Casi 150 muertos por siete bombas en trenes abarrotados de Bombay

   

11 de julio de 2006

Nueva Delhi - Al menos 147 personas murieron hoy y
resultaron heridas por siete bombas que estallaron en hora punta
en trenes abarrotados de Bombay, causando el caos en la capital
económica de la India y la declaración de la alerta en el país.

Las explosiones se produjeron con una diferencia de media hora, sobre las 18.00 hora local (12.30 GMT), en vagones de primera clase
de trenes suburbanos abarrotados de trabajadores que volvían tras su jornada laboral a sus casas, a las afueras de la metrópoli india,
habitada por 18 millones de personas.

Las bombas dejaron escenas de pánico en las siete estaciones afectadas mientras muchos vagones quedaron convertidos en amasijos de hierro, con enormes boquetes abiertos en su ensamblaje.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, hizo un llamamiento a la calma, condenó con firmeza estos actos y reafirmó el compromiso de su Gobierno para "luchar contra el terrorismo en todas sus formas".

La hipótesis que barajan las autoridades indias es que los explosivos, muy potentes, fueron accionados mediante temporizadores, mientras los medios han comenzado a especular con una eventual implicación de grupos islámicos basados en la Cachemira paquistaní.

El presidente de Pakistán, general Pervez Musharraf, condenó hoy "con firmeza" los atentados de Bombay mientras la portavoz del Ministerio de Exteriores, Tasneem Aslam, negaba tajantemente que algún grupo extremista islámico paquistaní estuviese involucrado en la masacre.

Con anterioridad, algunos de esos grupos, que reivindican la independencia de la disputada región de Cachemira -y en particular la organización terrorista Lakshba-e-Toiba-, han sido acusados de estar detrás de ataques en serie perpetrados en ciudades indias como Benarés y Nueva Delhi.

Varios medios indios han relacionado los atentados de Bombay con los cinco ataques con granada ocurridos hoy en la ciudad de Srinagar, en la zona de Cachemira bajo control de Nueva Delhi, que causaron ocho muertos, aunque nadie ha reivindicado de momento los ataques.

Hasta el momento no se ha hablado en la India de la posibilidad de un atentado de la red terrorista Al Qaeda, pese a las similitudes con los ataques perpetrados por esa organización el 11 de marzo de 2004 en Madrid y el 7 de julio de 2005 en Londres.

En un primer momento se especuló con la posibilidad de una relación con las mafias criminales de Bombay, aunque la magnitud de estos atentados ha dejado en segundo plano esa hipótesis.

En Nueva Delhi, el jefe del Gobierno indio declaró la alerta en el país mientras su ministro del Interior, Shrivraj Patil, y la presidenta del gobernante Partido del Congreso, Sonia Gandhi, se dirigían con urgencia a Bombay.


El comisario de policía de esa ciudad, A N Roy, indicó hoy que la cadena en serie de bombas ha sido "obviamente" la obra de terroristas.

El Gobierno indio ha declarado la alerta en todo el país, especialmente en lugares como Nueva Delhi y el estado de Maharahstra, donde se encuentra Bombay, además de en los aeropuertos, donde se ha redoblado la seguridad.

Las siete bombas estallaron en las estaciones de Matunga Road, Khar, Jogeshwari, Borivali, Bhayender, Mira Road y Mahim, y parecen
haber sido activadas mediante un temporizador, según las cadenas de televisión indias.

Estos son los atentados más graves ocurridos en la India en la última década, después de los registrados en 1993 en la misma Bombay, cuando una serie de atentados acabaron con la vida de 257 personas y causaron 1.400 heridos.

En Nueva Delhi, 62 personas murieron y 200 resultaron heridas en una cadena de bombas en varios mercados de la capital, abarrotados
por las compras de Diwali, la Navidad india, en un ataque en serie achacado a los grupos radicales cachemires. EFE