Pregunta:
¿Qué lectura hace del resultado de las elecciones?
Respuesta: Honestamente, muy buena. Ha sido una elección
muy competida y también muy democrática. La más
democrática de toda la historia de México. Los candidatos
hemos hablado sin tapujos, hemos recorrido el país sin ninguna
restricción, hemos hecho la publicidad que hemos querido y, finalmente,
yo resulté ganador por un margen definitivo. A la luz de muchas
elecciones recientes y competidas, en Costa Rica, Alemania, Italia,
he ganado por un margen mucho más amplio que los 3.000 votos
de Prodi, o los 60.000 de Angela Merkel; en fin, de varios mandatarios.
Me siento muy contento con el resultado electoral.
P: ¿Considera que con un resultado electoral tan estrecho
quedan en evidencia las carencias del sistema político mexicano?
R: Obviamente hay toda una agenda de reformas políticas
que hay que hacer. Pero, bueno, ya habrá tiempo de plantearlo.
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No
quisiera asociarlo al resultado de la elección. Son temas
que he planteado de manera insistente, y que lo haré en
su momento ante el Congreso. Por ejemplo, la revisión de
nuestro sistema de representación, la reelección
legislativa, la duración de las campañas, la supervisión
de los costos, la difusión de los candidatos; en fin, varios
temas que tendrán que ser revisados. |
P:
¿Hasta qué punto condiciona la impugnación a las
elecciones que ha presentado Andrés Manuel López Obrador
el trabajo que usted ha iniciado para preparar la transición?
R: En ningún aspecto. La transición hay
que trabajarla y no hay tiempo que perder. Quiero iniciar a tambor batiente
mi mandato, con la seguridad de que el tribunal electoral ratificará
los resultados. Las impugnaciones que ha presentado el PRD no tienen
la menor sustancia.
P: El hecho de que el PAN, su partido, también haya impugnado
unas 500 mesas electorales, ¿no cuestiona y pone en duda el sistema
electoral mexicano?
R: Habrá que ver. Forma parte, según
me han explicado, de la estrategia de los abogados del PAN, para compensar
cualquier resultado con los mismos argumentos que presenta el PRD. Forma
parte de la estrategia legal de la defensa de nuestro caso.
P: Es decir, es una estrategia de réplica. ¿Habrían
llevado a cabo esta acción si el PRD no hubiera impugnado los
resultados?
R: Absolutamente no.
P: Sinceramente, ¿con qué partidos cree que podría
formar un Gobierno de coalición?
R: Tengo varias alternativas: puedo integrar una mayoría
parlamentaria en el Congreso con el PRI y me gustaría hacerlo
con el PRD, pero este último no quiere. Incluso podría
llegar a un acuerdo con una serie de partidos pequeños, como
el Verde, Convergencia, el PT, Nueva Alianza y Alternativa. Sumados
pueden tener una fuerza política suficiente para configurar mayorías.
Tengo un margen de maniobra más amplio que el que en su momento
tuvo el presidente Fox.
Pregunta: ¿Su idea es dialogar con todo el mundo?
Respuesta: Con todos, sin excepción, incluido
el PRD, que por lo pronto no quiere dialogar. En cambio, el PRI ha mostrado
mayor madurez democrática.
Pregunta: ¿Qué opinión le merece el contraste
entre las más de 200.000 personas que se concentraron en el Zócalo
para denunciar fraude y el puñado de seguidores que celebraron
su triunfo la noche electoral?
Respuesta: Es un asunto de responsabilidad. Yo también
podría movilizar a miles de personas. Llené el estadio
Azteca. Pero me parece que el camino de refrendar una elección
no se da en las calles, sino en la ley y en las instituciones. Nosotros
no vamos a elevar la tensión política movilizando a nuestra
propia gente. Si es una irresponsabilidad desconocer el resultado electoral
con movilizaciones, mal haría yo contribuyendo a tensar más
el ambiente político.
Pregunta: Medios de comunicación de prestigio como The
New York Times, The Financial Times y el Internacional Herald Tribune,
e incluso el ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas,
han propuesto el recuento voto a voto para garantizar la gobernabilidad
y despejar cualquier sombra de duda, más allá de si es
o no estrictamente legal.
Respuesta: Creo que estos medios que usted menciona,
incluyendo EL PAÍS, por desconocimiento de la ley, están
sugiriendo esto. La mejor garantía de la gobernabilidad es cumplir
con la ley, independientemente de que las urnas se han abierto en los
casos que prevé la ley. Los votos ya se han contado, al igual
que en todo el mundo, voto por voto en las mesas electorales. La ley
prevé los casos puntuales en los que puede haber un recuento,
cuando no corresponden las actas que tienen los partidos en su poder
con el acta de la casilla, cuando está alterada la urna... Se
abrieron más de 3.000 urnas durante el recuento. Los pocos votos
marginales que surgieron de manera diferente fueron a mi favor.
Pregunta: Si usted está tan convencido de que no cambiaría
el resultado, ¿por qué no aceptar un nuevo recuento si
la Justicia Electoral así lo considerara?
Respuesta: Por supuesto, yo siempre he respetado los
fallos del IFE (Instituto Federal Electoral)...
Pregunta: Usted ha reiterado que ya se contaron los votos y que no hay
que contarlos de nuevo.
Respuesta: Lo que he dicho y repito ahora, que quede
bien claro, y pido que lo publique EL PAÍS, es que se respete
la ley. No es mi opinión la que ha detenido el recuento de paquetes,
es estrictamente la ley. En los casos que se han abierto paquetes se
ha hecho, no porque lo diga yo sino porque así lo establece la
ley. No depende de mí. Es un asunto de certeza y de legalidad,
y la legitimidad de un gobernante proviene de estos dos principios.
Déjeme contarle cuál ha sido la historia electoral de
México, y eso me tocó a mí vivirlo: una vez que
terminaba la votación en la casilla, en el traslado del paquete
al cómputo distrital, alteraban el paquete, lo sustituían
por otro con todo y acta. Por esa razón, la ley mexicana establece
que el acta que vale es la del cómputo de la casilla. ¿Por
qué? Porque ahí es donde se cuentan los votos en presencia
de los funcionarios de casilla y de los representantes de los partidos.
Es el momento de mayor certeza política y jurídica sobre
el resultado de la elección. Después de que el paquete
se entrega nadie tiene constancia física de la ubicación
del mismo.
Hay operadores
políticos fraudulentos en México que se dedicaron toda
su vida a alterar el contenido de los paquetes y sustituirlos antes
del cómputo. También pedían que se abrieran, se
abrían y salía la votación a favor del PRI. Le
voy a dar un nombre: Guadarrama Márquez. Eso hizo para que el
PRD perdiera la elección de 1989 en Michoacán, mi Estado.
Está consignado en todos los libros y todos los medios que documentaron
el fraude electoral en 1989. Ahora es senador por el PRD en Hidalgo.
Dígame a mí quién me garantiza que Guadarrama no
operó los paquetes de Hidalgo después de la elección.
Lo ha hecho toda su vida. Por eso para mí es muy importante que
la ley se respete.
Pregunta: ¿En alguna mesa electoral no hubo representantes
de ninguno de los tres partidos?
Respuesta: Los que teníamos más
éramos nosotros: 97% más o menos. Ésa es
otra: la responsabilidad de tener representantes de los partidos.
De hecho, un partido que no tenga representante no tiene por qué
poner en duda lo que hayan hecho los funcionarios y los ciudadanos.
¿En qué país y en qué cabeza cabe
eso?
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Pregunta:
¿Intentará hablar con el señor López Obrador?
Respuesta: Ya lo hice, lo he buscado varias veces y
bueno, ahí queda eso.
Pregunta: ¿Qué le parece la idea de discutir sobre
la figura del líder de la oposición, que no existe en
México?
Respuesta: Creo que es de las cosas que hay que revisar.
Me parece que es una de las deficiencias de nuestro régimen presidencial.
No hay una correspondencia entre el liderazgo político y la fuerza
política real poselectoral. Ése es un problema que contrasta
terriblemente con lo que se vive en el Congreso en España. En
cambio, vea mi caso. Tuve que ser candidato y presidente sin apoyo del
presidente del partido ni del presidente de la República. Sí
le veo una vulnerabilidad en eso. No hay coincidencia en la interlocución,
ni en el Gobierno ni en la oposición
.
Pregunta: Si el Tribunal Electoral le proclama presidente, ¿se
vería obligado a modificar su programa político a causa
del resultado tan apretado?
Respuesta: Sí, totalmente. Evidentemente, tengo
que incluir en mis prioridades las prioridades por las que votaron los
ciudadanos. Desde luego la mía, que es la del empleo, en la que
me sostendré puntualmente. Pero también tengo que incluir
una política social muy responsable, muy decidida, muy audaz,
a favor de los pobres, a favor de la superación de la pobreza,
porque es gran parte del mensaje de las urnas y de los ciudadanos que
votaron por mí. Quiero hacer mías las aspiraciones y los
anhelos y las razones de los votantes que sufragaron por otro candidato,
y lo voy a hacer. Por eso he dicho que agradezco el voto de los que
me apoyaron; y a los que no lo hicieron les pido que me den la oportunidad
de ganarme su confianza.
Pregunta: O sea, ¿hace suya la consigna de López
Obrador "Primero los pobres"?
Respuesta: Primero los ciudadanos todos, pero si se
trata de una opción preferencial por los pobres o quienes sufren
la pobreza, la respuesta es sí. Siempre lo he pensado y lo he
hecho; en mi propuesta siempre sostuve como una de mis cinco premisas
fundamentales la igualdad de oportunidades. Pero ahora evidentemente
lo haré mío con mucho mayor énfasis, por la simple
razón de que entiendo el mensaje de las urnas.
Pregunta: ¿Le preocupa la campaña de movilizaciones
para impugnar el resultado de las elecciones?
Respuesta: Generalmente, me preparo para el peor escenario
y siempre resulta otro distinto. Pero es mejor estar preparado para
el peor. Preveo una movilización constante del PRD y del licenciado
López Obrador, porque es su estilo de hacer política.
No es alguien que crea en la ley y en las instituciones. Cree en las
movilizaciones, para él es la razón de ser de la política.
Lo respeto, siempre y cuando lo haga por los cauces legales. Me preparo
obviamente para una presidencia que estará permanentemente sujeta
al escrutinio y a la movilización que él haga. No es ninguna
novedad. Lo conozco desde hace mucho tiempo y no me preocupa.
Pregunta: ¿Qué puede hacer para desactivar las
protestas?
Respuesta: La radicalidad de los movimientos de López
Obrador es lo que más rápido le ha hecho perder fortaleza
electoral. Le ha pasado ya tres o cuatro veces en su vida, y ojalá
ésta sea la excepción. Me interesa tener una oposición
fuerte, orgánica y con una visión de país mucho
más madura. Éste no es el México del autoritarismo,
es un México democrático que, además, reclama la
unidad de todos para sacar adelante el país. Estoy preparado
para un escenario con movilizaciones constantes. Yo mismo, en tiempos
del autoritarismo, movilicé a gente y mucha, llegué a
la resistencia civil.
Pregunta: ¿Es partidario de pasar de un sistema presidencialista
a un sistema parlamentario?
Respuesta: No me asusta la idea. Sin embargo, también
sé firmemente que no hay imitaciones extralógicas que
funcionen. Para poder transformar a México hacia un sistema parlamentario
se necesita una cultura parlamentaria, y aquí lo que hemos hecho,
por desgracia durante décadas, es vilipendiar terriblemente al
Congreso una y otra vez. No hay nada más odiado y repudiado que
un legislador, y eso está mal. Por eso tenemos que construir
primero una cultura parlamentaria, empezando, por ejemplo, por establecer
el principio de la elección consecutiva de legisladores y de
alcaldes, que no tenemos por ley. Está permitida la reelección,
pero no inmediata. Yo quiero elección consecutiva para fortalecer
el Congreso y figuras que le den mayor estabilidad y legitimidad al
Parlamento, como puede ser la segunda vuelta legislativa. Posteriormente,
valdría la pena plantearse la vigencia de un sistema parlamentario.
No conozco ningún sistema presidencial, por lo menos en América
Latina, que haya transitado con éxito o por decreto a un sistema
parlamentario.
Pregunta: Pero en un sistema parlamentario, con la apretada votación
del 2 de julio, podría ser presidente usted o el señor
López Obrador, según los acuerdos parlamentarios.
Respuesta: Sí, aunque hay que ver también
el número de legisladores de cada partido. Es decir, en un sistema
parlamentario, para todos los actores políticos quedaría
claro que quien tiene derecho a formar Gobierno soy yo. En Alemania,
Angela Merkel ganó por 6.000 votos. Los socialdemócratas
bien pudieron haber formado Gobierno por su cuenta y no lo hicieron.
Como no lo hicieron en España con el primer Gobierno de Aznar
y con algunos de Felipe González, y como no lo hicieron ahora
con el propio Rodríguez Zapatero. En Italia, con Prodi hubo una
diferencia pequeñísima que se resolvió a favor
de quien sacó el mayor número de votos. En México
alguien que gana con una diferencia, no sé, por lo menos cien
veces mayor o cincuenta veces mayor de la que ganó Prodi a Berlusconi,
pues, obviamente, no faltaría quien cuestionara inmediatamente.
Si se pusiera extralógicamente el sistema parlamentario, tendríamos
aquí votos de censura para destituir al primer ministro el martes
y el jueves, que son los días que sesiona el Congreso.
Pregunta: Una vez en el Gobierno, ¿en qué terreno
marcaría la mayor diferencia respecto del presidente Vicente
Fox?
Respuesta: Más que contraste, donde quiero enfatizar
más de lo que se ha enfatizado es en materia de legalidad. De
certidumbre jurídica, de Estado de derecho y en materia de seguridad
también. Entonces hay mucho que hacer. Soy un hombre que cree
en la ley, en la legalidad y sé que México avanzará
a pasos agigantados en sus capacidades de desarrollo si se afianza en
la credibilidad
Tomado de El País, Por Francesc Relea
Editado por Periodista Latino (PD)