Mundial de España'82.

Aquella selección sigue siendo para muchos la mejor que ha tenido Honduras, porque ninguna otra ha vuelto a clasificar.

Por eso, ex seleccionados como Héctor Zelaya, quien le anotó un gol a España en 1982, Gilberto Yearwood, Ramón Maradiaga, Jaime Villegas, Julio César Arzú, Anthony Laing, Porfirio Betancourth, Roberto Figueroa y Allan Costly, entre otros, siguen siendo "glorias vivientes" del fútbol hondureño. Los demás, no son nada. EFE