Tegucigalpa
- Mientras la violencia y los asaltos vinculados a la
actividad de las pandillas campean a lo largo y ancho
del país, el gobierno se da el lujo de congelar
los fondos y de paso desarticular el único programa
existente para la prevención, rehabilitación
y reinserción de jóvenes infractores e
integrantes de maras. Introducción