06 de julio de 2006 
Por Dagoberto Rodríguez
drodriguez@procesodigital.hn
Proceso Digital
Fotos Edwin Álvarez
   
  • Afirma que teme a la muerte como todo ser humano, pero que está dispuesto a ofrendar su vida por la causa de sus ovejas
  • Asegura que en la iglesia ha habido indiferencia a su causa y que el gobierno es lento y no tiene capacidad de gobernar

Tegucigalpa - No acostumbra usar sus hábitos religiosos, solo cuando oficia la santa eucaristía en la parroquia de Salamá, municipio de Olancho. Los demás días viste su traje de batalla, pantalón de lino caki y camiseta blanca. Ese es el atuendo del pequeño y curtido pastor cuando sale de la iglesia para ir al cerro a defender a sus ovejas.

El sacerdote Andrés Tamayo, admirado por muchos y odiado por otros, se ha convertido en una figura emblemática de los que defienden y protegen los recursos naturales en Honduras, especialmente de los que se oponen a la explotación indiscriminada del bosque por parte de las grandes empresas de la madera

Su lucha por la protección de la floresta olanchana no ha sido fácil y hasta ahora le ha costado amenazas a muerte, tanto así que su cabeza sigue teniendo precio en Olancho, y para protegerlo de un posible atentado, el Estado le ha asignado una escolta de soldados que le acompañan día y noche.

Tamayo dejó su tierra, El Salvador, hace más de dos décadas y se convirtió en hijo adoptivo de Honduras, en donde abrazó el sacerdocio. En 1984 fue ordenado sacerdote en Juticalpa, la cabecera departamental de Olancho, y desde ahí ha dirigido, en los últimos años, un movimiento para detener la tala inmisericorde del recurso forestal.

No teme hablar, lo hace sin inhibiciones ni tapujos. Sabe que sus palabras y su permanente oposición a los explotadores de la madera le pueden costar la vida, pero como él dice: no sé en que momento voy a morir, pero me voy tranquilo porque he dado mi vida por mis ovejas y por la causa de Cristo.

El padre Tamayo estuvo en la capital este fin de semana como expositor en un encuentro convocado por el Movimiento Cristiano Popular y en uno de los recesos accedió a hablar para el equipo de Proceso Digital sobre su experiencia ministerial y su lucha en la defensa del bosque.

¿Padre por qué usted decide asumir esta lucha?

Porque vivo desde hace 23 años en este territorio, conozco la diferencia que ha habido desde hace 23 años con hoy, nosotros tenemos unos seis o siete años de venir luchando porque vi la diferencia, vi como la gente la engañaban, vi como las empresas llegaban con todo un poder y vi como la gente migraba e iba perdiendo sus cosechas.

Por ejemplo, hace 20 años la gente cada fin de año tenía su mudada completa y para todos sus hijos, hoy no, si tiene zapatos no tiene camisa y la comida ya es menos y se endeudó porque como ya no hay equilibrio ecológico, siembra y fracasa.

En ese sentido, yo tomé conciencia y dije: esto no le gusta a Dios y el pueblo está padeciendo; entonces por eso tomé la opción.

¿Ha tenido opositores dentro de la misma iglesia?

Tal vez opositores así no, pero indiferencia si. Lo que pasa es que piensan que el sacerdote solo debe estar en la iglesia y que su compromiso es predicar y hablar, pero no es para que esté en la calle o en el cerro defendiendo a un pueblo.
Pero yo he tomado la opción porque es el pueblo de Dios y la palabra habla que todos son hijos de Dios, por lo tanto, yo voy acompañar ese pueblo y voy acompañarlo, no tanto porque tenga que pedir permiso a la iglesia, no tengo que pedir permiso; yo no tengo que pedir permiso para defender la vida de un pueblo, mi misma conciencia, mi mismo Dios me lo están pidiendo; sin embargo, mantenemos el sustento entre el evangelio y la vida o, más bien dicho, el evangelio de la vida. Eso es lo que me anima a seguir adelante.

¿Padre ha estado en riesgo su sacerdocio y su vida?

Si lo ha estado, varias veces, pero he sido centrado en el sentido que le he cumplido a Dios, le he cumplido al pueblo, he desempeñado bien mi sacerdocio como Dios quiere; entonces, por eso sigo y no pueden acusarme de que incito a la violencia, no soy de los que hablo por hablar, vivo y hablo lo que vivo; entonces es esto lo que me hace estar seguro en mi sacerdocio, aunque otros tengan otra opinión o crean otra cosa.

¿Por qué ha estado en riesgo su sacerdocio?

Ahhh, porque en la medida en que uno acompaña más y se hace de la vida diaria de un pueblo o tal vez porque uno tiene que tener la norma de una dirección o orientación de iglesia o más de culto, en esa medida el sacerdocio puede ser que dé a entender otro sentido o un sacerdocio no legítimo. Pero en este caso he sabido cumplir las dos cosas, tanto como dentro del templo como fuera de él, entonces eso es lo que me da la seguridad.



¿Siguen las amenazas en contra de su vida?

Siempre están, desean, quieren, pero cuando llegará el día no lo sé, jajajajajaja, lo único que sé es que estoy haciendo el bien. Las amenazas están todos los días.

¿Teme a la muerte?

Si temo como ser humano, pero no me va a hacer retroceder o acobardarme o esconderme, pienso que si Dios me llama de esa manera, que un día me maten, yo voy con la satisfacción de que cumplí con Dios, cumplí con el pueblo.

¿Usted está dispuesto a dar la vida por sus ovejas?

Si, he estado dispuesto siempre, desde el día que yo me entregue a la causa yo he estado firme, no puedo renunciar porque no puedo traicionar a Dios, no puedo traicionar al pueblo. El pastor es ese, el que camina, el que cuida, el que está, el que sabe orientar a sus ovejas, vivir con ellas.

Puede haber pastores que abusen o se aprovechen de las ovejas, como lo dice la palabra de Dios. Por eso, es el concepto del cristianismo que uno siembra, porque si uno siembra un cristianismo acomodado, tendré que acomodarme a los intereses de los que ahí están, pero si siembro un cristianismo de liberación y justicia, pues entonces el pueblo y el pastor tendrá que decidirse por ese camino.

¿Cuál es la situación de la explotación del bosque en Olancho?

En un cierto sentido, el pueblo se está concientizando y está como más despierto. El gobierno ha tenido una voluntad política, pero no sustancial porque no puede alejarse del poder que quiere sacar sus ganancias. Se ve en el gobierno la intención de hacer algo, pero no es como para solucionar el problema ambiental.

Las empresas llegan como legales, pero nosotros tratamos la manera de que si la comunidad está en peligro o va a quedar peor por la depredación del bosque, la población hace oposición; claro que es un proceso que está costando porque no es fácil hacer frente en forma pacífica y sin la exposición del cuerpo frente a la armas o frente a la misma persecución legal que hacen contra nuestra gente.

¿Sigue el corte ilegal del bosque?

Es que siempre es ilegal, cuando nosotros hablamos de ilegalidad es que (ese problema) viene desde la tenencia de la tierra, desde la escrituras supletorias, escrituras de 1700, de hace 300 años y que (mucha gente) se considera dueño.

Datos relevantes

El Padre Tamayo no vivió con sus padres y fue criado por una familia adoptiva. A los 13 años ingresó al seminario y desde ese tiempo ha dedicado su vida al servicio. En 1983 ingresó a Honduras y un año después fue ordenado sacerdote en Juticalpa. Desde ese año ha servido en las parroquias de la zona.
Ilegalidad en el sentido que no hay un estudio de impacto ambiental, es mentira que una institución cumpla con la licencia ambiental, no se cubren los requisitos como una consulta al pueblo o la comunidad. Además, la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal (Cohdefor) sigue extendiendo facturas, solo las sella y las deja en blanco.

Por otro lado, no existe una supervisión en el corte, no existe gente de Cohdefor que vaya evaluar. Así está la situación, es decir, que no hemos dado pasos sustanciales, legales, lo que hemos hecho es que la población sale a la defensa del bosque.

Usted habla de que el crimen organizado está metido en la explotación del bosque ¿por qué afirma eso?

Cuando yo digo crimen organizado es porque viene desde arriba, desde el gobierno, desde la Cohdefor que entrega en concesión por 40 o 50 años la explotación del bosque a las empresas que ya han hecho mucho daño al país, que han robado, que sacan ilegalmente la madera. Entonces si desde aquí viene la ilegalidad, para mi lo que está haciendo, el hecho de cortar los árboles, es un crimen contra la población porque no es poca la gente que migra, le quitan su sustento y le destruyen su medio ambiente.

También la policía está metida en lo mismo, mientras la Fiscalía no tiene la capacidad para defender; entonces, para mi es un crimen organizado porque están tratando la manera de encubrir todo de modo tal de que la madera salga “legal” y que la población no pueda de ninguna forma protestar porque todo aparenta estar legal.

¿Entonces hay un crimen organizado desde el estado?

Ummm…Muchas veces cuando el Ministerio Público nos demanda y de ellos no hay nadie, o cada vez que aparecemos defendiendo o bloqueando las calles entonces hay demandas, órdenes de captura o cuando se permite a las empresas armar a 50, 100 o 200 personas con armas pesadas, ¿Qué puedo pensar?, que es un crimen organizado porque no tenemos donde ir a donde quejarnos o a denunciar, no lo hay.

Padre usted afirma que hay poderes oscuros detrás del gobierno ¿quiénes son esos poderes?

Si los hay, es el poder empresarial grande. Ellos manejan, hacen ofertas: Lamas Sansone, Barjum, Yodeco, que son las grandes empresas que manejan la política y que colocan a los gerentes de Cohdefor, colocan su propio personal que ha estado metido en el mismo tráfico de madera y que después aparecen como grandes funcionarios públicos.

Usted también ha denunciado que los políticos están explotando la reserva de Río Plátano ¿Quiénes son esos políticos?

Si, la mayoría son dueños de esas tierras, casi todos son políticos grandes que fueron o están, lo que pasa que nunca van a decir que son los dueños. Cuando el gobierno hizo la negociación (para detener el corte de madera) no lo hizo con los campesinos, lo hizo con los grandes para que no siguieran talando el bosque en esa zona.

¿Entonces por qué se responsabiliza a los campesinos de talar el bosque en esa zona?

Porque un diputado no va ir a cortar con la motosierra, él manda, él tiene sus jornaleros; entonces son ellos los dueños de esas tierras, los campesinos solo son colonos que los utilizan para que estén ahí, corten y le sirvan para ese trabajo.

El presidente Zelaya visitó Patuca para detener el corte ilegal de madera ¿pero se ha detenido la tala ilegal en esa región?

Ummm, digamos talvez en un 50 por ciento. Por ejemplo, ahí hay unas cooperativas fantasmas que las crean como para dar una imagen de legalidad, pero son los mismos que han estado. Mire ahí decomisaron una madera y la fueron a colocar donde un señor que es el supuesto dueño de la cooperativa, pero es el mismo que corta la madera, y el mismo compró la madera decomisada. Ja ja ja ja ja ja.
Se puede esconder un pie de madera, pero un millón de pies como lo van esconder, tiene que salir con factura. Entonces, eso quiere decir que arriba hay otro que arregla todo.

¿Qué resultados ha tenido la veda en ciertas zonas de Olancho?

El corte esta parado por el momento, pero las empresas están amenazando. Es que la veda es para buscar una salida, una solución, pero por el momento no es claro eso porque no hay normas que lleguen a corregir. (…..) Esto no va a traer una solución, es simplemente comprar una voluntad no más por tres meses, pero esto no nos asegura que continuara la veda y el respeto para el recurso ambiental.

¿Cómo interpreta usted todos estos movimientos sociales que se están dando en Honduras? ¿Es un despertar del pueblo hondureño?

Es que al ser humano le duele lo que sufre, lo que padece, le duelen las injusticias, le duele lo miserable, le duele el atropello; entonces no es porque el pueblo quiere estar en las calles, sino que este es el fruto de un sistema, de un plan de capitalismo que quiere simplemente utilizar un pueblo para concentrar su capital.

Así que no es cuestión solo de conciencia, es cuestión que ya no aguanta más y tiene que salir ella misma a reclamar.

¿Finalmente cómo analiza este gobierno?

Está muy flojo, creo que atrás hay un poder del Presidente que está queriendo detenerlo, más bien dicho un gobierno repartido en los poderes, donde le quitan la potestad al Presidente y los que mandan son los que están en el poder, digamos defendiendo sus intereses.
Un gobierno no sólido, mediatista, un gobierno que quiere conformar para mientras, pero que hasta el momento no tiene capacidad para solucionar problemas, para prevenir los problemas, para crear un estado más de derecho, justo; no lo tiene todavía, no tiene la capacidad.

PERFIL
Nombre: Andrés Tamayo
Nacimiento: año 1956, aldea El Carbonal, municipio de Guadalupe, El Salvador
Padres: José Benedicto Cortés y Felipa Tamayo.
Ordenación: Fue ordenado sacerdote en 1984 en Juticalpa, Olancho.