Pentágono confirma
muerte de dos soldados desaparecidos en Irak

   
20 de junio de 2006

Washington - Los dos cuerpos encontrados al sur de Bagdad son los de los soldados estadounidenses desaparecidos el pasado viernes, según el Pentágono, que no ha querido confirmar que hubiera señales de tortura.

Hasta el momento, el Pentágono se había limitado a confirmar el hallazgo de dos cuerpos, pero no había querido indicar si se trataba de los soldados Kristian Menchaca, de 23 años, y Thomas Tucker, de 25, desaparecidos cerca de Yusefiya, al sur de Bagdad, después de que su patrulla resultara atacada el viernes.

Thomas Tucker..


En una rueda de prensa desde Bagdad retransmitida a la prensa en el Pentágono, un portavoz militar, el general William Caldwell, indicó que encontraron la pasada noche lo que creían que eran los cuerpos de los dos soldados tirados en las cercanías de una planta eléctrica.

"Como no estábamos seguros, seguimos adelante y establecimos un cordón alrededor del área para protegerla, para que no pasara nadie hasta que se hiciera de día", agregó el portavoz.

Al amanecer, equipos de artificieros y otros expertos llegaron al área para recuperar los cuerpos.

El rescate, según el general, se vio complicado por la presencia en la carretera hacia la planta eléctrica de artefactos explosivos caseros, que obligaron a "desmontar algunas cosas antes de llegar" a los cuerpos.

El portavoz no quiso confirmar si, como había afirmado horas antes un representante del Ministerio de Defensa iraquí, los cuerpos mostraban señales de tortura.

Fuentes militares estadounidenses afirmaron a la cadena de televisión estadounidense CNN que los cuerpos se encontraron "seriamente profanados".

Hasta tal punto se encuentran mutilados, según esas fuentes, que no se pudo proceder a una identificación visual y será necesario esperar a que se les efectúen las pruebas de ácido desoxirribonucleico (ADN) para confirmar sus identidades al ciento por ciento.

También de acuerdo con la CNN, en los cuerpos se habían ocultado trampas explosivas.

En declaraciones a bordo del avión "Air Force One", donde el presidente estadounidense, George W. Bush, viaja a Viena para participar en una cumbre con la Unión Europea, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, afirmó que los cuerpos se repatriarán a EEUU para proceder a su identificación definitiva.

"Creo que es un recordatorio de que nos encontramos ante un enemigo brutal que no respeta nada y ataca a civiles para beneficiarse políticamente. Provoca violencia entre confesiones y no sigue ninguna regla bélica", afirmó Hadley.

Miles de soldados estadounidenses han participado desde el viernes pasado en operaciones de búsqueda de los dos militares en varias aldeas ubicadas en el llamado "triángulo de la muerte", que incluye localidades como Iskandaria y Mahmudiya, además de Yusefiya.


Kristian Menchaca.

El llamado "Consejo de Shura (consultivo) de los muyahidines", uno de los grupos integrantes de "Al Qaeda en Mesopotamia", se hizo responsable el lunes pasado, mediante dos comunicados en internet, del secuestro de los dos soldados estadounidense y del de cuatro diplomáticos rusos capturados el 3 de junio pasado en Bagdad.

Otro comunicado colgado en internet afirma que el nuevo líder de Al Qaeda en Irak, Abu Hamza al Muyahir, se encargó de "degollar" a los dos soldados.

El Pentágono, sin embargo, duda de la autenticidad de esa declaración. Hasta el momento no ha dado detalles acerca de cómo murieron los dos soldados.

La muerte de Menchaca y Tucker representa un duro revés para las fuerzas estadounidenses y para el propio gobierno en Washington, después del golpe de moral obtenido con la muerte del hasta entonces líder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqaui, el pasado 7 de junio en Baquba, al noreste de Bagdad.

El anuncio de la muerte de los dos soldados se produce cuando el Senado de EEUU debate dos enmiendas demócratas que reclaman la retirada paulatina o la salida completa de los militares estadounidenses de Irak, que en la actualidad suman en torno a los 130.000 efectivos. EFE