El
presidente del Parlamento señala que los cubanos "son
tratados como si fuesen personas inferiores" y "se les
convierte en un grupo especial fuera de la protección de
la Constitución y las leyes".
El nuevo informe del llamado "Plan de Ayuda para una Cuba
libre" endurece las restricciones en materia de visitas,
remesas y envíos desde EEUU a Cuba dispuestas en mayo del
2004.
El legislador recordó que los cubanos residentes en Estados
Unidos tienen que solicitar un permiso especial para poder visitar
a Cuba, y sólo pueden viajar cada tres años.
"Por
si esto fuera poco, Bush se arrogó la facultad de redefinir
el concepto de familia excluyendo a tíos, sobrinos, primos
y otros parientes", agregó.
"Todas esas medidas son discriminatorias y claramente contrarias
a la Constitución y la legalidad norteamericanas",
señaló en un artículo titulado "Bush
y sus valores familiares".
Asimismo, Alarcón dijo que los cubanos y sus descendientes
radicados en Estados Unidos "son tratados como personas inferiores,
a las cuales se les imponen limitaciones a sus derechos individuales
que no existen para ningún otro segmento de la población
de ese país".
"No
existe otra disposición que regule los vínculos
de los demás habitantes de Norteamérica con los
países de donde emigraron ellos o sus ascendientes",
añadió.
Alarcón señaló en su artículo que
el Gobierno estadounidense no se ocupa de cuántas veces
los inmigrantes de otras nacionalidades visitan a sus familiares
en el exterior, o cuánto dinero les envían en remesas.
El líder del Parlamento cubano sostuvo que el informe de
este año "se congratula por los sufrimientos que ha
causado".
Recordó además que hace años el Tribunal
Supremo de EEUU reconoció que viajar a Cuba es un derecho
de los estadounidenses y denunció que "ahora Bush,
el pequeño, intenta convertirlo en una actividad criminal".
EFE