Bush visita Alemania en medio
de tensión en Oriente Medio

   

12 de julio de 2006

Rostock - El presidente de EEUU, George W. Bush, llegó hoy a Alemania, de paso a la cumbre del G8 en Rusia, para reunirse con la canciller, Angela Merkel, con objeto de subrayar sus excelentes relaciones pero que se verá dominada por los acontecimientos internacionales.

Bush llegó al aeropuerto de Rostock para hacer una visita al área donde se crió Merkel, Mecklenburgo-Pomerania Occidental (en el noreste alemán), y que se prolongará hasta el viernes por la mañana.

El viaje, que incluye una sesión y un almuerzo de trabajo entre los dos líderes, contiene un amplio programa de actividades lúdicas, entre ellas una barbacoa tradicional de jabalí y la entrega al presidente de un barril de arenques.

Pero aunque la parada en Alemania estaba pensada originalmente para que ambos dirigentes -que han demostrado una creciente sintonía desde la llegada al poder de Merkel en noviembre pasado- se "conocieran mejor", se ve complicada por la situación internacional.

Dos soldados israelíes fueron hoy capturados por el grupo Hizbulá en el sur del Líbano en un ataque en el que murieron otros tres militares de Israel.

Cuatro soldados israelíes más perdieron la vida al estallar una mina en el sur libanés, en incidentes que Israel considera "una declaración de guerra".

En declaraciones a la prensa que acompaña a Bush, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Fred Jones, afirmó que EEUU considera explícitamente a Siria e Irán "responsables directos" de la violencia de Hizbulá, y condenó en los términos más rotundos el secuestro.

El asunto, sin duda, se abordará en la reunión de trabajo mañana, jueves, en Stralsund entre Bush y Merkel, pensada para preparar la cumbre del Grupo de los Ocho (EEUU, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Rusia) que tendrá lugar este fin de semana en la ciudad rusa de San Petersburgo.

Además, ocuparán un lugar prominente -como en la cumbre del G8- los programas nucleares de Corea del Norte y de Irán.

Las principales potencias decidieron hoy en París retomar el proceso para que la ONU imponga sanciones a la República Islámica, tras concluir que ese país no tiene intención de tomar en serio la oferta de la comunidad internacional para poner fin a sus actividades nucleares.

Rusia y China han presentado una resolución de compromiso sobre Corea del Norte ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Los serios asuntos internacionales a abordar ponen de manifiesto la creciente importancia que el presidente estadounidense otorga a sus relaciones con la jefa del Gobierno alemán.

Merkel es una frecuente interlocutora en las conversaciones del presidente estadounidense, que mantiene con ella una relación mucho más cálida que con su predecesor, el socialdemócrata Gerhard Schroeder.

"Se ha hablado mucho de las diferencias entre el canciller Schroeder y yo, y, sin duda, hubo diferencias", en particular en torno a Irak, admitió Bush en declaraciones a periodistas extranjeros antes de emprender su viaje.

Bush subrayó que Merkel "llega al mando en un momento en el que hemos dejado todo eso atrás y estamos progresando".

Antes de la reunión de trabajo, Bush participará en una ceremonia de bienvenida, a la que están invitados "representantes de la comunidad local", en la plaza del mercado de Straslund, una antigua fortaleza medieval que quedó del lado de la República Democrática Alemana durante la Guerra Fría y desde donde Merkel lanzó su carrera política

Tras la reunión de trabajo con Merkel y una rueda de prensa conjunta, Bush visitará en Straslund la iglesia de San Nicolás, que data del siglo XIII y está considerada uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica de Alemania.

Por la noche, los dos líderes participarán en una barbacoa de jabalí con representantes de la circunscripción electoral de Merkel en la localidad de Trinwillershagen, una antigua ciudad modelo comunista.

Durante su visita a Washington poco después de su toma de posesión como canciller, Merkel invitó a Bush a visitar la región debido al interés del presidente por su vida bajo un régimen comunista y para que pudiera tener una visión más amplia de su país.

Según Bush, Merkel "me invitó muy amablemente a ir a su región del país. Siempre interpreto como una señal de hospitalidad generosa cuando alguien dice: 'ven por mi casa'. Tengo muchas ganas de ir". EFE