"Las
pérdidas de ingresos son de unos 630 millones de shékels
diarios -unos 111 millones de euros-", indica un informe
de la agencia 'Business Data Israel' (BDI), en el que se destaca
que una gran parte de la actividad industrial israelí está
en la zona de guerra.
Desde
que el 12 de junio estallaron los combates en la frontera israelo-libanesa
toda la Galilea ha quedado completamente paralizada por la caída
de más de 1.000 cohetes Katyushas, lo que impide a la población
acudir a sus puestos de trabajo.
Haifa,
una de las ciudades atacadas, es el principal centro industrial
de Israel y su principal puerto a la exportación.
Según
BDI, un 26 por ciento de la industria, un 20 por ciento de los
servicios y un 21 por ciento de empresas dedicadas al comercio
están en la zona de guerra, y han tenido que cerrar.
El
volumen de ingresos de tiendas al detalle que genera la zona afectada
equivale a un 21 por ciento del total israelí, pues allí
viven unas 700.000 personas de poder adquisitivo medio y alto.
Igualmente
ocurre con el sector turístico, completamente paralizado
en una época estival en la que la ocupación suele
alcanzar entre el 80 y el 90 por ciento.
Según
el informe, el 28 por ciento de las estancias hoteleras en todo
Israel está al norte del eje Haifa-Tiberiades, línea
imaginaria que define la zona en estado de emergencia.
Más
allá de las pérdidas económicas, el gasto
de la guerra en sí oscila entre los 50 y 100 millones de
shékels diarios, es decir entre 11 y 22 millones de euros.
EFE