Hispanos en EEUU, caballo de Troya para empresas españolas

   
30 de julio de 2006

Madrid - La comunidad hispana en Estados Unidos puede ser "un caballo de Troya" para las empresas españolas interesadas en acceder al mercado de la primera potencia mundial, que, con más de trescientos millones de habitantes, es la principal consumidora del planeta.


Así lo aseguran diversos estudios y expertos como el presidente de la Cámara de Comercio Americana en España, Jaime Malet, y el presidente de la Junta Directiva de la Cámara Hispana de Comercio de los Estados Unidos, George Franco.

El mercado latino hispanohablante supone una oportunidad "absoluta" para España, similar a la que ha tenido en Latinoamérica, pero "en el primer mercado mundial", subrayó Malet en una entrevista con Efe.

Los cuarenta millones de hispanos en Estados Unidos -el quince por ciento del total de la población-, que hace años tenían una relevancia escasa en el país, ahora están escalando "de forma vertiginosa" en las esferas económicas y sociales, dijo.

En los último diez años, el poder de compra de la población hispana ha aumentado el ocho por ciento anual, casi tres veces la tasa de crecimiento del poder adquisitivo en Estados Unidos.

Además, su potencial económico se estima en 700.000 millones de dólares y se cree que llegará a mil millones en 2010, según predicciones de la compañía HispanTelligence.
Los hispanos también han impulsado la creación de un importante número de negocios en EEUU, que ascienden ya a 1,7 millones de compañías, cuyas ventas anuales superan los 186.000 millones de dólares.

El presidente de la Junta Directiva de la Cámara Hispana de Comercio de los Estados Unidos, George Franco, explicó recientemente en Madrid que en los próximos seis años el número de negocios hispanos aumentará previsiblemente el 55 por ciento.

Añadió también que además de poseer sus propios negocios, este colectivo tiene una influencia cada vez mayor en empresas y consejos de administración.

En su opinión, la afinidad lingüística, cultural e histórica, y la similitud en ciertas pautas de consumo, permiten a las empresas españolas partir con ventaja competitiva en los mercados estadounidenses.

Según Malet, el interés para España no radica en el mercado en sí mismo, que a excepción de algunos nichos muy concretos relacionados con el mundo de la cultura y del idioma, no tiene salida para los productos españoles.

"La auténtica oportunidad -consideró- está en la existencia de una red de relaciones y contactos" que pueden apoyar a las empresas españolas en sus inversiones y en la venta de sus productos y servicios, no sólo a los cuarenta millones de hispanos, sino a los trescientos millones de estadounidenses.

Las empresas no tienen que buscar un mercado, sino una red donde encontrar a sus socios, distribuidores, proveedores y titulares de franquicias, recomendó.

Así, reiteró que el mercado hispano es una forma muy interesante de entrar en un país, cuyas oportunidades no están suficientemente aprovechadas por las empresas españolas.

Entre enero y mayo de 2006, España vendió a Estados Unidos productos por valor de 3.146 millones de euros (el 36,1 por ciento más que en el mismo periodo de 2005), mientras que las importaciones supusieron 3.642 millones (el 5,8 por ciento más).

Para el Gobierno español, la mejora en la cifra de exportaciones indica que el Plan EEUU -aprobado en 2005 con la intención de aumentar las ventas de productos españoles a EEUU- comienza a tener efectos, si bien reconoce que todavía queda mucho por hacer.

Por su parte, Malet, que aseguró a Efe haber vivido ya tres 'planes EEUU', dijo que pese a que todos nacen con buenas intenciones y son necesarios, no pueden suplantar el deseo de los empresarios.

Estos -continuó- tienen que perder el miedo "irracional" a entrar en uno de los mercados "más generosos del mundo".

Aseguró también que aunque el mercado estadounidense es difícil, es seguro, y que las mismas reglas que se aplican a las compañías europeas, muy presentes en el país, se aplican también a las españolas.

Así, consideró que EEUU es la "gran asignatura pendiente de la economía española", que se ha dirigido a mercados "poco seguros" y a Europa, "que no crece tanto como debería hacerlo".

Respecto a los sectores económicos, Malet afirmó que España puede encontrar oportunidades de inversión en cinco sectores clave: el financiero, de infraestructuras, inmobiliario, de energías renovables y de alimentación.

Recordó que España es la segunda potencia eólica después de Alemania, y que cuenta con importantes conocimientos sobre biomasa y bioenergía.

En cuanto a la alimentación, subrayó que EEUU está empezando a cambiar sus hábitos de alimentación, un hecho que está presente en la ciudadanía y en la elite gastronómica, y que "se debe explotar". EFE

 
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