Según la Cruz Roja Libanesa, que recogió el testimonio
de un jeque (autoridad religiosa) de Qana, en el sur del Líbano,
había 63 personas en el edificio bombardeado por la aviación
israelí, de las que ocho han sido rescatadas heridas a
primeras horas de la mañana, y desde entonces solo se han
recuperado cadáveres.
A
las 14.00 hora local (11.00 GMT), el portavoz de la Cruz Roja,
George Katani, dijo a Efe que los servicios de rescate de varias
instituciones habían recuperado 25 cadáveres, 16
de ellos niños.
Las
televisiones libanesas y árabes mostraron varias imágenes
de estos niños que yacían inertes entre los escombros,
casi todos en pijama, pues supuestamente fueron sorprendidos en
mitad del sueño por los bombardeos.
"Filmad
esto para los europeos y los americanos. ¿Es esto la civilización
que nos traen?", gritaba ante la LBC un hombre con una niña
muerta en sus brazos.
"Esto
es una carnicería, una carnicería", gritaban
unas mujeres del pueblo, situado a unos 20 kilómetros de
Tiro.
El
ministro del Interior, Ahmed Fatfat, señaló que
el edificio era utilizado como refugio en este pueblo que ya ha
sido duramente castigado por bombardeos anteriores.
Para
justificar el ataque, el primer ministro de Israel, Ehud Olmert,
dijo que los habitantes de la localidad habían sido advertidos
con octavillas de que debían abandonar Qana ante la inminencia
de los bombardeos, y alegó que el pueblo es utilizado como
base de operaciones de la milicia chií libanesa Hizbulá.
El
primer ministro libanés, Fuad Siniora, al conocer las noticias
del bombardeo en Qana, dio por anulada la visita que la secretaria
de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, tenía previsto realizar
al Líbano.
"No
hay lugar en este día triste para ninguna discusión
que no sea un alto el fuego inmediato e incondicional, así
como una investigación internacional sobre las masacres
israelíes en Líbano ya", dijo Siniora a los
periodistas.
La
visita de Rice no había sido oficialmente anunciada, pero
el presidente de EEUU, George W.Bush, había dicho ayer
que enviaba a Rice a la zona a hablar con israelíes y libaneses
sobre una posible salida a la crisis.
EEUU,
alineado con Israel, se niega de momento a exigir un alto el fuego
inmediato como principio de toda negociación, como pide
el Líbano.
Poco
antes del mediodía, y mientras organizaciones humanitarias
y periodistas se dirigían a toda prisa a Qana para investigar
lo sucedido, miles de manifestantes salían al centro de
Beirut a manifestar su cólera convocados espontáneamente
por Hizbulá.
Los
manifestantes se concentraron ante la sede la ONU en Beirut, un
edificio moderno acristalado y rodeado de vallas de hormigón,
unas vallas que no impidieron que dos docenas de personas penetraran
en el mismo y destrozaran cristales, palmeras, ordenadores, sillas
y mesas, dejando la planta baja hecha añicos.
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Los
empleados de la ONU que en ese momento se encontraban en
el interior del edificio tuvieron que buscar refugio en
los sótanos, y los destrozos solo cesaron cuando
el presidente del Parlamento, Nabih Berri, ocasional aliado
de Hizbulá en estos días, pidió calma
a los manifestantes por el bien del Líbano. |
La
manifestación continuó en las afueras del edificio,
y a ella se sumaron cientos de personas llegadas de las escuelas
de Beirut donde viven como refugiados.
"Nasrala,
destruye Tel Aviv", "Muerte a América",
"Todos somos la Resistencia", gritaban los manifestantes,
muchos de ellos portando pancartas con mensajes como "¿Qué
culpa tienen los niños?" o "Sus bombas inteligentes
matan niños".
Cientos
de estos manifestantes continuaron luego la protesta espontáneamente
por las calles de Beirut, enarbolando banderas de Hizbulá
y coreando gritos favorables a la "Resistencia Islámica",
el brazo armado de esa milicia chií. EFE