En una
comparecencia ante la prensa en la que no se admitieron preguntas, el
jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard, subcomisario Peter
Clarke, subrayó la "inmensa" magnitud de la investigación,
y dijo que las pesquisas "se extenderán por todo el mundo".
La jefa de la división antiterrorista de la Fiscalía del
Reino Unido, Susan Hemming, precisó que ocho de los sospechosos
están acusados de "conspiración para asesinar"
y del nuevo delito de "preparación de actos terroristas"
previsto en la ley de 2006.
Se trata de Ahmed Abdulah Ali, de 25 años; Tanvir Husain, de
25; Umar Islam, de 28; Arafat Waheed Khan, de 25; Asad Ali Sarwar, de
26, Adam Jatib, de 19; Ibrahim Savant, de 25; y Waheed Aman, de 22.
Otros tres detenidos el pasado 10 de agosto han sido acusados en virtud
de la Ley Antiterrorista del año 2000, entre ellos una de las
dos mujeres arrestadas por el complot y un joven de 17 años denunciado
por la posesión de material diverso que podría ser utilizado
para la preparación o ejecución de atentados terroristas.
Cossar Ali, de 27 años y acusada de no facilitar información
de utilidad para prevenir actos terroristas, había instruido
a su abogado para que presentara hoy una solicitud de revisión
del caso por considerar que su detención era contraria a la ley.
La otra mujer fue liberada sin cargos, mientras que los once sospechosos
restantes permanecerán bajo custodia policial y sometidos a interrogatorios,
añadió la representante Fiscalía.
Está
previsto que las once personas contra las que se han presentado cargos
comparezcan mañana, martes, ante el tribunal de Belmarsh, en
las afueras de Londres.
Para dar
idea de "la magnitud y complejidad" de la investigación,
el subcomisario de Scotland Yard reveló que la policía
ha llevado a cabo 69 registros en viviendas y establecimientos comerciales,
vehículos y espacios públicos.
En las
redadas, los agentes han hallado también material destinado a
la fabricación de explosivos, incluidos componentes eléctricos
y sustancias químicas, como peróxido de hidrógeno.
La policía ha encontrado también más de 400 ordenadores,
doscientos teléfonos móviles y 8.000 artículos
electrónicos de distinto tipo, como CD y DVD, entre ellos grabaciones
en las que supuestos terroristas anuncian su voluntad de cometer atentados
suicidas.
Los expertos policiales han obtenido hasta ahora de los ordenadores
confiscados un total 6.000 gigabytes de datos que la policía
tendrán que examinar, añadió el jefe de la brigada
antiterrorista de Scotland Yard.
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Clarke
consideró que la investigación "meticulosa"
de todo ese material requerirá muchos meses, y garantizó
que "todos los datos serán analizados".
Tras avanzar que la policía británica recurrirá
a todo tipo de pruebas forenses en la investigación, insistió
en que la amenaza terrorista "es real, mortífera y
duradera". |
El pasado
10 de agosto, la policía británica detuvo a 24 personas
-todas británicas y la mayoría de origen paquistaní-,
y anunció que había abortado una conspiración para
causar una masacre sin precedentes sobre el Atlántico.
Los supuestos terroristas pretendían, según la policía,
introducir por separado explosivos líquidos en diez aviones que
cubrían la ruta entre el Reino Unido y Estados Unidos para mezclarlos
en pleno vuelo y hacer estallar los aviones. EFE