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La
pobreza sigue presente en la
frontera tras 37 años de la guerra
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14
de julio de 2006
Tegucigalpa - La pobreza sigue marcando
a la mayoría de los pueblos fronterizos entre Honduras
y El Salvador, países que hace 37 años libraron
una guerra de 100 horas por problemas limítrofes
y migratorios.
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La
guerra la inició El Salvador el 14 de julio de 1969 y distanció
a las dos naciones centroamericanas durante 11 años, hasta
que en 1980 firmaron un acuerdo de paz.
El conflicto bélico cesó 100 horas después
con la mediación de la Organización de Estados Americanos
(OEA), aunque las relaciones bilaterales se restablecieron hasta
1980 con la firma de un acuerdo de paz.
Ante la falta de un acuerdo para definir la frontera en forma
bilateral, en 1985 los dos países llevaron el caso a la
Corte Internacional de Justicia, de La Haya, que puso fin al contencioso
limítrofe con un fallo emitido el 11 de septiembre de 1992.
Del lado de Honduras, las condiciones de la mayoría de
los pueblos de la frontera con El Salvador siguen siendo precarias.
Diversos organismos, públicos y privados, coinciden en
que las regiones más pobres de Honduras se localizan en
los departamentos de Valle, La Paz, Intibucá, Lempira y
Ocotepeque, todos fronterizos con El Salvador.
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Manuel
Zelaya Presidente Honduras |
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Situación
similar viven algunas poblaciones de El Salvador, aunque
relativamente mejor que Honduras, donde los pobladores de
la frontera claman por carreteras, escuelas, colegios, centros
de salud, teléfonos, agua, saneamiento básico
y energía eléctrica, entre otros servicios
básicos.
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Durante
los años de la guerra en El Salvador (1980-1992) los pueblos
fronterizos vivieron en el abandono total por parte de las autoridades
gubernamentales, debido a que algunas regiones eran ocupadas por
la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación
Nacional (FMLN).
Esa situación incluso provocó dolor y muerte, porque
los ejércitos de Honduras y El Salvador le tendían
cercos en la frontera común a la otrora guerrilla del vecino
país.
La demarcación de la frontera común recién
ha concluido este año, tras una larga demora que Honduras
atribuye a las autoridades de El Salvador.
Para muchos pobladores hondureños de departamentos como
Intibucá y Lempira, el fallo de la Corte Internacional
de Justicia suponía que el progreso comenzaría a
llegar a esas zonas, pero sus condiciones siguen siendo deplorables.
Un informe sobre desarrollo humano de Honduras correspondiente
a 2006, señala que en el departamento de Ocotepeque, el
municipio de Dolores Merendón, presenta un índice
bajo del 0,477, mientras que el de Ocotepeque un índice
medio del 0,672.
El departamento más pobre de Honduras, según el
mismo informe es Lempira, región que irónicamente
lleva el nombre de la moneda nacional, en honor a un cacique que,
según apuntes históricos, murió combatiendo
contra los conquistadores españoles.
El
documento, presentado por el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), indica que de los 298 municipios
que tiene el país, solamente 11 presentan un índice
de desarrollo humano medio-alto.
El menor nivel de desarrollo humano lo registró el
municipio de San Andrés, Lempira, con el 0,446. |
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Tony
Saca Presidente El Salvador |
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Este año, un tema que ha provocado polémica, es
la construcción del proyecto hidroeléctrico "El
Tigre", que promueven los gobiernos de El Salvador y Honduras,
lo que según sus autoridades supone bienestar para la región
fronteriza y otras de ambos países.
Pero el proyecto, que por parte de Honduras se trabaja en la socialización
del mismo en las comunidades que serían afectadas por la
obra, es rechazado por comunidades de Intibucá y Lempira.
Los pobladores consideran que el proyecto hará desaparecer
algunas de sus comunidades, y que los mayores beneficios serán
para El Salvador, donde estaría instalada la sala de máquinas.
ACAN-EFE
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