El
mensaje tranquilizador divulgado anoche a través de la
televisión cubana y atribuido a Castro respondió,
al menos en parte, a la gran expectación surgida en el
país sobre el estado de Fidel Castro, del que no se había
tenido ninguna noticia.
No
obstante, los cubanos esperan todavía la aparición
de su hermano Raúl, quien, en su primer día de gobierno,
optó por el silencio.
El
mensaje atribuido a Fidel Castro aseguraba que el líder
de la revolución se encuentra estable y con buen ánimo
y subrayaba que su salud es un secreto de Estado dadas las condiciones
que vive el país y la amenaza representada por Estados
Unidos.
Todo
parece indicar que no habrá, en consecuencia, informes
médicos diarios sobre su evolución, en contra de
lo que muchos esperaban.
Por
primera vez en la historia de la revolución, Castro, que
el próximo 13 de agosto cumplirá 80 años,
cedió el lunes el poder, de forma provisional, a su hermano
Raúl, de 75 años y su sucesor designado, mientras
se recupera de una complicada intervención quirúrgica
provocada por una hemorragia intestinal.
Los
medios oficiales cubanos recogieron hoy el mensaje atribuido a
Castro que divulgó anoche la televisión local y
se hicieron un amplio eco de las numerosas muestras de solidaridad
recibidas de todo el mundo.
"Atentos
al estado de salud del presidente Fidel Castro, cubanos de diversos
estratos sociales se muestran hoy optimistas de una rápida
recuperación de su líder y seguros de la continuidad,
sin sobresaltos, del proyecto revolucionario", apuntó
la agencia oficial Prensa Latina.
"Granma",
el órgano oficial del Partido Comunista de la isla, tituló:
"Fidel, recupérate" y "Juventud Rebelde"
apostó en su primera página por el titular: "La
revolución continúa".
Continuidad
es lo que esperan los cubanos y lo que prevén, al menos
a corto plazo, algunos diplomáticos y observadores occidentales.
"Cómo
no va a haber continuidad si son hermanos y han luchado juntos
por esta revolución", afirmaba hoy una vecina del
barrio habanero de Miramar.
"Raúl
sabe que puede contar con las organizaciones de masa y los trabajadores
para seguir adelante", apuntaba otro vecino de la zona.
"Es
difícil saber qué puede pasar en el futuro, pero
no es previsible que haya cambios importantes en la política
de la revolución a corto plazo", opinó un diplomático
europeo.
Mientras
los medios oficiales hablan de continuismo y el país funciona
con plena normalidad, pocos en la calle comentan abiertamente
sus opiniones sobre el nuevo cambio político.
"Ni
en la parada de la guagua, ni en el mercado se hablaba hoy o de
esto ni de nada; silencio absoluto. Ha sido un choque muy fuerte",
explicaba una habanera.
En
La Habana y otras ciudades del país cientos de personas
participan en los actos de reafirmación patriótica
convocados por organizaciones de masa en centros de trabajo para
refrendar su compromiso con los hermanos Castro y la revolución.
Los
Comités de Defensa de la Revolución (CDR), considerados
los ojos y oídos de la revolución en cada manzana,
comenzaron anoche una serie de reuniones vecinales para comentar
el nuevo escenario político del país y pedir a los
ciudadanos que no bajen la guardia ante la "amenaza"
del imperio.
Pero
ni la sucesión política ni la amenaza de EEUU impedirán
a los habaneros disfrutar del carnaval, previsto para finales
de esta semana, ni de las playas del Este, abarrotadas en estos
días de vacaciones estivales. EFE