Tegucigalpa
- El cardenal Oscar Andrés Rodríguez cuestionó
las tomas de carreteras promovidas esta semana por la Alianza
Cívica Democrática y el obispo Luis Alfonso Santos,
en el occidente del país, para demandar la derogación
de la Ley de Minería.
Contrario
a esta posición, Rodríguez se pronunció a
favor de reformas a la actual Ley de Minería, y contrario
a su derogación, como plantean los pobladores de varias
regiones del centro y el occidente del país.
Las
declaraciones de Rodríguez dejaron en evidencia la falta
de acuerdos alrededor de este tema con Santos, a quien, en su
opinión, podrían estar "utilizando", sectores
que no identificó.
"A
veces a uno le pueden poner una cáscara de banano para
que se resbale", comentó, el alto jerarca de la iglesia
católica hondureña.
Rodríguez
es de la opinión de que una ley, en este caso la de la
minería, tiene que existir, porque no puede ser que en
Honduras se exploten sus riquezas mineras, sin ninguna regulación.
"Necesitamos
más bien que Honduras se capacite para eso, nuestro país
es de leyes y si hay concesiones otorgadas en base a la ley, también
Honduras debe responder", señaló.
Añadió
que "no estamos en un país anárquico"
donde una persona va a decir "para mañana toda
la minería quedará abolida, eso sería
violar las leyes".
Miles
de pobladores del centro y el occidente de Honduras bloquearon
el martes pasado varios puntos de las carreteras del norte
y panamericana, en demanda de la derogación de la
Ley de Minería.
Las
protestas se suspendieron, luego de que los organizadores
acordaron con el presidente, Manuel Zelaya, una reunión
para el martes de la próxima semana en San Pedro
Sula, en la que se discutirán sus planteamientos.
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Santos
responde
En
declaraciones ofrecidas esta mañana a una radioemisora
capitalina, Santos dijo que no había escuchado las declaraciones
del cardenal Rodríguez, pero quizás había
muchos puntos que aclarar , porque "creo que en este momento
hay un consenso en el país sobre las explotaciones mineras".
Contrario
a su encendido discurso de los últimos días, esta
vez Santos habló de manera más sosegada y trató
de evadir su responsabilidad en las manifestaciones y tomas de
las carreteras, aduciendo que él en ningún momento
llamó a la gente a tomar tales acciones.
Apuntó
que el día de la manifestación, él se encontraba
en la gasolinera Puma en la Entrada, Copán y de eso "todo
mundo es testigo porque ahí estaba el comisionado de policía,
el jefe de Tránsito, y ahi rezamos el rosario. Era
una cosa religiosa y todos me escucharon que debían caminar
el margen derecha de la carretera".
"Es
decir, lo que hagan las gentes nos es responsabilidad mía,
yo le aclare al Ministerio de Seguridad que yo tengo autoridad
sobre los sacerdotes, a las religiosas etcetera, pero que sobre
las organizaciones populares son mayores de edad y cada quien
toma sus decisiones, verdad", anotó.
Santos
ha sido un fuerte crítico del Congreso Nacional y del gobierno
por su posición con respecto a la Ley de Minería,
incluso en recientes declaraciones calificó al legislativo
de la "Madre de la Corrupción" por su decisión
de mantener vigente esa normativa.
El
prelado aseguró que él no participó en la
toma de la vía que comunica al occidente del país
y mas bien estuvo mediando entre la gente y el presidente de la
República, Manuel Zelaya y el presidente del Congreso Nacional,
Roberto Micheletti.
En
relación a si había discrepancias con el cardenal
Rodríguez en torno a este tema, el prelado respondió
que no y afirmó que nadie puede acusarlo de tomarse las
carreteras porque él está claro que ese es un delito
de orden público.
"Nadie
me puede acusar a mi de tomarse las carreteras, más bien
de haber estado mediando entre las fuerzas seguridad para que
no hubieran golpeados y heridos y toda la sociedad civil que estaba
en la carretera", dijo.
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Santos
admitió que en la iglesia existe una división
en cuanto al tema de la minería, "porque el
presbiterio de Santa Rosa de Copán va por la derogación
del decreto 292-98 y tenemos buenas razones para ello, porque
las reformas no tocan lo fundamental de este decreto".
Además,
dijo que el estado hondureño no tiene capacidad técnica
para administrar las concesiones mineras, prueba de ello
es que hace unas semanas la misma mina de San Andrés,
en la Unión, Copán, perdió más
de 29 millones de agua con cianuro y las autoridades no
pudieron hacer nada. |