El
"Saomai", que registra vientos de hasta 270 kilómetros
por hora, llegó en la tarde de ayer a las costas de la
provincia oriental de Zhejiang y afecta también a la vecina
provincia de Fujian.
En
total ha causado el hundimiento de 54.000 viviendas.
Además,
más de 122.000 hectáreas de cultivo han quedado
destruidas y las pérdidas económicas se calculan
en 1.410 millones de dólares.
En
el distrito de Cangnan, el más afectado en Zhejiang, las
precipitaciones medias registradas en la zona rondaban anoche
los 300 milímetros.
En
sólo 12 horas, las lluvias superaron los 300 milímetros
en el distrito de Fuding, el más afectado de Fujian.
En
ambas provincias costeras han sido evacuadas más de 1,6
millones de personas.
Numerosas
localidades del litoral están incomunicadas y sin suministro
eléctrico.
El
Ejército chino ha movilizado a 20.000 efectivos para evacuar
a la población en las zonas más afectadas, donde
se ha notificado que existen, al menos, 34 personas atrapadas
en casas desplomadas y en vehículos.
El
tifón perdió fuerza esta mañana y pasó
a convertirse en tormenta tropical, por lo que las autoridades
locales siguen en alerta y la provincia de Anhui ha puesto también
en marcha su plan de emergencia.
Los
gobiernos provinciales repartieron 300.000 prendas de ropa y 100.000
paquetes de comida rápida entre los evacuados, y destinaron
1,9 millones de dólares (cerca de 1,5 millones de euros)
para ayudar a los damnificados.
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El
"Saomai" es el octavo tifón que sufre China
este año durante el periodo estival, y hasta su llegada
los huracanes y desastres naturales se han cobrado 1.700
vidas, han dejado 400 desaparecidos y han afectado a 300
millones de personas. EFE |