Su entrada en la última edición
de uno de los diccionarios de inglés más vendidos
de EEUU, el Merrian-Webster Collegiate Dictionary, ha sido muy
rápida a juicio de los lingüistas.
Los expertos destacan que la incorporación
se produce sólo cinco años después de la
primera referencia conocida de "google" como verbo en
un artículo del periódico "New York Post".
Los editores del Merrian-Webster incorporan cada
año nuevas palabras y frases del sector científico,
tecnológico y cultural al diccionario tras meses de comprobar
libros, revistas e incluso etiquetas de comida.
Lo que buscan los editores, según Arthur
Bicknell, relaciones públicas del Merriam-Webster, son
pruebas de que las palabras han sido asimiladas en el inglés
escrito.
Pese a que la entrada en el diccionario de Google
refleja la popularidad del buscador, los analistas apuntan también
que al convertirse en verbo, el término puede perder parte
de su valor como marca corporativa.
La empresa californiana parece ser consciente
del problema. Así, en la memoria anual para los inversores
del año pasado, la compañía destaca que "existe
el riesgo de que la palabra 'Google' se convierta en tan común
que se convierta en sinónimo de 'buscar'".
En esa misma memoria, la compañía
indica que de producirse esa situación, la firma podría
perder la protección de su marca registrada, "lo que
podría traducirse en que otra gente usaría la palabra
'Google' para referirse a sus propios productos".
Con ese riesgo como telón de fondo, Google
ofreció una cauta respuesta a su inclusión en el
diccionario, al decir que aprobaba la utilización del término
en referencias al servicio del buscador en específico y
no de buscadores de internet en general.
Tras
la última actualización del diccionario, el Merrian-Webster
tiene ya alrededor de 165.000 entradas. EFE