El
director general de la OMC, Pascal Lamy, explicará en conferencia
de prensa a partir de las 15.30 GMT los siguientes pasos de este
proceso, que tras el fracaso sume en la crisis a la Ronda del
Desarrollo de Doha.
"Ha sido un fracaso que, desde luego, no era deseado, pero
que sí podía haber sido evitado", afirmó
el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, al explicar
en conferencia de prensa lo ocurrido en las últimas horas
de la negociación.
Para Mandelson, la responsabilidad de este fracaso recae en Estados
Unidos, un país que, a su juicio, fue "incapaz"
de mostrar flexibilidad alguna para sacar adelante esas tratativas.
"Estados Unidos no aceptó ni reconoció la flexibilidad
mostrada por otros, y en consecuencia fue incapaz de ser flexible
en la reducción de los subsidios internos" a la agricultura,
afirmó.
La Ronda de Doha, que se pretendía concluir en 2006, se
lanzó en 2001 para profundizar en la liberalización
de la agricultura, la industria y los servicios, entre otros,
y que de ello se beneficiarán los países menos desarrollados.
Las profundas divergencias entre los principales actores de la
negociación en materia agrícola, sobre todo en los
capítulos de reducción de subsidios internos y ampliación
del acceso a los mercados agrícolas, ha llevado a la suspensión
de estas negociaciones después de múltiples aplazamientos
y fracasos.
"Nos hemos pasado la última salida de la autopista",
señaló Mandelson sobre el significado de la suspensión
de las negociaciones, de las que dijo que "lo que nos ha
faltado para lograr un acuerdo sobre las modalidades no eran demasiados
números ni tampoco cifras enormes".
De forma similar se expresó el ministro indio de Industria
y Comercio, Kamal Nath, quien admitió que aunque no quería
acusar a nadie del fracaso de la Ronda, EEUU fue el único
país que no puso una propuesta sobre la mesa que permitiera
avanzar.
"No me gustaría entrar en un juego de acusaciones,
pero está claro que, a excepción de un único
país, la Unión Europea y todos los otros se movieron
y lanzaron una propuesta", señaló Nath.
Poco antes, la Representante de Comercio de EEUU, Susan Schwab,
había defendido la posición de Washington y pidió
que "nadie cayera en la tentación de apuntar con el
dedo a otro por este fracaso".
"Nos sentimos muy decepcionados después de no haber
logrado un acuerdo la pasada noche entre el G-6", dijo Schwab,
que también pidió que "nadie retire las ofertas
que hay encima de la mesa".
Anticipándose a las críticas de los demás,
la Representante de Comercio de EEUU indicó que su delegación
llegó a Ginebra "con flexibilidades" para sacar
las negociaciones de la parálisis, pero no encontró
la misma disposición de los demás socios comerciales.
"Las promesas que se hicieron durante la cumbre del Grupo
de los Ocho (G-8, siete países más ricos del mundo
más Rusia) no se materializaron en Ginebra", dijo
Schwab, que subrayó que "de las negociaciones de anoche
no salió un conjunto de acuerdos que pudiéramos
presentar al presidente y al Congreso" de EEUU.
Por su parte, el secretario de Agricultura de EEUU, Mike Johanns,
admitió que "esto es verdaderamente un fracaso, pero
no hay que retirar oferta alguna de la mesa. EEUU está
comprometido con el sistema multilateral y con la OMC, así
como con la eliminación de las distorsiones comerciales".
"Lo menos que puedo decir es que estoy perplejo. La única
explicación para esta ruptura tan categórica es
que ha faltado la voluntad política", afirmó
en una declaración escrita el ministro brasileño
de Relaciones Exteriores, Celso Amorim.
Agregó que en estos momentos del proceso, "no es suficiente
con decir que no gusta lo que hay sobre la mesa de negociaciones,
ni tampoco con culpar a los demás ni esconderse bajo nuestros
propias circunstancias políticas".
Por su parte, el ministro de Comercio de Japón, Shoichi
Nakagawa, se expresó a favor de finalizar con éxito
la negociación y mostró la disposición del
Gobierno de Tokio para "superar las dificultades y no caer
en una ola de pesimismo".