Bush
llegó al aeropuerto de Rostock para hacer una visita al
área donde se crió Merkel, Mecklenburgo-Pomerania
Occidental (en el noreste alemán), y que se prolongará
hasta el viernes por la mañana.
El
viaje, que incluye una sesión y un almuerzo de trabajo
entre los dos líderes, contiene un amplio programa de actividades
lúdicas, entre ellas una barbacoa tradicional de jabalí
y la entrega al presidente de un barril de arenques.
Pero
aunque la parada en Alemania estaba pensada originalmente para
que ambos dirigentes -que han demostrado una creciente sintonía
desde la llegada al poder de Merkel en noviembre pasado- se "conocieran
mejor", se ve complicada por la situación internacional.
Dos
soldados israelíes fueron hoy capturados por el grupo Hizbulá
en el sur del Líbano en un ataque en el que murieron otros
tres militares de Israel.
Cuatro
soldados israelíes más perdieron la vida al estallar
una mina en el sur libanés, en incidentes que Israel considera
"una declaración de guerra".
En
declaraciones a la prensa que acompaña a Bush, el portavoz
del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Fred Jones,
afirmó que EEUU considera explícitamente a Siria
e Irán "responsables directos" de la violencia
de Hizbulá, y condenó en los términos más
rotundos el secuestro.
El
asunto, sin duda, se abordará en la reunión de trabajo
mañana, jueves, en Stralsund entre Bush y Merkel, pensada
para preparar la cumbre del Grupo de los Ocho (EEUU, Canadá,
Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Rusia)
que tendrá lugar este fin de semana en la ciudad rusa de
San Petersburgo.
Además,
ocuparán un lugar prominente -como en la cumbre del G8-
los programas nucleares de Corea del Norte y de Irán.
Las
principales potencias decidieron hoy en París retomar el
proceso para que la ONU imponga sanciones a la República
Islámica, tras concluir que ese país no tiene intención
de tomar en serio la oferta de la comunidad internacional para
poner fin a sus actividades nucleares.
Rusia
y China han presentado una resolución de compromiso sobre
Corea del Norte ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Los
serios asuntos internacionales a abordar ponen de manifiesto la
creciente importancia que el presidente estadounidense otorga
a sus relaciones con la jefa del Gobierno alemán.
Merkel
es una frecuente interlocutora en las conversaciones del presidente
estadounidense, que mantiene con ella una relación mucho
más cálida que con su predecesor, el socialdemócrata
Gerhard Schroeder.
"Se
ha hablado mucho de las diferencias entre el canciller Schroeder
y yo, y, sin duda, hubo diferencias", en particular en torno
a Irak, admitió Bush en declaraciones a periodistas extranjeros
antes de emprender su viaje.
Bush
subrayó que Merkel "llega al mando en un momento en
el que hemos dejado todo eso atrás y estamos progresando".
 |
Antes
de la reunión de trabajo, Bush participará
en una ceremonia de bienvenida, a la que están invitados
"representantes de la comunidad local", en la
plaza del mercado de Straslund, una antigua fortaleza medieval
que quedó del lado de la República Democrática
Alemana durante la Guerra Fría y desde donde Merkel
lanzó su carrera política |
Tras
la reunión de trabajo con Merkel y una rueda de prensa
conjunta, Bush visitará en Straslund la iglesia de San
Nicolás, que data del siglo XIII y está considerada
uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica de Alemania.
Por
la noche, los dos líderes participarán en una barbacoa
de jabalí con representantes de la circunscripción
electoral de Merkel en la localidad de Trinwillershagen, una antigua
ciudad modelo comunista.
Durante
su visita a Washington poco después de su toma de posesión
como canciller, Merkel invitó a Bush a visitar la región
debido al interés del presidente por su vida bajo un régimen
comunista y para que pudiera tener una visión más
amplia de su país.
Según
Bush, Merkel "me invitó muy amablemente a ir a su
región del país. Siempre interpreto como una señal
de hospitalidad generosa cuando alguien dice: 'ven por mi casa'.
Tengo muchas ganas de ir". EFE