28 de agosto de 2006 


Tegucigalpa - La Distribuidora e Importadora de Petróleos (DIPPSA) será vendida por 100 millones de dólares en las próximas semanas, confirmó hoy el presidente de la firma, el magnate Henry Arévalo.

"DIPPSA, que cuenta con unas 180 gasolineras instaladas a nivel nacional, será ofertada porque sus operaciones dejarán de ser rentables una vez que el Estado sea el único operador en la importación de combustibles", explicó el directivo en rueda de prensa.

Según Arévalo, DIPPSA distribuye y transporta el carburante, pero al perder esos márgenes con la importación por el Estado, la operación dejará de ser provechosa, especificó Arévalo.

En los próximos días, el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, notificará la primera licitación internacional de compra de combustibles, comunicó.

Aunque, afirmó, por ser una compañía completa con gasolineras a nivel nacional es probable que a más tardar el 15 de septiembre venidero sea vendida.

Pujarán también por la construcción de una terminal, la cual podría estar ubicada en Puerto Castilla, caribeño departamento de Colón, cuya capacidad servirá para importar una demanda nominal de 14 millones de barriles anuales.

Consorcios extranjeros como Esso y Texaco amenazaron con abstenerse de participar en la subasta e indicaron que el gobierno se convertirá en el único importador y se crearía un monopolio u oligopolio.

Arévalo abundó que Texaco y Esso fiscalizan alrededor del 50 por ciento del mercado, Shell el 11,78 por ciento y lo demás corresponde a otras compañías.

La iniciativa pretende aliviar la carga por los elevados precios de los carburantes, aunque la convocatoria ha tenido retraso por la decisión inesperada de las firmas Esso, Shell y Texaco de negarse a participar, detalló el funcionario.

El Jefe de Estado de Honduras contrató para elaborar las bases de la subasta al experto Robert Meyeringh, quien adelantó que la empresa Petróleos Mexicanos (PEMEX) será invitada a participar en la compra internacional.

Zelaya expresó que Texaco y Esso, de Estados Unidos, y Shell, de Holanda, hacen todo lo posible por boicotear la licitación.

Recalcó la falta de voluntad de las empresas foráneas en el proceso, porque saben que este es limpio y pondrá orden en el sistema a fin de beneficiar el desarrollo de Honduras y no sólo el de particulares.

Desde hace ocho décadas, el producto es importado por cuatro compañías, incluida la hondureña, encargada de negociar la venta de sus acciones a Petróleos de Venezuela (PDVSA), expuso el mandatario.

Funcionarios de la administración y el propio Zelaya han sostenido encuentros con sus similares de Venezuela y una delegación local viajó a Caracas para invitar a la estatal PDVSA a la oferta.

Washington, a través de su embajador en Tegucigalpa, Charles Ford, manifestó su inquietud al respecto, al conocer la inclusión de Petróleos de Venezuela, cuyo vínculo dejaría una parte de la factura en financiamiento a bajos intereses y a largo plazo.

Cifras oficiales indican que Honduras invirtió en 2005 alrededor de 928 millones de dólares en la compra de combustibles y lubricantes, mientras que en 2006 se espera una cifra superior a mil 100 millones de dólares.

La empobrecida nación, con 80 por ciento de sus siete millones de habitantes bajo la línea de la pobreza, consume un promedio de 42 mil barriles de carburantes al día.