20 de junio de 2006 
Por Orfa Mejía
Proceso Digital
  • La policía tiene que ser superior a los delincuentes y lo que pasa en América Latina es que la policía se baja al nivel del delincuente común

Tegucigalpa - Las policías en los países latinoamericanos juegan un papel importante en el control de las violaciones a los derechos humanos de sus ciudadanos, expuso en Tegucigalpa el director del Programa de Derechos Humanos de la Escuela de Leyes de la Universidad de Harvard, James Cavallaro.

Cavallaro llegó a Honduras para participar en la inauguración de la maestría en Derechos Humanos de la Universidad Pedagógica Nacional "Francisco Morazán", que es promovido por el Gobierno de Finlandia y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En una entrevista con Proceso Digital el especialista dijo que los índices de violencia en América Latina son 10 veces más altos que en Estados Unidos y 15 o 20 veces más altos de los que se registran en países europeos.

Planteó la necesidad de revisar las políticas de seguridad e insistió en que no se puede luchar contra el crimen organizado sin una fuerza policial limpia, correcta y profesional.

PD ¿Es la policía uno de los principales actores de violación a los derechos humanos en la región?
James Cavallaro.
Yo prefiero decir que la policía tiene un papel fundamental en el control de las violaciones. Cuando no lo juega bien, cuando la policía tiene involucramiento en los crímenes, cuando no tiene capacidad investigativa, cuando no tiene un alto grado de profesionalismo es que se produce el tipo de situación que se ve en casi todos los países latinos, que son los índices altos de criminalidad y de involucramiento de la policía en la corrupción y en los crímenes, en violaciones directas como torturas, ejecuciones sumarias y otros crímenes y violaciones a los derechos humanos.

El papel de la policía es fundamental e infelizmente la policía en casi todos los países latinos no está a los niveles exigidos por las sociedades democráticas y muchas veces está involucrada directamente en las violaciones.

PD: ¿Frente a esta situación cuál debe ser el papel de los Gobiernos?
Un papel fundamental que los gobiernos suelen no querer asumir es la tarea de limpiar la policía, de sacar los policías corruptos, de fiscalizar con mucho más rigor el trabajo policial. Los Gobiernos suelen no querer hacer eso porque es muy difícil, porque los policías corruptos y violentos son peligrosos, porque puede haber ataques a las autoridades responsables de la investigación, pero se trata de que no se puede luchar contra el crimen organizado sin una fuerza policial limpia, correcta y profesional, no se puede, esa lucha se pierde y se está perdiendo acá, en El Salvador, en Guatemala, en casi todos los países de la región, se ve, en Honduras, pasan en la calle con miedo.

La opción es intentar trabajar con una policía limpia, profesional, no corrupta, capaz de hacer investigaciones inteligentes y bien fiscalizadas, eso pasa por un proceso de depuración de los corruptos y de formación de los nuevos policías y de una fiscalización constante del trabajo policial. Es un trabajo mucho más difícil, es mucho más fácil, rinde más en términos políticos decir vamos a hacer muchos fuertes con el crimen, vamos a lanzar el plan mano dura, gana votos con eso, pero no gana la batalla contra el crimen.

PD: ¿Los índices de criminalidad son similares en toda América Latina, podríamos decir que es una epidemia que está afectando el continente?

En América Latina se ve una clara tendencia hacia el crecimiento de los índices de homicidios violentos con armas de fuego, se está hablando de índices 10 veces más altos que en los Estados Unidos y 15 o 20 veces más que en Europa, entonces allí hay que estudiar que está pasando acá y hay que pensar en los programas y las políticas que han sido implementados en los últimos años y reconocer el fracaso donde ha habido y buscar nuevos caminos.

PD: ¿Puede llevar esto a que los gobiernos no tengan la capacidad de manejar esta problemática?
Infelizmente lo que se percibe es esa crisis de los países centroamericanos, con algunas excepciones, y lo que pasa es que las soluciones no son a corto plazo, son de medio plazo o de largo plazo y ese tipo de solución en la política difícilmente va a ser corregida porque los políticos suelen trabajar con una referencia temporal muy corta.

PD: Me llamó la atención una frase que decía: los policías son buenos cuando se trata de matar pero no de hacer su trabajo ¿es esto aplicable en toda la región?
Casi, casi en toda la región, algunas policías son mejores que otras, pero infelizmente esa tendencia existe. Yo no dudo, yo no dejo de ver que los pandilleros son peligrosos y que cometen crímenes, yo no defiendo el crimen parta de donde parta, sea de quien fuera, lo que nosotros exigimos, y que la policía a veces no quiere aceptar, es que la policía por ser gente del Estado no puede bajar al nivel de los delincuentes, es decir, si un delincuente mata un policía la policía no puede salir para matar otro pandillero, es agente del Estado, tiene que cumplir con la ley; lo que tiene que hacer es detener al tipo, llevarlo preso e infelizmente no es siempre la práctica y tiene que serlo siempre. La policía tiene que ser superior a los delincuentes y lo que pasa en términos generales en América Latina es que la policía baja al nivel del delincuente común.