Los
maestros se declararon en huelga indefinida el 1 de agosto para
exigir al Gobierno del presidente, Manuel Zelaya, el cumplimiento
de las cláusulas salariales del Estatuto del Docente.
Durante el conflicto, miles de maestros se congregaron en Tegucigalpa
para presionar al Gobierno por el cumplimiento de la ley.
La crisis se agudizó el miércoles 9 de agosto cuando
miles de docentes que procedían de distintos puntos del
país se enfrentaron con policías y militares en
Tegucigalpa.
A pesar del enfrentamiento, las negociaciones entre las comisiones
negociadoras del Gobierno y los docentes no se suspendieron, y
un día después lograron un acuerdo preliminar, que
abrió las puertas a la solución del conflicto.
El acta que puso fin al conflicto se firmó el sábado,
en un acto especial que se celebró en la Casa Presidencial,
y al que asistió el presidente Zelaya, los ministros de
su Gabinete, dirigentes nacionales y departamentales del gremio
de maestros, entre otros.
Según el acta, el cumplimiento del Estatuto del Docente
en sus cláusulas financieras le representará al
país un gasto de 7.212 millones de lempiras (unos 381,5
millones de dólares), en el periodo 2007-2010.
La ministra de Finanzas, Rebeca Santos, dijo que los recursos
saldrán de fondos propios del Estado y la cooperación
internacional y aseguró que no será afectado el
ejercicio fiscal del Gobierno.
Los docentes y el Gobierno acordaron también impulsar un
Programa de Ajuste Social de la Educación, mediante el
cual se propondrán alcanzar las metas del milenio y las
metas de educación establecidas en la Estrategia de Reducción
de la Pobreza.
Los maestros se comprometieron también a apoyar el año
próximo un
programa masivo de alfabetización, como una contribución
cívica, sin
que ello implique un incremento salarial.