Ante
la insistencia de políticos del Partido Demócrata
en que se apruebe cuanto antes la nueva legislación en
esa materia, Hessy Fernández dijo que "Bush y los
republicanos han mostrado liderazgo en un asunto que es difícil
para todos los estadounidenses".
"Gracias
a este presidente y al Partido Republicano, esto se está
discutiendo", agregó la portavoz.
El
Partido Republicano, que es el de Bush, tiene mayoría en
ambas cámaras del Congreso de EEUU, las cuales aprobaron
versiones dispares de la reforma migratoria, en diciembre y mayo
pasados.
La
versión de la Cámara de Representantes es mucho
más restrictiva que la del Senado, impone penas por la
violación de sus disposiciones y no prevé para los
indocumentados la posibilidad de legalizar su situación.
"La
Cámara baja pretende criminalizar a los inmigrantes indocumentados
y a quienes les ayudan, incluidos los miembros de iglesias y los
buenos samaritanos, y eso, directamente, no va a funcionar",
manifestó el senador demócrata Edward Kennedy en
una conferencia de prensa telefónica la semana pasada.
Fuertes
cabildeos
En estos momentos el Congreso celebra consultas populares sobre
el asunto en diversas partes del país.
Algunos
legisladores demócratas han criticado esas consultas, pues
consideran que no hacen más que aplazar el voto en el Capitolio.
"No
sé cuál es el verdadero propósito de las
audiencias, además de retrasar la aprobación de
la reforma", dijo Luis Gutiérrez, legislador por Illinois
en la Cámara de Representantes, en la misma conferencia
de prensa que Kennedy, el 5 de julio.
Javier
Neira, miembro de la Asamblea Nacional Hispana Republicana, dijo
a Efe, en conversación telefónica desde Oklahoma,
que se siente "optimista respecto a la aprobación
este año de una reforma integral del sistema de inmigración".
Las
dos cámaras del Congreso, que retornarán a sus labores
la semana próxima, deben negociar una armonización
de sus proyectos de ley, cuando faltan menos de cuatro meses para
las elecciones que renovarán la totalidad de la Cámara
de Representantes y un tercio del Senado.
"Este
presidente sabe qué importante es esto", señaló
Fernández. "El sistema de inmigración está
roto y se necesita una reforma integral. Este es un asunto con
una gran carga emocional y diferencias de opiniones tanto entre
demócratas como entre republicanos, y entre la ciudadanía
en general".
Neira
explicó que la propuesta de Bush para una "reforma
integral" contiene tres elementos principales: el aumento
de la seguridad en las fronteras, la aplicación de las
leyes migratorias y un programa que permita que más de
11 millones de inmigrantes indocumentados legalicen su situación
y, a la larga, adquieran la nacionalidad estadounidense.
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"Después
del 11 de septiembre (de 2001) la mentalidad de los estadounidenses
ha cambiado para siempre", dijo Neira en referencia a
los ataques terroristas que dejaron más de 3.500 muertos
y heridos en su país. |
"Tenemos
que vivir con esa preocupación por los ataques terroristas,
y de ahí la preocupación por la seguridad de nuestra
frontera".
Bush
"ha puesto en marcha y promueve un uso eficaz de los recursos
disponibles, con el envío de la Guardia Nacional, que se
ha planificado de manera estratégica", agregó.
Algunos
grupos, partidarios de una militarización de la frontera
de EEUU con México y la deportación de los indocumentados,
sostienen que el envío de algunos miles de soldados de
la Guardia Nacional a una frontera de 3.200 kilómetros
de largo es insuficiente.
Neira
dijo que "hay grupos extremistas que quisieran cerrar, sellar,
la frontera, pero ellos no representan a la mayoría de
la ciudadanía ni de la opinión en el Partido Republicano".
La
reforma de las leyes de inmigración, señaló,
debe incluir un cambio en el número de visas que se otorgan
por año y un sistema eficiente para que los empleadores
verifiquen la autenticidad de los documentos que presentan los
trabajadores que contratan.
Además
"hay que hacer algo con casi 11 millones de indocumentados",
coincidieron Neira y Fernández. "Están aquí
de manera ilegal, pero hay que darles oportunidades. Algunos llevan
años viviendo aquí y deben tener la oportunidad
de legalizar su situación".
"Si
uno vino a trabajar, si paga impuestos, no hay razón para
que no tenga las mismas oportunidades que todos los ciudadanos",
añadió. EFE