En
una primera etapa, sólo convertiría en "elegibles"
para trabajo temporal a los que procedan de los países
socios en el NAFTA (México y Canadá) y CAFTA-RD
(Nicaragua,
Honduras,
El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana).
Chile, que ya es socio, y Perú y Colombia, que están
en proceso de serlo, quedarían excluidos.
"Se
ha demostrado que de los países del NAFTA y CAFTA proceden
más del 80% de los trabajadores inmigrantes", indicó
la senadora Kay Bailey Hutchinson, copatrocinadora de la iniciativa.
Hutchinson, de Texas, y el congresista Mike Pence, de Indiana,
elaboraron la propuesta que busca servir de "puente"
entre las posiciones radicales de su partido y reactivar el proceso
legislativo de reforma de las leyes de inmigración.
"Creemos
que este plan dará seguridad a nuestras fronteras y arreglará
nuestro sistema migratorio", declaró Hutchinson en
la presentación de su proyecto en el Capitolio. Por su
parte, Pence dijo que "no consideramos esta propuesta como
un acuerdo intermedio entre las dos cámaras sino como una
contribución al debate sobre seguridad y reforma migratoria".
Hutchinson,
vicepresidenta de la Conferencia Republicana del Senado, y Pence,
presidente del Comité de Estudios Republicanos de la Cámara
de Representantes, denominaron a su proyecto "Seguridad en
las fronteras y reforma de inmigración sin conceder amnistía".
La
Cámara de Representantes aprobó en diciembre un
proyecto que se centra solamente en los temas de seguridad fronteriza.
En mayo, el Senado aprobó otro que incluye, además
de la seguridad, la posibilidad de legalizar a una buena parte
de los 12 millones de indocumentados que ya están en la
nación.
Pero
el diálogo para armonizar una posición común
está roto y, según Hutchinson, con este proyecto
"que no es perfecto, esperamos ponerlo otra vez en movimiento".
El proyecto propone una moratoria de dos años para no discutir
el tema de los indocumentados y dedicarlos más bien a la
aplicación de las medidas de seguridad fronteriza. La conclusión
de ese periodo será certificada por el presidente estadounidense,
George W. Bush.
Después
de ese periodo, los indocumentados tendrán que 'autodeportarse'
para acceder a un permiso de trabajo, una propuesta que ya ha
sido rechazada en debates previos por el Senado. Pero Hutchinson
dijo que espera llegar a "un compromiso" con sus colegas
para resolver la crisis.
Los
'autodeportados' podrán solicitar en su país de
origen un nuevo tipo de visado que se llamaría Visado de
Buena Vecindad SAFE (Secure Authorized Foreign Employee o Empleado
Extranjero Seguro y Authorizado). El visado SAFE les habilitaría
para trabajar por dos años, así como a salir y regresar
al país en ese plazo. Habría posibilidad de renovación
por cinco veces más, lo que haría un total de 12
años.
Al
concluir los 12 años, los extranjeros cambiarían
el visado SAFE a otro llamado X-Change Visa (o Visado de Intercambio)
que le permitiría al poseedor quedarse por cinco años
más, al término de los cuales podría solicitar
la residencia, pero sin ninguna ventaja en el proceso.