Más de 57 muertos en nueva matanza en Irak

   

18 de julio de 2006

Bagdad - La tercera matanza en tres días en Irak tuvo hoy como escenario la ciudad de Kufa, feudo del líder radical chií Muqtada al Sadr, y se perpetró a sólo doscientos metros de una de las mezquitas más veneradas del chiísmo.


La explosión de un coche bomba conducido por un suicida ha dejado 57 víctimas mortales y 92 heridos, según fuentes del ministerio de Interior iraquí.

El suicida congregó primero a un grupo de obreros en torno a su camioneta, supuestamente para ofrecer conducirles a algún lugar, antes de activar su carga explosiva.

El estallido se registró a unos 200 metros de la mezquita de Muslim Ibn Akil, una de las más antiguas de Kufa, construida en la época de Ali Bin Abi Taleb, el cuarto califa del Islam y que utilizó esta mezquita como sede de su califato.

Kufa es feudo del líder chií radical Muqtada al Sadr, que encabeza las milicias del "Ejército del Mahdi", que se han mostrado particularmente activas contra las tropas de ocupación en Irak.

El director del hospital Eufrates en la ciudad, Husein Mohamed, por su parte, afirmó a Efe que este centro médico recibió a 36 víctimas mortales y a 52 heridos, algunos de ellos graves.

Testigos presenciales explicaron que tras el estallido varios ciudadanos de la zona tiraron piedras contra los policías que llegaron al lugar de la explosión, por lo que éstos empezaron a disparar en el aire para dispersar al gentío.

Por su parte, el gobernador de la ciudad chií de Nayaf (al sur de Bagdad), Asaad Abu Kalal, en una entrevista con el canal de televisión iraquí "Eufrates", responsabilizó a los "criminales bazistas (del ex partido gobernante Baaz) y a los terroristas procedentes de la región de Mahmudiya" del ataque de hoy.

La ciudad de Mahmudiya, 30 kilómetros al sur de Bagdad y 130 al norte de Kufa, acoge una conflictiva mezcla de suníes y chiíes, y fue escenario ayer de un cruento atentado contra un mercado que causó la muerte de más de cuarenta personas.

Con metralletas y artefactos explosivos, un gran número de insurgentes asaltaron el mercado situado en el "triángulo de la muerte" al sur de la capital iraquí, y dejaron, además, cuarenta heridos.

La primera matanza de estos tres días se registró el domingo, al explotar un vehículo bomba conducido por un suicida cerca de una cafetería próxima a una mezquita en la localidad de Tuz Jormatu, a 170 kilómetros al noreste de Bagdad.

Al menos 29 personas murieron y otras 27 resultaron heridas por el ataque, según fuentes policiales.

Con estos tres atentados sangrientos, la violencia sectaria vuelve al país pese al plan de seguridad lanzado el mes pasado y la iniciativa de reconciliación nacional presentada al Parlamento por el primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki.

El plan de Al Maliki tenía como objetivos incluir a los grupos de insurgentes árabes suníes en el proceso político y poner fin a la violencia en Irak, pero hasta el momento no se han visto resultados sobre el terreno. EFE