Mejía
indicó a periodistas que esa posibilidad se plantea desde
hace varios años por el hecho de que la base se localiza
en una importante zona de producción agrícola
en el departamento central de Comayagua.
El
ministro recalcó que la posibilidad de reconvertir la
base de Palmerola, situada unos 75 kilómetros al norte
de Tegucigalpa, "hay que analizarla bien, porque de nada
serviría si económicamente no fuera rentable".
Agregó
que el asunto incluso lo planteó el presidente hondureño,
Manuel Zelaya, a su colega de EEUU, George W. Bush, en la visita
que hizo a Washington a principios del presente mes.
Mejía
es de la opinión que "si la cantidad de productos
a exportar desde Palmerola es ínfima, no vale la pena
convertir la base en un aeropuerto comercial".
Además,
la región central de Comayagua tiene muy poco tráfico
aéreo, acotó el ministro hondureño de Defensa.
La
base fue construida a inicios del decenio de los 80 del siglo
pasado por EEUU, a un coste de 30 millones de dólares,
como parte de las operaciones de la política anticomunista
de Washington en Centroamérica.
Mejía
dijo que Washington no pone objeción a que la base pueda
ser convertida en aeropuerto comercial y que, aunque Palmerola
es una instalación militar hondureña compartida
con EEUU, deben "tener respeto por ese país amigo
y consultarle".
Estados
Unidos mantiene una presencia militar en Palmerola, donde además
funciona una academia de aviación y una base de la Fuerza
Aérea Hondureña.
Aristides
Mejía. |
En
esa instalación tiene su centro de operaciones
la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, de EEUU, que coordina
operaciones militares y acciones cívicas con las
Fuerzas Armadas de Honduras.
El
nuevo comandante de esa fuerza es el coronel Christopher
Hughes, quien asumió el cargo ayer, en sustitución
de Edmund Woolfolk.
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Hughes
comentó hoy escuetamente que la última decisión
de convertir la base de Palmerola en un aeropuerto comercial
la tiene Honduras.
Algunos
sectores sociales consideran que Palmerola incluso podría
ser convertido en un aeropuerto civil, en sustitución
del Aeropuerto Internacional de Toncontín, de Tegucigalpa,
que no tiene capacidad para aviones grandes. EFE