•
¿Es cierto que a usted no lo quieren ver en Casa Presidencial
y que por eso utilizó su casa como sede de la vicepresidencia?
Sí,
siempre han habido problemas. Los problemas de seguridad fueron
importantes, el Presidente y vicepresidente no pueden volar juntos,
no pueden estar en el mismo lugar. Si no les gusta (que yo llegue
a Casa Presidencial) se van a tener que acostumbrar, porque yo
fui electo por el pueblo y a la par de “Mel” Zelaya.
•
¿Cómo son sus relaciones con el presidente Zelaya?
Mis
relaciones con el Presidente son muy buenas. Somos muy buenos
amigos, hay una intimidad familiar importante. Mi esposa y su
servidor fuimos los padrinos de la boda de su hijo. Hay una buena
amistad de familia a familia; desde Olancho, los Ordóñez
se han identificado mucho con los Zelaya.
•
¿Pero han habido problemas?
Los
problemas que se han dado son normales en la política,
acuérdese de que el Partido Liberal es un partido muy amplio,
un partido de distintas facetas ideológicas y yo represento
una faceta ideológica, y hay otros que representan otra
faceta ideológica.
•
¿A cuál faceta pertenece usted?
Yo
pertenezco justamente a la sombrilla democrática que tiene
la firme creencia de que los problemas de Honduras se van a resolver
bajo el esquema de participación de la sociedad, pero sin
extremar medidas que conlleven a un populismo, a una circunstancia
que no sea la de los procedimientos usuales en nuestros medios,
que reflejan la voluntad y madurez política de nuestros
pueblos.
Honduras es una nación que, mientras el resto de los países
de Centroamérica se desangraban peleando por ideologías
políticas desfasadas y fuera de tiempo, nosotros nos mantuvimos
bajo nuestra bandera democrática y eso significa que nosotros
de alguna manera representamos esos principios de luchas donde
se reconoce que el crecimiento al beneficio de la mayoría
de la población se va a dar en la medida de que los tratados
de libre comercio, y los procedimientos de libre empresa, vayan
enmarcando un desarrollo sostenido del país.
•
¿El hecho de pertenecer a otra facción del liberalismo
le ha provocado algunos roces o no muy buenas relaciones con otros
funcionarios que rodean al presidente Zelaya?
Claro
que sí. Nosotros tenemos buenas relaciones con la mayor
parte, pero siempre hay... y esa es la definición.
•
Hay un rumor según el cual usted se prestaría a
una defenestración del presidente Zelaya y que por esa
razón él aplazó el viaje a Taiwán.
Hasta lo han bautizado el “elvinzazo”. ¿Es
cierto esto?
Yo
soy un melista de corazón, un liberal de principios. En
mi casa me enseñaron desde temprana edad lo que significa
la lealtad, la moral y la ética, y yo trabajo incansablemente
por Honduras. Antes trabajaba para nuestras empresas. Cualquier
otra circunstancia que no sea la de guardarle lealtad al presidente
y de conceptualizar que soy hombre de principios muy claros, está
totalmente fuera de orden. Yo no he hecho ningún plan,
como no hice plan para ser vicepresidente, tampoco he hecho ningún
plan de escalar ninguna posición política.
•
¿Usted está de acuerdo con ese populismo que proyecta
el presidente Zelaya?
El
presidente Zelaya no aparenta ningún populismo. Con el
presidente Zelaya, nosotros compartimos la visión de que
haya una mejoría de las grandes mayorías. El gran
problema es que nuestro país ha crecido en la parte macroeconómica,
pero solo beneficiando a un reducto de nuestro sector. Hay que
tener un beneficio justamente de la colectividad, distribuido
con mayor equidad, y eso es lo que va a facultar a Honduras para
que siga manteniendo esa madurez política. No se trata
de manejar una ideología que se pueda llamar de izquierda
o de derecha, se trata de reconocer que hay que librar una lucha
contra la pobreza. Yo, y nuestra facción política,
apoyo el desarrollo de infraestructura para que desarrolle empleo.
Por eso hemos convencido al Presidente para que invierta tiempo
y esfuerzo en desarrollar las hidroeléctricas. Hay otros
sectores que creen que debe haber un apoyo a la parte social inmediata;
yo creo que la generación de riqueza viene en un plazo
un poco mayor.
•
¿Usted no está de acuerdo en la forma en que se
están enfocando los problemas, entonces...?
Hay
distintas formas de enfocar los problemas y nosotros los enfocamos
de cierta manera y hay otras facciones del Partido Liberal que
la enfocan de distinta manera. Nosotros somos mucho más
pragmáticos.
•
¿Es cierto que usted no está de acuerdo en ese acercamiento
comercial que el presidente Zelaya quiere tener con Venezuela?
Sí,
es cierto.
•
¿En qué se basa?
Yo
creo que el acercamiento político con cualquier país,
que de alguna manera no refleje nuestra realidad en la práctica
comercial, requiere de un análisis más profundo.
Nuestro principal socio comercial es Estados Unidos. El 50 por
ciento de nuestro intercambio lo hacemos con esa nación.
Tienen invertidos aquí más de mil millones de dólares,
estamos hablando más de 20 mil millones de lempiras. Un
90 por ciento de nuestra producción agrícola va
destinado a Estados Unidos. Nosotros nos hemos constituido en
el tercer país más importante en la exportación
de bienes de confección y textiles. O sea que nosotros
dependemos de Estados Unidos. Eso sin tomar en cuenta las remesas,
que son 1,500 millones de dólares que anualmente recibimos
y que significan la estabilidad inflacionaria del país.
•
¿Quiere decir que se está poniendo en peligro la
relación con Estados Unidos?
Si
nosotros obviamos la importancia que Estados Unidos tiene para
Honduras y viceversa, porque Honduras es un país estratégico
para ellos, de esa manera estaremos entendiendo que no podemos
poner en peligro nuestra relación con Estados Unidos para
beneficio de nuestra propia identidad. La relación con
Venezuela, media vez que sea comercial estrictamente, es permisible,
pero en el momento en que transgreda al plano político
es no aceptable, según nuestro criterio.
•
¿Pero el criterio de muchos es que con Venezuela nos puede
ir bien en términos de precios de combustibles?
Pueden
haber muchos criterios, el mío es que no nos puede ir bien
en el ámbito político porque Venezuela, en estos
momentos, es un país donde la democracia está altamente
cuestionada y nosotros debemos estar conscientes de que la geopolítica
juega un importante papel. Lo interesante para nosotros sería
encontrar el beneficio en el precio de los combustibles sin sacrificar
la geopolítica y nuestros principios democráticos.
Aquí, cada cuatro años decidimos quién va
a regir, en forma temporal, la cosa pública, y hacerlo
de otra manera y pretender que aquí se van imponer dictaduras,
como lo han hecho otros que tienen algunos recursos naturales
en demasía, es algo totalmente fuera de tiempo, desfasado
y contraproducente.
•
¿Usted tiene temor de que una relación comercial
del gobierno de Manuel Zelaya con Venezuela pueda conducir a una
relación política?
Yo
lo que tengo es la experiencia necesaria, después de 20
años de empresa privada, de saber que un deber crea un
derecho y que en la medida en que nosotros vayamos desarrollando
nuestra soberanía en grado superlativo, y que encontremos
la capacidad para organizarnos en un mundo de alta competitividad,
pero que ahora tiene que estar en bloques comerciales, en esa
medida vamos a poder ir identificando nuestra propia identidad
y superación en ataque a los problemas. El problema energético
no va a ser resuelto por Venezuela. Esa es una concepción
cerrada. A nosotros no nos va a salvar Venezuela, no nos va a
salvar Estados Unidos. Nos va a salvar la posibilidad de que podamos
desarrollar represas.
•
Esta forma de pensar, ¿cree que lo puede alejar del Presidente?
Con
el presidente Zelaya empezamos juntos, andamos juntos y vamos
a terminar juntos. La gran disyuntiva en que en este momento estamos
enfrascados es tratar de que los resultados de la gestión
sean adecuadamente recepcionados y percibidos por el pueblo y
por la opinión pública, y que los resultados de
esas intenciones se midan en el corto plazo. Ya sabemos que hay
que mejorar y que errar es de humanos y rectificar es de sabios.
•
¿Usted aspirará en el futuro a la presidencia de
la República?
Yo
nunca hice planes de ser vicepresidente. No voy a hacer planes
para llegar a otras circunstancias. Voy a trabajar a la par de
“Mel” buscando los espacios, peleando por ellos.
Tomado
de ElHeraldo.hn