"Estoy
profundamente desalentado de que mis llamamientos a un inmediato
cese de las hostilidades no hayan sido escuchados y el resultado
es la pérdidas de más vidas inocentes y el sufrimiento
de civiles inocentes", agregó.
Manifestantes
en Beirut irrumpieron y prendieron hoy fuego en las dependencias
del organismo en la capital libanesa en señal de protesta
por la matanza de más de 50 civiles, la mayoría
niños.
Annan
indicó que el primer ministro libanés, Fuad Siniora,
le comunicó que no se implicaría en más negociaciones
diplomáticas hasta que no se detengan los ataques de Israel.
Un
ataque israelí en la localidad libanesa de Qana causó
hoy la muerte de al menos 57 personas, y entre ellas 37 niños.
Annan
recordó que en los 18 días transcurridos desde que
empezaron los enfrentamientos han muerto unos 600 libaneses por
la ofensiva militar israelí, y medio millón han
tenido que abandonar de sus casas para refugiarse en lugares seguros.
Casi
50 israelíes han muerto, de ellos 19 eran civiles y el
resto militares, en las poblaciones del norte de Israel por cohetes
lanzados por las milicia chií libanesa de Hizbulá.
"Es
importante subrayar que el peso de la responsabilidad recae en
ambas partes del conflicto y está claro que ambas han violado
el derecho humanitario internacional", subrayó.
Reiteró
que nadie duda del derecho de Israel a la legítima defensa,
pero que la manera en que actúa "está causando
muertes y sufrimiento en proporciones inaceptables".
Una
vez más, Annan insistió en la necesidad de hacer
un llamamiento urgente al cese de las hostilidades, para permitir
el acceso de la ayuda humanitaria y la asistencia por parte de
las víctimas.
Paralelamente,
resaltó que se debe negociar un alto al fuego sostenible
que incluya el fortalecimiento del gobierno del Líbano
y el desarme de Hizbulá y la demarcación de las
fronteras libanesas, incluidas las controvertidas Granjas de Cheba,
ocupadas por Israel.
"La
autoridad y reputación del Consejo están en juego.
La gente se ha dado cuenta del fracaso a la hora de actuar con
firmeza y rapidez durante la crisis", declaró.
Por
su parte, Francia, que tiene este mes la presidencia de turno
del Consejo, ha distribuido un proyecto de resolución para
pedir el cese inmediato de las hostilidades y la apertura de un
proceso político para un alto el fuego definitivo.
El
embajador francés, Jean Marc de la Sabliere, indicó
que el ataque a Qana "no se puede justificar" e hizo
un llamamiento al Consejo para que empiece a trabajar en un plan
para buscar una salida a la crisis.
De
la misma manera se expresó el embajador británico,
Emyr Jones Parry, quien dijo que el último ataque israelí
"refuerza la necesidad de que la violencia debe acabar"
y apoyó la idea de adoptar una resolución para pedir
el alto el fuego para que sea aprobada lo antes posible.
Pese
a las presiones de los países europeos y también
árabes, EEUU todavía se resiste a cese del fuego,
como hoy se pronunció su secretaria de Estado, Condolezza
Rice, quien se encuentra de visita en la región de Oriente
Medio.
Insisten
que un alto el fuego ahora sería como volver a la situación
anterior en el Líbano y que antes el ejército israelí
debe acabar con Hizbulá. EFE