En
el transcurso del almuerzo final de la cumbre del Grupo de los
Ocho (G8) clausurada hoy en San Petersburgo (Rusia), Bush habló
de la crisis sin darse cuenta de que el micrófono que tenía
delante estaba abierto y transmitía sus palabras a la prensa.
En
un momento dado, Bush aludió al secretario general de la
ONU y mostró cierta disconformidad con las posiciones de
éste sobre la crisis.
"Su
actitud es que tiene que haber un alto el fuego y todo lo demás
se dará por añadidura", se lamentó.
A
veces, afirmó, le dan ganas de pedirle a Annan que llame
al presidente sirio, Bachar al Asad, y "haga que ocurra algo".
Estados
Unidos acusa a Siria de proteger a Hizbulá, la guerrilla
chií libanesa que la semana pasada capturó a dos
soldados israelíes, a lo que Israel ha respondido con bombardeos
sobre el Líbano.
Blair,
que respaldó hoy la idea de Annan de enviar una fuerza
internacional al Líbano, respondió que "creo
que lo que es difícil de verdad es que no se puede parar
esto hasta que no se apruebe esta presencia internacional".
La
posibilidad de ese envío se menciona en el comunicado emitido
el domingo por el G8 sobre la crisis, en el que se demanda el
fin de las operaciones militares de Israel, así como la
puesta en libertad de los soldados israelíes capturados
y el fin de los ataques contra territorio de ese país.
En
esa conversación privada Bush parece estar de acuerdo con
el envío.
Sin
embargo, funcionarios estadounidenses afirmaron que antes de tomar
una decisión Washington quiere esperar al informe de la
misión de la ONU que se encuentra en estos momentos en
el Líbano.
En
esa conversación, el presidente estadounidense, al que
se le escapó un "mierda" hablando de Hizbulá,
también apuntó la posibilidad de que la secretaria
de Estado, Condoleezza Rice, se desplace a Oriente Medio para
intervenir en la crisis. EFE