"Ticos" acuden a OIRSA para obligar a Honduras a reabrir fronteras al pollo

   

06 de julio de 2006

San José - Costa Rica pidió a la Organización Internacional Regional de Salud Agropecuaria (OIRSA) que intervenga para que Honduras, El Salvador y Guatemala reabran las fronteras al pollo, que fueron cerradas por un brote de una enfermedad respiratoria.

EEl ministro de la Producción, Alfredo Volio, declaró hoy a Acan-Efe que "a OIRSA se le solicitó (esta semana) que intervenga.
Le estamos pidiendo una posición oficial, que explique que la laringotraqueítis no tiene efectos en los humanos y por lo tanto no debe afectar el comercio".

Costa Rica también activó "los mecanismos correspondientes" ante el Consejo de Ministros de la Integración Económica de la región (COMIECO), por medio del ministro de Comercio Exterior, Marco Ruiz.

Volio recordó que desde hace 22 días Honduras mantiene cerrada la frontera al pollo congelado costarricense, mientras El Salvador no ha permitido el ingreso a los huevos y Guatemala a los embutidos.

El ministro aseguró que estos cierres no tienen sentido, pues la laringotraqueítis es una enfermedad respiratoria de las aves que no tiene relación con la gripe aviar y es inofensiva para los humanos, por lo cual su consumo y comercio no se debe ver afectado.

Volio se mostró sorprendido de que Honduras, El Salvador y Guatemala no hayan enviado misiones técnicas para inspeccionar las granjas industriales del país, como ya lo hizo Panamá y Nicaragua, países con los que no hay problemas.

El 22 de junio pasado Costa Rica informó a OIRSA y sus socios comerciales de un brote de la enfermedad en aves de traspatio (no industriales) en la zona del Caribe, el cual afectó a unas mil aves y que ya fue controlado.
Según Volio, ha mantenido constantes conversaciones con sus colegas centroamericanos para que se solucione el problema y lo único que ha conseguido es que Honduras envíe el próximo domingo una delegación técnica de salud animal a realizar una inspección.

El problema más serio es con Honduras, pues mensualmente compra unos 500.000 dólares en pollo congelado y ya suma casi tres semanas de haber cerrado la frontera, donde están estancados al menos dos contenedores del producto.

El funcionario se mostró confiado en que después de la inspección hondureña el conflicto se solucionará, ya que de lo contrario Costa Rica se vería obligado a acudir ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Las autoridades costarricenses aún no reportan pérdidas, pues el pollo puede resistir varios meses congelado.

A El Salvador y Guatemala los flujos comerciales son más pequeños y no hay mercadería atascada en las fronteras, mientras a Panamá y Nicaragua se exporta con normalidad. ACAN-EFE dmm/rsm

 
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