A
las 10.01 hora local (10.01 GMT), apenas un minuto después
de abierta la sesión en el New York Mercantile Exchange,
los contratos de futuros del crudo para entrega en agosto se negociaban
a 76 dólares, 1,05 dólares más que en el
cierre de ayer.
Quince minutos más tarde, sobre las 10.15 hora local, el
precio se elevaba 1,40 dólares hasta 76,35 dólares.
Detrás de esta fuerte subida se encuentran una serie de
acontecimientos geopolíticos, como las tensiones con Irán,
el conflicto entre Israel y el Líbano y las noticias de
Nigeria.
La preocupación sobre el programa nuclear iraní
se intensificó después de que ayer los ministros
de Exteriores de Francia, Estados Unidos, China, Rusia, Reino
Unido y Alemania decidieran devolver el contencioso al Consejo
de Seguridad, que podría llegar a aplicar sanciones.
Por su parte el conflicto desatado entre Israel y el Líbano,
por las incursiones de las milicias de Hizbulá, ha supuesto
un nuevo elemento de nerviosismo en los mercados, que temen una
escalada de violencia en Oriente Medio, donde se produce la mayor
parte del crudo del mundo.
Israel dejó hoy virtualmente aislado al Líbano tras
lanzar una serie de bombardeos, que dejaron 47 muertos y más
de cien heridos e inutilizaron el aeropuerto, además de
bloquear todos los puertos del país.
Otro elemento que ha preocupado a los inversores son las informaciones
sobre ataques a instalaciones petroleras en Nigeria.
Según las autoridades, dos oleoductos fueron saboteados
en el sur del país y un convoy de una empresa petrolera
fue atacado en el delta del río Níger.
Las autoridades nigerianas señalaron que se sospecha de
dos explosiones en los oleoductos de la empresa italiana Agip,
filial de ENI.
La empresa explicó que al menos un oleoducto fue dañado
pero que será reparado prontamente, al tiempo que negó
un reporte de una periódico local que hablaba de una interrupción
en el flujo de crudo del orden de los 120.000 barriles diarios.
A estos factores geopolíticos se une uno doméstico,
como es la caída en las reservas de crudo de los Estados
Unidos, que la pasada semana descendieron en seis millones de
barriles, cinco veces más de lo que preveían los
expertos.
Los conductores de Estados Unidos, que consumen el 40 por ciento
de la gasolina del mundo, han incrementando las compras de este
combustible en el último mes, lo que ha provocado un alza
en los precios.
En concreto, los contratos de futuros de gasolina para entrega
en agosto se cotizaban a esta hora a 2,29 dólares, cuatro
centavos más que ayer.