El
presidente del tribunal, Rauf Abdelrahman, pospuso la sesión
hasta el 10 de julio, día en que están previstos
los alegatos de la defensa y que podría ser el último
de un proceso que ha durado ocho meses.
Los 148 chiíes fueron procesados por un tribunal revolucionario
por su presunta participación en un intento fallido de
asesinato contra Sadam cuando éste pasaba con un convoy
presidencial por el lugar en junio de 1982.
"Según el artículo 421 del Código
Penal iraquí, la oficina del Fiscal solicita la pena
máxima contra los acusados Sadam Husein, Barzán
al Tikriti, Taha Yasin Ramadán y Auad Bandar por su responsabilidad
criminal", dijo el fiscal Yafar Musaui en su intervención
final.
El fiscal consideró que los cuatro acusados eran responsables
de "propagar la corrupción en el mundo, y ni siquiera
los árboles pudieron salvarse de ellos", dijo en
referencia a la política de "tierra quemada"
emprendida por el régimen de Sadam contra Duyail incluso
después de la muerte de los 148 chiíes.
Sin embargo, Musaui pidió conmutar la pena máxima
por otras de prisión a tres de los acusados con el argumento
de que estaban ejecutando órdenes de sus superiores:
estos acusados son Ali Daih, Abdallah Ruie y su hijo Mizher
Ruie.
En su larga intervención, el fiscal arrojó incluso
dudas sobre la veracidad del intento de asesinato de Duyail,
y afirmó que fue un "montaje" destinado a justificar
el posterior proceso y ejecución de los 148 habitantes
de Duyail.
"El jefe de los servicios secretos en Duyail había
cambiado seis meses antes de la matanza -dijo el fiscal-, lo
que indica que estaba planeada con antelación".
Según él, el intento de asesinato de Sadam no
es cierto, "sino un montaje del régimen para justificar
la matanza de Duyail".
Mientras el fiscal hablaba, Sadam y su hermanastro Barzán
tomaban cuidadosamente notas en un cuaderno, y se abstuvieron
de intervenir, obedeciendo al juez Abdelrahman que les había
ordenado silencio mientras estuviera hablando el fiscal.
La televisión que transmite las imágenes del juicio,
con un leve desfase para poder censurarlas, interrumpió
de inmediato la conexión en cuanto el fiscal acabó
su intervención, por lo que no pudo verse cuál
fue la reacción de Sadam y sus ayudantes, que siempre
han proclamado la legalidad de lo sucedido en Duyail.
En todo caso, los ocho acusados tienen todavía una oportunidad
para apelar la sentencia del juez, al no tratarse de un tribunal
militar.
Además, está en preparación un nuevo proceso
contra Sadam y varios colaboradores por la llamada "campaña
de Anfal", en la que el Ejército iraquí atacó
con armas químicas varias zonas del Kurdistán,
y en especial el poblado de Halabya, en 1988, en plena guerra
con Irán, una campaña que dejó miles de
muertos. EFE