Incrementa el flujo de centroamericanos a EE UU

   

02 de septiembre de 2006

CIUDAD IXTEPEC - Más de 500 indocumentados centroamericanos, entre ellos un buen número de hondureños, arribaron el pasado viernes a bordo del ferrocarril Chiapas Mayab, procedentes de Arriaga a las inmediaciones de la estación ferroviaria.


Los indocumentados buscaban comida, agua y pedían dinero a las personas para seguir su camino.

"Regálame un peso", insistía Alberto, un joven hondureño que relató que llevaban ya más de 8 días viajando y no tenían dinero para comprar comida.

Cerca de él, a unos metros, un grupo de chapines (como le dicen a los guatemaltecos) se abastecían con agua, refrescos y algo de comida para reiniciar su viaje en cuanto el tren partiera a Medias Aguas.

Ahí sentado sobre los rieles, Hernán, originario de El Salvador habla de su experiencia: "Es la primera vez que lo intento, quiero llegar a Nueva York en donde tengo parientes".

"Llevo ya seis días de viaje, pasar por Guatemala no es gran problema, en donde se pone feo es aquí en México, donde no sólo te tienes que esconder de Los Maras, también de la policía mexicana, los dos te quitan tu dinero", narra.

Para quienes tienen sus casetas y expenden comida en las inmediaciones de la estación del tren en esta ciudad, ver a cientos de indocumentados se ha vuelto habitual, "ya es normal verlos llegar, los que tienen dinero nos compran tortas, refrescos, agua; pero los que no se dedican a pedir", dice la propietaria de uno de estos expendios.

¡Tortas! ¡Tortas! Hay, tortas! Gritan desde las casetas para atraer a los ilegales que despistados, esperan la salida del tren, no saben a quien preguntarle, el miedo a ser detenidos los pone siempre en guardia y ante el temor de ser dejados por el tren solo uno de ellos acude a comprar comida para todos.

Los que no tienen dinero, tuvieron suerte esta mañana, cerca del lugar como es costumbre el padre Alejandro repartía comida y más de un centenar de ellos desayunaron sardinas con tortillas, fruta y agua.

En medio del agotamiento del viaje, muchos de ellos ya se encontraban arriba de los vagones, justo cuando se el ferrocarril daba el ultimo silbido, varios centroamericanos se afianzaron de los tubos de acero, otros más tuvieron que correr para alcanzarlo y unos doscientos se quedaron en la estación al no poder subir por el gran número de sus compañeros que abarrotaron los pocos vagones.

En las últimas semanas, el tráfico de ilegales pro esta zona del estado, se ha incrementado, al respecto el delegado del Instituto Nacional de Migración, José Antonio Marín López, dijo que se hace lo que se puede, pero el gran número de ilegales rebasa la capacidad de las autoridades migratorias en el sureste del país.