Pentágono confirma |
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20 de junio de 2006 | ||||
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"Como no estábamos seguros, seguimos adelante y establecimos un cordón alrededor del área para protegerla, para que no pasara nadie hasta que se hiciera de día", agregó el portavoz. Al amanecer, equipos de artificieros y otros expertos llegaron al área para recuperar los cuerpos. El rescate, según el general, se vio complicado por la presencia en la carretera hacia la planta eléctrica de artefactos explosivos caseros, que obligaron a "desmontar algunas cosas antes de llegar" a los cuerpos. El portavoz no quiso confirmar si, como había afirmado horas antes un representante del Ministerio de Defensa iraquí, los cuerpos mostraban señales de tortura. Fuentes militares estadounidenses afirmaron a la cadena de televisión estadounidense CNN que los cuerpos se encontraron "seriamente profanados". Hasta tal punto se encuentran mutilados, según esas fuentes, que no se pudo proceder a una identificación visual y será necesario esperar a que se les efectúen las pruebas de ácido desoxirribonucleico (ADN) para confirmar sus identidades al ciento por ciento. También de acuerdo con la CNN, en los cuerpos se habían ocultado trampas explosivas. En declaraciones a bordo del avión "Air Force One", donde el presidente estadounidense, George W. Bush, viaja a Viena para participar en una cumbre con la Unión Europea, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, afirmó que los cuerpos se repatriarán a EEUU para proceder a su identificación definitiva. "Creo que es un recordatorio de que nos encontramos ante un enemigo brutal que no respeta nada y ataca a civiles para beneficiarse políticamente. Provoca violencia entre confesiones y no sigue ninguna regla bélica", afirmó Hadley. Miles de soldados estadounidenses han participado desde el viernes pasado en operaciones de búsqueda de los dos militares en varias aldeas ubicadas en el llamado "triángulo de la muerte", que incluye localidades como Iskandaria y Mahmudiya, además de Yusefiya.
El Pentágono, sin embargo, duda de la autenticidad de esa declaración. Hasta el momento no ha dado detalles acerca de cómo murieron los dos soldados. La muerte de Menchaca y Tucker representa un duro revés para las fuerzas estadounidenses y para el propio gobierno en Washington, después del golpe de moral obtenido con la muerte del hasta entonces líder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqaui, el pasado 7 de junio en Baquba, al noreste de Bagdad. El anuncio
de la muerte de los dos soldados se produce cuando el Senado de EEUU
debate dos enmiendas demócratas que reclaman la retirada paulatina
o la salida completa de los militares estadounidenses de Irak, que
en la actualidad suman en torno a los 130.000 efectivos. EFE |
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