Republicanos confían en
reforma integral este año

   

11 de julio de 2006

Washington - El presidente de EEUU, George W. Bush, "se ha comprometido a lograr una reforma integral del sistema de inmigración" que tiene su país y espera que se obtenga este año, declaró hoy a Efe una portavoz del Comité Nacional Republicano.

Ante la insistencia de políticos del Partido Demócrata en que se apruebe cuanto antes la nueva legislación en esa materia, Hessy Fernández dijo que "Bush y los republicanos han mostrado liderazgo en un asunto que es difícil para todos los estadounidenses".

"Gracias a este presidente y al Partido Republicano, esto se está discutiendo", agregó la portavoz.

El Partido Republicano, que es el de Bush, tiene mayoría en ambas cámaras del Congreso de EEUU, las cuales aprobaron versiones dispares de la reforma migratoria, en diciembre y mayo pasados.

La versión de la Cámara de Representantes es mucho más restrictiva que la del Senado, impone penas por la violación de sus disposiciones y no prevé para los indocumentados la posibilidad de legalizar su situación.

"La Cámara baja pretende criminalizar a los inmigrantes indocumentados y a quienes les ayudan, incluidos los miembros de iglesias y los buenos samaritanos, y eso, directamente, no va a funcionar", manifestó el senador demócrata Edward Kennedy en una conferencia de prensa telefónica la semana pasada.

Fuertes cabildeos
En estos momentos el Congreso celebra consultas populares sobre el asunto en diversas partes del país.

Algunos legisladores demócratas han criticado esas consultas, pues consideran que no hacen más que aplazar el voto en el Capitolio.

"No sé cuál es el verdadero propósito de las audiencias, además de retrasar la aprobación de la reforma", dijo Luis Gutiérrez, legislador por Illinois en la Cámara de Representantes, en la misma conferencia de prensa que Kennedy, el 5 de julio.

Javier Neira, miembro de la Asamblea Nacional Hispana Republicana, dijo a Efe, en conversación telefónica desde Oklahoma, que se siente "optimista respecto a la aprobación este año de una reforma integral del sistema de inmigración".

Las dos cámaras del Congreso, que retornarán a sus labores la semana próxima, deben negociar una armonización de sus proyectos de ley, cuando faltan menos de cuatro meses para las elecciones que renovarán la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

"Este presidente sabe qué importante es esto", señaló Fernández. "El sistema de inmigración está roto y se necesita una reforma integral. Este es un asunto con una gran carga emocional y diferencias de opiniones tanto entre demócratas como entre republicanos, y entre la ciudadanía en general".

Neira explicó que la propuesta de Bush para una "reforma integral" contiene tres elementos principales: el aumento de la seguridad en las fronteras, la aplicación de las leyes migratorias y un programa que permita que más de 11 millones de inmigrantes indocumentados legalicen su situación y, a la larga, adquieran la nacionalidad estadounidense.

"Después del 11 de septiembre (de 2001) la mentalidad de los estadounidenses ha cambiado para siempre", dijo Neira en referencia a los ataques terroristas que dejaron más de 3.500 muertos y heridos en su país.

"Tenemos que vivir con esa preocupación por los ataques terroristas, y de ahí la preocupación por la seguridad de nuestra frontera".

Bush "ha puesto en marcha y promueve un uso eficaz de los recursos disponibles, con el envío de la Guardia Nacional, que se ha planificado de manera estratégica", agregó.

Algunos grupos, partidarios de una militarización de la frontera de EEUU con México y la deportación de los indocumentados, sostienen que el envío de algunos miles de soldados de la Guardia Nacional a una frontera de 3.200 kilómetros de largo es insuficiente.

Neira dijo que "hay grupos extremistas que quisieran cerrar, sellar, la frontera, pero ellos no representan a la mayoría de la ciudadanía ni de la opinión en el Partido Republicano".

La reforma de las leyes de inmigración, señaló, debe incluir un cambio en el número de visas que se otorgan por año y un sistema eficiente para que los empleadores verifiquen la autenticidad de los documentos que presentan los trabajadores que contratan.

Además "hay que hacer algo con casi 11 millones de indocumentados", coincidieron Neira y Fernández. "Están aquí de manera ilegal, pero hay que darles oportunidades. Algunos llevan años viviendo aquí y deben tener la oportunidad de legalizar su situación".

"Si uno vino a trabajar, si paga impuestos, no hay razón para que no tenga las mismas oportunidades que todos los ciudadanos", añadió. EFE

 
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