Redacción
Dagoberto Rodríguez
Proceso Digital
drodriguez@procesodigital.hn
Fotos Luis Elvir
Tegucigalpa
- Se declara fiel admirador de Fidel Castro y Hugo Chávez
y un comunista por convicción. Ese es Marvin Ponce Sauceda,
un joven dirigente del izquierdista Partido Unificación
Democrática, que salió de los arrabales de la populosa
colonia San Francisco a ocupar una curul como diputado propietario
en el Congreso Nacional.
Conocido ampliamente por su irreverencia y lenguaje sin tapujos,
Marvin habla a Proceso Digital acerca
de las vicisitudes de su infancia, su trayectoria como dirigente
popular y su nuevo rol como legislador. Además, destapa
algunas interioridades de lo que ocurre a lo interior de la Cámara
Legislativa.
Fiel a su carácter y su forma de hablar sin inhibiciones,
este joven legislador afirma en esta amplia entrevista exclusiva
que el Poder Legislativo está infiltrado por el narcotráfico
y el crimen organizado, y que los diputados trafican con las leyes
a cambio de jugosas canonjías de los grupos económicos.
Marvin nos recibió en su desaliñada y apretujada
oficina del segundo piso del Hemiciclo Legislativo, ahí
una fotografía de Fidel Castro y el "Che" Guevara
juntos, durante la crisis de los misiles, domina el pequeño
cubículo del parlamentario. Ahí recibe todos los
días a activistas y amigos que llegan en busca de ayuda.
Marvín ¿Cómo fue su infancia?
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Mi
infancia la viví en la colonia San Francisco, un
barrio populoso de la parte periférica de la capital
y ahí mis padres, que son gente muy trabajadora,
nos enseñó a trabajar mucho. La San Francisco
era una colonia que no tenía servicios públicos
y teníamos que halar el agua a cuatro kilómetros
y teníamos que halar leña a la parte plana
de la colonia a donde ahora es la colonia Ramón Amaya
Amador. También nos dedicamos a vender carne de cerdo,
nacatamales y enchiladas. Además, vendíamos
juguetes en la navidad para poder sobrevivir. Se nos quemó
la casa dos veces y tuvimos que reconstruir toda la vivienda,
pero eso nos enseñó a ser gente organizada. |
¿Sus raíces son muy humildes?
Si, somos de las familias más pobres de los barrios urbanos
de la capital. Mi papá es de Duyure, uno de los municipios
más pobres de Choluteca; era arriero, él trabajaba
jalando quesos y mantequilla al mineral de San Juancito. Ahí
conoció a mi mamá y construyeron nuestra familia.
Todos mis hermanos nacimos en Tegucigalpa, pero yo he vivido mucho
en la zona rural, porque desde muy joven me marché a trabajar
a la Empresa Asociativa Campesina de Isletas, una de las empresas
campesinas más importante de América Latina, donde
los campesinos producían el 30 por ciento del banano hondureño
en sus mejores momentos y también una empresa que fue intervenida
por las fuerzas represoras del estado encabezadas por el general
Gustavo Álvarez Martínez; fuimos severamente reprimidos
por apoyar el movimiento campesino.
También hemos trabajado en el complejo de Guaymas, que
es la principal empresa asociativa de América Latina que
produce aceites, mantecas y biodiesel y que está conformada
por 50 cooperativas. Los últimos 20 años trabajamos
con la Central General de Trabajadores del Campo y el Consejo
Coordinador de Organizaciones Campesinas y ahí fundamos
otros movimientos como la Coordinadora Nacional de Resistencia
Popular.
¿Qué lo lleva a unirse al movimiento popular
hondureño?
Mi historia de lucha por la tierra comenzó en la colonia
San Francisco y la formación política y organizativa,
me obligó a ser un hombre organizado siempre. Fui dirigente
estudiantil en el Instituto Central y después pasé
a ser dirigente sindical en el Instituto Nacional Agrario, en
donde trabajé como promotor de la reforma agraria en la
zona de Isletas, Guaymas y Guanchías en Colón, Atlántida
y Santa Bárbara.
Todo
eso me hizo conocer y trabajar con la gente organizada y también
ser sindicalista y dirigente estudiantil y dirigente de barrial
y ahora dirigente de derechos humanos y diputado. Entonces, hemos
transitado toda una cultura de lucha, pero lo que me hizo fue
prácticamente la formación que recibí en
la colonia San Francisco con don Urbano Osorio, don Andrés
Pineda Gutiérrez y con Rigoberto Padilla Rush
¿Cómo se define ideológicamente?
Ahora
que las tendencias ideológicas son tan diversas porque
hay surgimientos de nuevas izquierdas, en principio yo me considero
un comunista. Eso para algunos puede ser chocante porque ahora
creen que nadie es comunista. Lenín hablaba que el socialismo
es una interpretación infantil del comunismo, entonces
yo creo que la idea es que todos tengamos derechos comunes, que
las riquezas estén al servicio de los pueblos, que la economía
esté centrada en los estados para que puedan servir a los
pueblos y también donde no haya ricos ni pobres, sino que
haya una clase social que sea equivalente con la capacidad de
cada persona.
¿En Honduras se tiende a estereotipar a los comunistas
calificándolos de ñángaras, usted se considera
un ñángara?
Esa
es la forma como la derecha ve a la gente que pensamos distinto,
a los que nos resistimos, los que somos rebeldes, los que
somos resistentes y los que somos radicalmente opuestos
al modelo capitalista. Sin embargo, si me dicen ñángara
no me enojo, eso más bien me pone que no soy de la
derecha. Si me dicen que soy atrasado o cabeza caliente,
como nos han dicho en otro momento, tampoco me molesta.
Yo creo que estas alturas, lo importante son los actos,
la historia y la cultura de vida que uno tiene. |
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¿Se considera un campesino superado?
No, yo he sido un intelectual orgánico del movimiento campesino,
nunca me he considerado un campesino porque nunca he tenido tierra,
nunca he estado organizado en el movimiento. Lo único que
por mi trabajo, por más de 25 años en el movimiento
campesino y ante la crisis de liderazgo de dirigentes campesinos,
la prensa me comenzó a ver como dirigente campesino, porque
en algunos momentos me convertí en el vocero del sector
y el que abordaba los temas agrarios.
A
raíz de eso, alguna gente me ha confundido como dirigente
campesino, pero no lo soy. Sin embargo, eso no importa, lo importante
es que estemos articulados a una causa: a la que los hombres y
mujeres del campo tengan derecho a mejores oportunidades.
¿Soñó en algún momento con
ser diputado?
Francamente no lo tenía previsto, tenía la aspiración
y la posibilidad, pero no creí realmente que podía
lograr ese objetivo, tomando en cuenta la cultura política
del país. En segundo lugar por la poca logística
y recursos que manejan los partidos emergentes en Honduras, comparados
con los partidos tradicionales, que, además, de una onerosa
deuda pública, manejan las transferencias que les hacen
los grupos económicos para mantener el estatus quo.
Se presume que los partidos tradicionales manejan 3,000 millones
cada uno en la campaña, producto de los aportes de las
empresas y las deudas políticas y con ese poder es difícil
aspirar. Sin embargo, la clase media y popular irrumpieron en
la cultura política y optaron por nuevos candidatos y nuevos
partidos. Por eso, la Unificación Democrática en
las últimas dos elecciones hemos dejado de ser un partido
recién construido y de tener un diputado a tener cinco
diputados.
¿Atribuye su elección a que los hondureños
están cansados de los políticos corruptos y tradicionales?
Quiero decir una cosa muy honesta, no creo que los hondureños
nos apoyaron por el hecho de ser comunistas, izquierdistas o socialistas,
sino realmente porque estamos luchando contra la corrupción
y nos ven realmente como políticos nuevos, distintos a
la cultura tradicional.
También,
el trabajo de base de mi sector, donde yo nací, en la colonia
San Francisco, me respaldó tremendamente, ahí conseguí
el 35 por ciento de las marcas, en siete escuelas de esa colonia,
de los más de mil centros de votación que habían
en Tegucigalpa.
¿En
qué ha cambiado su vida el hecho de ser diputado?
Bueno, ehh…yo sigo manteniéndome cotidiano, con el
mismo estilo de vida, sigo usando el bus, el taxi colectivo, vivo
en un barrio siempre, comparto con mis mismos amigos y comparto
con el movimiento popular. Lo único que mucha gente que
ahora nos ve en la acción política y que no nos
conocía nos reconoce nuestra labor, cree que somos buenos
diputados. Yo considero que lo que estamos haciendo como diputados
no es gran cosa, pero con solo el hecho de luchar contra la corrupción
la gente ya le reconoce su labor.
¿Cuánto gana en su cargo como diputado?
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Yo
ganó 38,000 (2,000 dólares) lempiras y 9,500
(500 dólares)
de viáticos. De ahí nos deducen el Impuesto
Sobre la Renta, una cuota para el Injupemp, una cuota de
aporte al partido y un porcentaje que destinamos de forma
individual para apoyar las comunidades y algunos grupos
sociales. |
Neto, ¿cuánto le queda?
Un promedio de 25 mil lempiras (1315 dólares)
¿Qué hace con esa plata?
Ahorita voy a comprar una casa, porque soy uno de los sin techo
de Honduras. No he podido tener una casa, ya que por ser dirigente
popular los bancos no me prestan. A los diputados tampoco les
prestan, pero hay un banco que presta a los diputados por los
cuatro años del periodo, le deducen desde la planilla y
le permiten llegar a tener una vivienda. Así que voy a
tener que aprovechar la diputación para que me deje una
vivienda digna, que con mi lucha creo que merezco tener una casa
para mi familia, al igual que todos los hondureños.
¿Tiene su propio vehículo?
Tengo un carro ahí, no lo uso porque no puedo manejar;
es un carro que lo tenemos con mi esposa, porque ella tiene una
pulpería para jalar algunos productos y para hacer turismo
local aquí en las comunidades.
¿Ya hizo uso de su dispensa para la introducción
de vehículos?
No, el Partido Unificación Democrática en sus estatutos
y los acuerdos establece que nosotros debemos renunciar a las
dispensas que da el Congreso porque nos consideramos ciudadanos
iguales a todos y si somos padres de la patria debemos darle ejemplo
a los hijos de la patria; entonces no podemos darnos recetas privilegiadas
nosotros los diputados porque tenemos iniciativa de ley para favorecernos
individualmente en contra del hambre y pobreza que vive el pueblo
hondureño.
¿No le da envidia ver a sus compañeros diputados
en costosos carros de lujo?
No, para nada porque lo que nunca he tenido no me hace falta,
me dijo mi papá. Yo más bien me siento bien andar
con el taxista, platicando, concientizando al pueblo en un taxi
o en un bus. Además, me siento más seguro en ese
transporte.
¿Qué piensa de Filiberto Isaula?
Filiberto fue un hombre que venía de las corrientes tradicionales
de los partidos, que se reveló a su partido y que la UD
le dio una acogida en un momento coyuntural. Él fue importante
para el partido en su momento, porque nos dio un triunfo emblemático
al ganar la alcaldía de La Paz al caudillo Roberto Suazo
Córdova.
Entonces en su momento fue un símbolo para el partido,
desafortunadamente él no pudo manejar ese liderazgo y retrocedió
a la cultura de la corrupción y apoyó los paquetazos
del gobierno de Maduro y “Pepe” Lobo a cambio de un
carro que le entregaron, aparentemente.
¿Por su experiencia, a quienes verdaderamente responden
los diputados?
Aquí (en el Congreso Nacional) hay tres tipos de diputados
a mi juicio. Los diputados de cúpula, que son los que manejan
las relaciones con los grupos económicos y los partidos
tradicionales; los diputados que hacen los grandes acuerdos, que
ahí hay diputados del PINU y la Democracia Cristiana que
hacen acuerdos políticos supuestamente en función
de la gobernabilidad, pero que al final se acomodan al estatus
quo y los diputados que nos revelamos al modelo económico
y político, ahí estamos los del colectivo de la
Unificación Democrática.
¿Se trafica con las leyes en el Congreso Nacional?
Sí,
se especula que en la anterior Ley de Tarjetas de Crédito,
los bancos tarjeteros le dieron 3 millones de lempiras a los diputados
que manejaron esa ley, ahorita hay nuevamente una ley de tarjetas
de crédito que está siendo manipulada por los bancos
tarjeteros, hay dos diputados peleándose quien se lleva
el protagonismo de eso y no se descarta que haya corrupción
en ese tipo de ley.
También,
en las leyes de la energía térmica están
determinadas realmente por pago de regalías a grupos económicos,
por beneficios a diputados. Todo mundo aquí se pelea por
estar en la Comisión de Telecomunicaciones, en las comisiones
de Finanzas de Inversiones, porque todo mundo quiere estar vinculado
a los grupos de poder económico, porque aquí hay
leyes que significan millones.
Por ejemplo, aquí hay leyes que emitieron los diputados
en las que condonaron deudas por más de 9,000 millones
de energía eléctrica a los grupos económicos.
Entonces puede ser que ahí hubo una movida de un 5 o 10
por ciento que significaba 400 millones de lempiras, y ese dinero
le cayó a algunos diputados en su momento histórico.
¿Entonces qué leyes son las que pasan en
el Congreso?
Aquí siempre se ha traficado con leyes, pues, por eso usted
puede ver que solo pasan tres leyes fácilmente: las leyes
que vienen de los organismos internacionales de crédito,
las leyes que vienen de los grupos económicos y en tercer
lugar las leyes que vienen del gobierno. De ahí, las leyes
que presentan los diputados para mejorar carreteras o escuelas
pasan a las gavetas, peor cuando son leyes de control del consumidor,
leyes para favorecer al pueblo, para incrementos generales de
salarios; esas leyes son vistas como leyes groseras por los diputados
del estatus quo.
¿Si es así, los diputados realmente no legislan
para el pueblo como se ufanan?
No, yo estoy convencido que no; yo inclusive le digo con honestidad
yo creo que tenía más poder cuando estaba con el
movimiento popular que ahora que estoy con el poder político
dado por el pueblo en un gran curul parlamentario. Yo aquí
me siento frustrado a veces, cuando veo realmente como diputados
nuevos jóvenes levantan la mano para darle paquetazos al
pueblo hondureño, para entregarle los aeropuertos y energía
a grupos económicos.
Aquí hay diputados que compran la diputación solo
para tener un estatus en la sociedad, porque vienen de los grupos
económicos y otros diputados que vienen de los pueblos
y que su caciquismo local lo trasladan al Congreso, pero no es
porque les interesa legislar a favor del pueblo hondureño.
Marvín la siguiente es una pregunta muy delicada
¿hay diputados narcos en la Cámara Legislativa?
Ehh…(duda un poco) el narcotráfico está metido
en el Congreso, no sé si hay diputados narcos así
con nombre y apellido, es un tema bien delicado porque corre peligro
la vida de uno, pero que está metido en el Congreso yo
no lo descartaría.
¿Y el crimen organizado?
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También.
Toda la sociedad hondureña ha sido infiltrada por
este tipo de crimen y el Congreso no es la excepción,
de hecho en la legislatura anterior un diputado fue asesinado
en la Penitenciaría que estaba enjuiciado por narcotráfico,
hay otro diputado del Parlamento Centroamericano que está
recluido por narcotráfico. Aquí también
se dice a voces silenciosas que hay diputados vinculados
al narcotráfico. |
¿Con esto usted afirma que el crimen organizado
y el narcotráfico tiene peones en el Congreso?
Yo creo que sí, porque cuando alguien está metido
en ese tipo de crimen difícilmente sale, es como la mara
de los jóvenes que cuando se mete no puede salir; entonces
creo que el que se mete a ese triste camino de la corrupción
y el crimen organizado difícilmente sale. Por eso los abanderados
de lucha contra la corrupción también tenemos que
tener mucho cuidado porque hay muchas ofertas tentadoras aquí.
Yo creo que si hay crimen organizado porque aquí hay muchas
ofertas tentadoras para nosotros los que somos honestos.
¿Y a usted lo han querido comprar?
Con cargos públicos, con leyes, con canonjías; antes
de ser diputado, inclusive, tenía ofertas. Yo creo que
si hay mucho de eso en el país, desgraciadamente este es
un país en donde los partidos políticos perdieron
sus idearios políticos y se pusieron al servicio del modelo
económico y al servicio de los grupos económicos
que no andan en la parte legal, lo que llaman el crimen organizado.
¿Qué futuro le depara a la Unificación
Democrática? ¿podrá gobernar algún
día?
Sí, quizá no es fácil decirlo y podíamos
ser aventureros, pero creo que el pueblo se está cansando
de los partidos tradicionales, yo creo que puede haber una sorpresa
si tenemos la capacidad de articular todas nuestras fuerzas, limar
asperezas, definir un verdadero proyecto político, hacer
un análisis de la realidad sociopolítica del país
e identificar los grupos de poder y las nuevas fuerzas de poder
Pero si, lo que soy claro es que con las siglas no vamos alcanzar
el poder, tenemos que aliarnos con las diferentes fuerzas sociales,
políticas y romper los sectarismos en el partido. Ningún
partido de izquierda en Latinoamérica ha logrado el poder
por radicalismos, lo ha logrado porque dio apertura.
¿Está muerto el movimiento popular hondureño?
Está vivo, está vivo y coleando como dicen los hondureños,
lo que sucede es que el modelo ha sido avasallador y se la han
quitado conquistas salariales, laborales, se ha planteado el trabajo
temporal en vez del trabajo permanente; hay un fuerte desempleo
que golpea al sector campesino. El sector campesino ha sido abandonado
por las políticas de reforma agraria, pero son gigantes
dormidos que están ahí.
¿Fidel Castro y Hugo Chávez son líderes
democráticos o tiranos?
No, son líderes. El liderazgo de Fidel Castro ya no es
ni siquiera discutible por la derecha, la derecha inclusive va
a Cuba para ver como están los avances en salud y educación
y a pesar del bloqueo que ha sido sometido Cuba, Fidel Castro
ha demostrado la capacidad de ser un líder natural y auténtico.
Y Hugo Chávez es un nuevo líder latinoamericano
en un nuevo contexto, 40 años después de la Revolución
Cubana. Cuando las utopías estaban casi caídas,
Hugo Chávez levanta un proyecto revolucionario centrado
en el pensamiento de Bolivar de unir América y aprovechar
los recursos naturales que tiene Venezuela al ponerlos al servicio
del pueblo y destronconar las oligarquías que manejaban
el petróleo en Venezuela y que se habían enriquecido
en contra de un pueblo hambriento.

¿Manuel Zelaya es un estadista o un presidente
del montón?
Es un presidente del montón, porque no ha podido diseñar
un plan de gobierno y política de estado. Inclusive, la
conformación del Gabinete lo hizo de la forma clientelar
e histórica de repartirse entre las facciones de un partido
dividido que no controla y que al final le está generando
conflictos. Además, es acompañado por un sector
que pululó en la izquierda y que quiere convertir al Partido
Liberal, que va a ser una utopía, querer hacer progresista
a un partido que se convirtió en un partido de derecha.
¿Cuál es el sentir de los sectores populares
acerca del gobierno?
Lo cierto es que las cosas están muy complejas en el país,
sobre todo porque se está perdiendo la esperanza. El gobierno
de Maduro se desgastó en el tercer año y el gobierno
de “Mel” Zelaya ya empieza a desgastarse en el primer
año. Eso realmente implica que hay preocupación
en el pueblo. Si a eso le sumamos, también, la preocupación
de algunos grupos económicos, que pueden ser tocados sus
intereses por el gobierno errático de “Mel”,
que a veces hace planteamientos populistas y luego planteamientos
del modelo.
Inclusive, cada vez más circula el rumor que no va a terminar
su periodo y eso implicaría romper el sistema democrático,
dicen algunos con tristeza y preocupación.
Hay ciertos sectores que no ven futuro al actual gobierno,
¿usted cree que Manuel Zelaya terminará su gestión?
Sí va a terminar el gobierno, porque él le fue a
ofrecer bases militares a Estados Unidos a cambio de respaldo
político. La ruptura que tenía con el embajador
Charles Ford ya fue limada las asperezas al participar el 4 de
julio en el aniversario de la independencia de Estados Unidos
y también cada vez “Mel” ya empieza a alinearse
con los grupos económicos y parece que el hombre está
garantizando su gobernabilidad, independientemente que sea un
mal gobierno para el pueblo.
PERFIL |
Marvin
Ponce Sauceda, nació en el barrio El Manchén
de Tegucigalpa, tiene 43 años, es perito mercantil
graduado en el Instituto Central, es sociólogo
rural, licenciado en sociología, de la Universidad
de Chapingo, México. Estudió economía
agrícola en España e Italia y ha participado
en conferencias internacionales sobre el Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos y en el parlamento Europeo.
Es miembro de Amnistía Internacional y de FHIAN
Internacional, organización por derecho a la alimentación.,
miembro de la cooperativa Sagrada Familia, fundador de
la Asociación Cristiana de Jóvenes en Honduras,
fundador del Bloque Popular, intelectual orgánico
del movimiento popular desde 1979 y Presidente del Consejo
Central de Estudiantes del Instituto Central.
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