Entre
los años 2000 y 2005 la población de origen extranjero
en EEUU creció un 16 por ciento, según estas cifras,
obtenidas de una encuesta de hogares llevada a cabo por el Censo.
La Oficina del Censo de EEUU utiliza clasificaciones que corresponden
tanto a origen nacional como a color de la piel, de modo que hay
"hispanos" -los oriundos de América Latina- con
la aclaración de que "pueden ser de cualquier color".
Los mismos datos señalan una disminución del porcentaje
de población que la Oficina del Censo califica como "blancos
no hispanos", y que resulta del aumento de las "minorías",
categoría que incluye a todos los inmigrantes, más
los negros e indígenas norteamericanos o de las islas del
Pacífico.
En 1990 los "blancos no hispanos" eran el 75,6 por ciento
de la población de Estados Unidos, y el año pasado
eran el 66,8 por ciento.
En Hawai, estos "blancos" son ahora sólo el 23
por ciento de la población; en el Distrito de Columbia
el 29,7 por ciento; en Nuevo México el 42,8 por ciento,
en California el 43,3 por ciento, y en Texas el 48,9 por ciento.
Los datos de la encuesta asimismo muestran que los mexicanos con
bajos niveles de educación escolar y conocimiento muy limitado
del idioma inglés siguen al frente de la ola de inmigrantes,
y que los inmigrantes en general se han distribuido en casi todo
el país, lejos de los estados fronterizos. EFE