Portando carteles con mensajes alusivos a su lucha, las enfermeras marcharon
hasta las inmediaciones de la Casa Presidencial en Tegucigalpa, donde
las esperaba un fuerte dispositivo de seguridad que les impidió
el paso.
Según dirigentes del gremio, en la protesta participan al menos
800 enfermeras de los 28 hospitales públicos de Honduras.
Las enfermeras reclaman al Gobierno del presidente Manuel Zelaya el
incremento de la base salarial de 8.000 lempiras, que es actualmente,
a 16.000 lempiras, diferidos en los próximos cuatro años.
Demandan también el pago de un bono para las enfermeras que trabajan
en el área administrativa del sistema hospitalario, que debió
ser efectivo desde enero de 2006 y la reasignación de plazas
a 153 profesionales.
"Estamos exigiendo que se cumplan nuestros derechos porque una
vez más no nos han respondido", dijo a los periodistas la
presidenta del Colegio de Enfermeras Profesionales de Honduras, Perla
Simons.
Declaró que esperan ser llamadas a negociar directamente por
el presidente Zelaya, ya que las pláticas sostenidas hasta ahora
con comisiones negociadoras integradas en la secretaría de Salud,
han sido infructuosas.
Informó de que "ayer nos llamaron a una reunión en
el ministerio de Salud y siempre, como ha sucedido hasta ahora, no nos
dieron ninguna respuesta".
Simons no dio detalles de la respuesta del Gobierno a sus planteamientos,
pero aseguró que las negociaciones "están en punto
cero, no han avanzado".