La
sombra del Mundial perdido hace doce años en Estados Unidos
ante Brasil por la misma fórmula rondó hoy por el
estadio de Berlín, pero los italianos hicieron un pleno
de cinco lanzamientos por medio de Pirlo, Materazzi, De Rossi,
Del Piero y Grosso, mientras que por Francia falló David
Trezeguet.
Italia
volvió a sacar el mayor fruto de su capacidad de
sufrimiento ante una selección francesa que hizo
méritos para el triunfo pero al final vio empañada
su actuación por la expulsión del capitán
Zinedine Zidane en una agresión a Materazzi que empañó
su despedida como profesional. |
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Más
emoción no se le pudo pedir al comienzo del partido. Antes
del minuto de juego Thierry Henry chocó en el centro del
campo con el capitán italiano Fabio Cannavaro y el delantero
del Arsenal quedó conmocionado unos minutos. Todo quedó
en un susto y volvió al campo.
El juego se reanudó y acto seguido la primera tarjeta al
italiano Zambrotta por arrollar como una locomotora a Gallas.
En esta sucesión de sobresaltos llegó el penalti
claro de Materazzi, que desplazó a Malouda dentro del área.
Zizou se hizo enseguida con el balón dorado, lo acarició,
lo colocó y con la misma ternura sorprendió a todos,
desde luego a Buffon también, al lanzarlo con "paradinha",
al suave estilo Panenka.
Fue el instante más largo del encuentro. La pelota se elevó,
dio en el larguero y botó claramente por dentro de la línea.
El capitán se quedó mirando trémulo la trayectoria
del esférico hasta que respiró tranquilo.
Francia sigue infalible en los Mundiales desde el punto fatídico,
pero la ejecución del de hoy provocó un sudor frío
en sus seguidores.
Este gol, tan tempranero y en una final, descompone a cualquiera,
menos a Italia. Con el empuje acostumbrado, Gattuso, Perrotta
y Pirlo se hicieron fuertes en la zona ancha y comenzaron a dar
juego por las bandas a Grosso y Camoranesi.
En una de esas internadas llegó el saque de esquina decisivo.
Pirlo lo colocó con precisión en el centro del área
y Materazzi, dispuesto a enmendar el grave error del penalti,
elevó sus 193 centímetros de estatura para superar
a Vieira y fusilar de espectacular cabezazo a Buffon.
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Empezaba
otra vez la final, pero ya con Italia bien asentada en el
campo y consciente de que el filón estaba en la endeble
banda izquierda francesa que ocupan Abidal y Malouda.
El segundo tanto transalpino pudo llegar en una jugada calcada.
Córner de Pirlo y elevación a la estratosfera,
esta vez de Luca Toni, pero el testarazo lo repelió
el larguero. En ambos casos, el portero Barthez estuvo inseguro. |
Fueron
los peores momentos de Francia. Zidane estaba atenazado y no podía
repartir juego.
El reparador descanso le sentó mejor a Francia, especialmente
a Henry que se plantó hasta tres veces ante Buffon en eléctricas
jugadas personales. La consecuencia fue la marcha inmediata a
las duchas de Perrotta .
El joven Ribery, la revelación de los 'bleus', se contagió
y ensayó el disparo repetidamente, también sin consecuencias.
Incluso Malouda se entonó por su banda zurda.
El decorado había cambiado, ahora era Italia la que sufría,
o lo que es lo mismo se hallaba en su hábitat natural de
agonía. Ya se intuía que no le importaría
llegar a la prórroga.
Los hoy poco inspirados Totti y Camoranesi dieron entrada a Iaquinta
y Del Piero, mientras Henry seguía sembrando el pánico
por la izquierda.
La mejor oportunidad italiana en la segunda parte fue un crudo
lanzamiento directo de falta de Pirlo que salió mínimamente
desviado.
Zidane estaba renqueante de un choque con Cannavaro, una vez más
el muro de la cobertura italiana, pero el gran capitán
galo quiso aguantar en el partido de su adiós definitivo.
Ribery tuvo el gol en sus botas rayando el minuto 100, ya en la
prórroga, aunque su remate raso salió por centímetros
y segundos después fue sustituido por Trezeguet.
Zizou sacó fuerzas de flaqueza para hacer circular a sus
compañeros y a punto estuvo de hacer el segundo en un acrobático
cabezazo a centro de Sagnol que despejó Buffon con problemas.
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Zidane
empañó su gran Mundial y hasta su bien ganada
fama de caballero sobre el campo cuando ya en la segunda
parte de la prórroga fue expulsado por darle un fuerte
cabezazo en el pecho a Materazzi, con el que llevaba discutiendo
unos minutos. Triste despedida para el mejor jugador de
la última década. |
La superioridad numérica sólo le sirvió a
Italia para controlar el partido sin que asediara a Barthez.
Ficha
técnica
1.- Italia: Gianluigi Buffon; Gianluca Zambrotta,
Marco Materazzi, Fabio Cannavaro, Fabio Grosso; Marco Camoranesi
(Alessandro del Piero, m. 87), Gennaro Gatusso, Andrea Pirlo,
Andrea Perrotta (Vincenzo Iaquinta, m. 61); Francesco Totti (Daniele
de Rossi, m. 61); y Luca Toni.
1.- Francia: Fabien Barthez; Willy Sagnol, Lilian
Thuram, William Gallas, Eric Abidal; Patrick Vieira (Alou Diarra,
m. 56), Claude Makelele; Frank Ribery (David Trezeguet, m. 101),
Zinedine Zidane, Florent Malouda; Thierry Henry (Sylvain Wiltord,
m. 107).
Goles: 0-1 m. 7: Zidane, de penalti al estilo
Panenka. El balón dio en el larguero pero botó dentro.
1-1, m. 19: Materazzi supera en el salto a Vieira y marca de cabeza.
Secuencia de los penaltis: Italia, 5 - Francia,
3
Italia: Pirlo (gol), Materazzi (gol), De Rossi
(gol), Del Piero (gol), Grosso (gol).
Francia: Wiltord (gol), Trezeguet (al larguero),
Abidal (gol), Sagnol (gol).
Arbitro: Horacio Elizondo (Argentina). Expulsó
con roja directa a Zidane en el minuto 110 por un cabezazo a Materazzi.
Mostró tarjeta amarilla por Italia a Zambrotta (m. 5) y
por Francia a Sagnol (m. 11), Diarra (m. 76), Makelele (m. 77),
Malouda (m. 111)
Incidencias: Final de la XVIII Copa del Mundo
de fútbol, en el estadio Olímpico de Berlín,
que registró un lleno absoluto con 69.000 espectadores.
Los jefes de Estado de Francia, Jacques Chirac, de Italia, Giorgio
Napolitano, de Sudáfrica, Thabo Mbeki, el secretario general
de la ONU, Kofi Annan, y el presidente alemán, Horst Koehler,
como anfitrión, presenciaron el partido.
También estuvieron en el palco el presidente de la FIFA,
Joseph Blatter, la canciller alemana Angela Merkel, el presidente
del COI, Jacques Rogge, su antecesor, el español Juan Antonio
Samaranch, y el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
EFE