Israel
descartó los llamamientos del Secretario General de la
ONU y de la misión especial enviada a la región,
para negociar un inmediato cese de las hostilidades.
El
embajador israelí, Dan Gillerman, dijo que el grupo Hizbollah
“ha ocupado, asolado, violado y saqueado Líbano”,
para convertirse en el verdadero ocupante del país.
Según
Gillerman, “el gobierno de Líbano, por sus propias
razones políticas, ha escogido el conflicto con Israel
en lugar de combatir el cáncer que ocupa el cuerpo y el
alma de su país. Este cáncer debe ser extirpado.
No puede ser parcialmente removido. Se debe remover sin dejar
traza alguna o, como ocurre con el cáncer, regresará
y se expandirá”.
El
embajador libanés, Nouhad Mahamoud, replicó que
Israel se oculta en el derecho a la autodefensa para perpetrar
“una agresión cuya brutalidad ha excedido todas las
expectativas y las agresiones previas”.
“Desde
el inicio de sus operaciones militares hace diez días,
Israel ha destruido la infraestructura de Líbano y atacado
deliberadamente a la población civil” con un saldo
hasta hoy de más de 350 muertos y más de mil heridos,
además de unos 500 mil desplazados, agregó Mahamoud.
En
la etapa inicial de la sesión, el Consejo escuchó
también un informe del Vijay Nambiar, jefe de una misión
especial enviada a la región por el Secretario General
con el objetivo de buscar fórmulas para detener la espiral
de violencia e iniciar negociaciones para una solución
política negociada.
Nambiar
reiteró la iniciativa de Kofi Annan de procurar un inmediato
cese de hostilidades para luego dar paso a un paquete de medidas
destinadas a enfrentar los problemas de fondo, entre ellos la
presencia de la milicia de Hizbollah en el sur de Líbano.
El
Consejo, que seguirá sus deliberaciones esta tarde, también
escuchó un detallado informe de la situación humanitaria,
a cargo de Jan Egeland, Subsecretario General de la ONU para Asuntos
Humanitarios, quien viajará a Beirut para dirigir las operaciones
de asistencia a la población civil.